Como en 2004, salieron a las calles para exigir seguridad en sus personas, en sus familias y en sus bienes; pero ahora marcharon con la consigna de que no lo harán por tercera vez.
Unas 80 mil personas, según cifras de la policía local, marcharon la tarde de ayer del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino para protestar contra la inseguridad, con la confianza de que ahora existen mecanismos que no se tenían hace cuatro años, cuando se realizó la primera caminata para pedir seguridad.
En 2004 se plantearon rescatar México. En 2008, iluminarlo.
En esta ocasión privó la desorganización, pues un primer contingente, encabezado por Isabel Miranda de Wallace, quien reclama la aparición de su hijo plagiado en 2005, salió del Ángel alrededor de las 17:33 horas. Mientras, los organizadores de Iluminemos México partieron en punto de las 18:00 horas.
La mayoría de los asistentes cumplieron con la regla y vistieron de blanco. Incluso empresarios, actores, cantantes y conductores, como Armando Paredes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial; Enrique Castillo, presidente de la Asociación de Bancos de México; Arturo Aispuro, secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda del Gobierno del Distrito Federal; José Antonio Revah, Jordi Rosado, Paty Manterola y Diego Schoening, entre otros.
En punto de las 20:30 horas las luces de Palacio Nacional y del Gobierno del Distrito Federal se apagaron. Alumbrados sólo con cientos de veladoras, los asistentes entonaron el Himno Nacional. Incluso, a la petición se sumó la Iglesia Católica, pues las campanas de la Catedral Metropolitana repicaron cerca de cinco minutos.
“¡Si no pueden renuncien!”
El comité organizador de la marcha inició su caminata de más de tres kilómetros en punto de las 18:00 horas hacia el Zócalo capitalino, tramo que hasta ese momento, según reportes de la Secretaría de Seguridad Pública del DF, ya contaba con más de 60 mil manifestantes.
Los 16 integrantes del comité iniciaron la caminata con una manta que medía alredor de 8 metros de longitud y donde se podía leer: “Iluminemos México”.
El coordinador del Movimiento de Expresión Ciudadana, Elías Kuri, estuvo al frente con una vela en mano, mientras sus compañeros gritaban “¡México, México!” y el ya conocido “¡Si no pueden, renuncien!”
Durante el recorrido la gente se detenía en los buzones de sugerencias que el comité puso a disposición de los inconformes para que dejaran propuestas concretas ante la ola de delincuencia. Entre las propuestas más recurrentes se encontraban pena de muerte y cadena perpetua para secuestradores. Asimismo, la gente solicitó a través de sus escritos, la renuncia de Marcelo Ebrard.
Incluso, en la explanada del Zócalo capitalino, un grupo de marchistas se colocaron con la vista al frente de las oficinas del jefe de Gobierno del DF, a quien le gritaron: “¡Renuncia Marcelo!”.
Non gratos
El secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, Manuel Mondragón y Kalb, llegó al Ángel de la Independencia a bordo de una motocicleta Harley color guinda, iba rodeado por tres elementos de la policía. Sin embargo, tuvo que salir del lugar, porque los asistentes le gritaron “¡fuera!... ¡fuera!... ¡fuera!...”.
Mientras, durante su recorrido por la marcha, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, Emilio Álvarez Icaza, repartió volantes a los asistentes para que participen en la consulta “La policía que queremos”, que se realizará durante septiembre.
En entrevista, el ombudsman capitalino, confió en que las autoridades tomarán “buena nota” del derecho a la seguridad, “tenemos derecho a vivir sin miedo, de delincuentes y malos servidores públicos, es un nuevo ¡ya basta!; pero ahora, a diferencia de hace cuatro años, hay acciones que se encadenan después de la manifestación y una de ellas es la consulta que está haciendo la Comisión para que la gente diga la policía que queremos”.
A pesar de que el comité organizador aseguró que la marcha no tendría tintes políticos y que estaría prohibido mostrar pancartas durante la manifestación, la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) sacó sus mantas con el logotipo del gremio y cada uno de los obreros se colocó en el pecho una estampa roja con las iniciales de la asociación.
Por este motivo, los asistentes a la manifestación comenzaron a gritar consignas contra el contingente de agremiados a la central obrera: “¡Fuera, no se hagan propaganda!”… “¡Es una marcha de ciudadanos!”.
“¡No estás sólo!”
Entre porras de “¡No estás solo!”, Alejandro Martí, padre de Fernando, quien fue secuestrado y asesinado por sus plagiarios, se incorporó a la marcha a la altura de la Alameda Central.
En breve entrevista, el empresario calificó este movimiento de un “festejo ciudadano, una manifestación popular para un México mejor”.
Al preguntarle si llegaría hasta la Plaza de la Constitución, respondió: “No solamente llegaré al Zócalo, quiero llegar mucho más allá del Zócalo”.
Agregó: “Quiero trabajar por este país, necesitamos trabajar por nuestra patria, necesitamos ser cien millones los que trabajemos por México”.
Martí agradeció a todos los asistentes el apoyo que le manifestaron después del secuestro y asesinato de su hijo.
Debido al tumulto que lo rodeó, el empresario tuvo que regresar al interior del hotel Sheraton Alameda, donde se despidió de los asistentes agradeciendo y reiterando que “México va a cambiar”.
Queremos respuesta
Luego de entonar el Himno Nacional en punto de las 20:30, el coordinador de la marcha, Elías Kuri, dijo que “ahora sí tiene que haber respuesta”, pues la gente está participando y una muestra de ello fue el número de personas que asistieron a la marcha.
En entrevista en la Plaza de la Constitución, rechazó que la marcha tuviera tintes políticos o partidistas, ya que luego de esta movilización, Iluminemos México debe seguir siendo una asociación de los ciudadanos, “no nos importa el sentir político o partidista”.
Aseguró que en las elecciones de 2009 no habrá nadie de esa organización, “esto seguirá manteniéndose de manera civil”.
Antecedentes
A principios de agosto el comité organizador comenzó la organización de la marcha denominada Iluminemos México.
Hace dos semanas, los 16 integrantes del comité aceleraron los trabajos, a fin de definir, principalmente, la logística del acto.
En la semana previa a la manifestación, los organizadores reiteraron en varias ocasiones que los ciudadanos podían acudir sin problemas, debido a la gran logística del evento.
Se unen España, Polonia, Inglaterra, Costa Rica y EU
Casi 500 mexicanos radicados en el extranjero marcharon en distintos países para protestar por la inseguridad que asola y atemoriza actualmente a la población de nuestro país.
España fue la nación donde más personas se concentraron. Unos cien manifestantes, en su mayoría jóvenes y vestidos de blanco, partieron desde la céntrica calle de General Martínez Campos hasta llegar a la sede de la Embajada de México, donde fueron recibidos por el embajador Jorge Zermeño.
El recorrido de la manifestación fue de unos cinco kilómetros y durante este día varios españoles se solidarizaron, adhiriéndose a la marcha.
En Varsovia, Polonia, una treintena de connacionales portando velas y banderas tricolores, cantaron el Himno Nacional y el Canto a la Alegría, ante la mirada curiosa de los transeúntes polacos.
En Londres, Inglaterra, cerca de medio centenar se manifestó afuera de la embajada de México y entregaron un documento exigiendo al gobierno dé garantías de seguridad para todos los ciudadanos.
En san José de Costa Rica se reportó una marcha de decenas de personas en el centro de la ciudad.
Los mexicanos radicados en Estados Unidos participaron discretamente en tres ciudades: Chicago, Illinois, San José, California y Houston, Texas.
Unas 80 mil personas, según cifras de la policía local, marcharon la tarde de ayer del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino para protestar contra la inseguridad, con la confianza de que ahora existen mecanismos que no se tenían hace cuatro años, cuando se realizó la primera caminata para pedir seguridad.
En 2004 se plantearon rescatar México. En 2008, iluminarlo.
En esta ocasión privó la desorganización, pues un primer contingente, encabezado por Isabel Miranda de Wallace, quien reclama la aparición de su hijo plagiado en 2005, salió del Ángel alrededor de las 17:33 horas. Mientras, los organizadores de Iluminemos México partieron en punto de las 18:00 horas.
La mayoría de los asistentes cumplieron con la regla y vistieron de blanco. Incluso empresarios, actores, cantantes y conductores, como Armando Paredes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial; Enrique Castillo, presidente de la Asociación de Bancos de México; Arturo Aispuro, secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda del Gobierno del Distrito Federal; José Antonio Revah, Jordi Rosado, Paty Manterola y Diego Schoening, entre otros.
En punto de las 20:30 horas las luces de Palacio Nacional y del Gobierno del Distrito Federal se apagaron. Alumbrados sólo con cientos de veladoras, los asistentes entonaron el Himno Nacional. Incluso, a la petición se sumó la Iglesia Católica, pues las campanas de la Catedral Metropolitana repicaron cerca de cinco minutos.
“¡Si no pueden renuncien!”
El comité organizador de la marcha inició su caminata de más de tres kilómetros en punto de las 18:00 horas hacia el Zócalo capitalino, tramo que hasta ese momento, según reportes de la Secretaría de Seguridad Pública del DF, ya contaba con más de 60 mil manifestantes.
Los 16 integrantes del comité iniciaron la caminata con una manta que medía alredor de 8 metros de longitud y donde se podía leer: “Iluminemos México”.
El coordinador del Movimiento de Expresión Ciudadana, Elías Kuri, estuvo al frente con una vela en mano, mientras sus compañeros gritaban “¡México, México!” y el ya conocido “¡Si no pueden, renuncien!”
Durante el recorrido la gente se detenía en los buzones de sugerencias que el comité puso a disposición de los inconformes para que dejaran propuestas concretas ante la ola de delincuencia. Entre las propuestas más recurrentes se encontraban pena de muerte y cadena perpetua para secuestradores. Asimismo, la gente solicitó a través de sus escritos, la renuncia de Marcelo Ebrard.
Incluso, en la explanada del Zócalo capitalino, un grupo de marchistas se colocaron con la vista al frente de las oficinas del jefe de Gobierno del DF, a quien le gritaron: “¡Renuncia Marcelo!”.
Non gratos
El secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, Manuel Mondragón y Kalb, llegó al Ángel de la Independencia a bordo de una motocicleta Harley color guinda, iba rodeado por tres elementos de la policía. Sin embargo, tuvo que salir del lugar, porque los asistentes le gritaron “¡fuera!... ¡fuera!... ¡fuera!...”.
Mientras, durante su recorrido por la marcha, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, Emilio Álvarez Icaza, repartió volantes a los asistentes para que participen en la consulta “La policía que queremos”, que se realizará durante septiembre.
En entrevista, el ombudsman capitalino, confió en que las autoridades tomarán “buena nota” del derecho a la seguridad, “tenemos derecho a vivir sin miedo, de delincuentes y malos servidores públicos, es un nuevo ¡ya basta!; pero ahora, a diferencia de hace cuatro años, hay acciones que se encadenan después de la manifestación y una de ellas es la consulta que está haciendo la Comisión para que la gente diga la policía que queremos”.
A pesar de que el comité organizador aseguró que la marcha no tendría tintes políticos y que estaría prohibido mostrar pancartas durante la manifestación, la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) sacó sus mantas con el logotipo del gremio y cada uno de los obreros se colocó en el pecho una estampa roja con las iniciales de la asociación.
Por este motivo, los asistentes a la manifestación comenzaron a gritar consignas contra el contingente de agremiados a la central obrera: “¡Fuera, no se hagan propaganda!”… “¡Es una marcha de ciudadanos!”.
“¡No estás sólo!”
Entre porras de “¡No estás solo!”, Alejandro Martí, padre de Fernando, quien fue secuestrado y asesinado por sus plagiarios, se incorporó a la marcha a la altura de la Alameda Central.
En breve entrevista, el empresario calificó este movimiento de un “festejo ciudadano, una manifestación popular para un México mejor”.
Al preguntarle si llegaría hasta la Plaza de la Constitución, respondió: “No solamente llegaré al Zócalo, quiero llegar mucho más allá del Zócalo”.
Agregó: “Quiero trabajar por este país, necesitamos trabajar por nuestra patria, necesitamos ser cien millones los que trabajemos por México”.
Martí agradeció a todos los asistentes el apoyo que le manifestaron después del secuestro y asesinato de su hijo.
Debido al tumulto que lo rodeó, el empresario tuvo que regresar al interior del hotel Sheraton Alameda, donde se despidió de los asistentes agradeciendo y reiterando que “México va a cambiar”.
Queremos respuesta
Luego de entonar el Himno Nacional en punto de las 20:30, el coordinador de la marcha, Elías Kuri, dijo que “ahora sí tiene que haber respuesta”, pues la gente está participando y una muestra de ello fue el número de personas que asistieron a la marcha.
En entrevista en la Plaza de la Constitución, rechazó que la marcha tuviera tintes políticos o partidistas, ya que luego de esta movilización, Iluminemos México debe seguir siendo una asociación de los ciudadanos, “no nos importa el sentir político o partidista”.
Aseguró que en las elecciones de 2009 no habrá nadie de esa organización, “esto seguirá manteniéndose de manera civil”.
Antecedentes
A principios de agosto el comité organizador comenzó la organización de la marcha denominada Iluminemos México.
Hace dos semanas, los 16 integrantes del comité aceleraron los trabajos, a fin de definir, principalmente, la logística del acto.
En la semana previa a la manifestación, los organizadores reiteraron en varias ocasiones que los ciudadanos podían acudir sin problemas, debido a la gran logística del evento.
Se unen España, Polonia, Inglaterra, Costa Rica y EU
Casi 500 mexicanos radicados en el extranjero marcharon en distintos países para protestar por la inseguridad que asola y atemoriza actualmente a la población de nuestro país.
España fue la nación donde más personas se concentraron. Unos cien manifestantes, en su mayoría jóvenes y vestidos de blanco, partieron desde la céntrica calle de General Martínez Campos hasta llegar a la sede de la Embajada de México, donde fueron recibidos por el embajador Jorge Zermeño.
El recorrido de la manifestación fue de unos cinco kilómetros y durante este día varios españoles se solidarizaron, adhiriéndose a la marcha.
En Varsovia, Polonia, una treintena de connacionales portando velas y banderas tricolores, cantaron el Himno Nacional y el Canto a la Alegría, ante la mirada curiosa de los transeúntes polacos.
En Londres, Inglaterra, cerca de medio centenar se manifestó afuera de la embajada de México y entregaron un documento exigiendo al gobierno dé garantías de seguridad para todos los ciudadanos.
En san José de Costa Rica se reportó una marcha de decenas de personas en el centro de la ciudad.
Los mexicanos radicados en Estados Unidos participaron discretamente en tres ciudades: Chicago, Illinois, San José, California y Houston, Texas.
Milenio, 31 de agosto.
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