El Instituto Nacional de Migración (INM) enfrenta un riesgo de “colapso en su capacidad de servicio”, con los consecuentes efectos en la seguridad y la economía, debido a que mientras aumentan sus operaciones y responsabilidades, su personal se mantiene con escaso crecimiento desde hace ocho años.
De acuerdo con un documento interno, el órgano dependiente de la Secretaría de Gobernación se encuentra rebasado por la dinámica migratoria, pues los volúmenes de operación crecieron “extraordinariamente”. Por ejemplo, el número de entradas al país pasó de 25.1 millones, en 2006, a 26.4 millones en 2007, y para este año se prevé que llegará a 27 millones.
No obstante el aumento de las operaciones en las que interviene el INM, el número de personal prácticamente no ha crecido en los últimos ocho años. Mientras en 2000 contaba con una plantilla de 4 mil 16 empleados, en ocho años incorporó sólo 89.
El propio organismo reconoce que, en teoría, debería haber obtenido un aumento real de 984 plazas. Sin embargo, factores como el “congelamiento”, cesantes que no se sustituyen y diferencias en el sindicato impiden reactivarlas.
El problema, según el documento, no sólo es por el aumento de las operaciones y la inmovilidad en las plazas, sino también por la incorporación de nuevas responsabilidades, como el programa de Repatriación Voluntaria, que se inició en 2007, consistente en ofrecer a los inmigrantes asegurados por las autoridades estadunidenses un transporte seguro al punto más cercano a sus lugares de origen. Debido al limitado personal, “en algunos casos (los solicitantes de ese programa) son atendidos por una sola persona”.
Otra responsabilidad del INM es el aseguramiento de los indocumentados. Tan sólo en 2007 el órgano repatrió a más de 120 mil personas. Empero, la vigilancia de los pasos por donde cruzan se complica, en virtud de que han elegido nuevas rutas de internación donde el instituto no tiene presencia o es escasa.
Los grupos Beta, que tienen como objetivo salvar la vida de los inmigrantes en zonas de riesgo, ha aumentado en número, pero descendido en elementos que los integran: en 2000 había 13 grupos con 202 agentes; en 2008, 16 grupos pero con 178 miembros.
El informe interno señala que la falta de personal no sólo entorpece el flujo de visitantes extranjeros al país, ocasiona un descuido en la vigilancia de las fronteras e impide la salvaguarda de los inmigrantes, sino también pone en peligro los acuerdos de la Iniciativa Mérida, que contempla la creación de cinco nuevas estaciones migratorias.
Aunado a ella, se indica en el documento, la CNDH ha presentado alrededor de mil quejas contra el órgano, a las que se suman más de 500 solicitudes de transparencia; sin embargo, la insuficiencia de trabajadores dificulta su atención.
El Instituto Nacional de Migración pidió a Gobernación la creación de mil 700 plazas nuevas en 2009, además de la renivelación salarial de sus servidores públicos, lo que le permitirá “cumplir decorosamente lo que la ley le confiere”.
Claves
Asunto de seguridad
El Instituto Nacional de Migración es un órgano técnico desconcentrado de la administración pública federal, dependiente de la Secretaría de Gobernación.
Su público usuario lo integran principalmente los visitantes extranjeros o los ciudadanos de otros países que pretenden radicar en México de forma temporal o definitiva.
Desde 2005 es reconocido como instancia de seguridad nacional. Cecilia Romero Castillo es la actual comisionada del instituto.
De acuerdo con un documento interno, el órgano dependiente de la Secretaría de Gobernación se encuentra rebasado por la dinámica migratoria, pues los volúmenes de operación crecieron “extraordinariamente”. Por ejemplo, el número de entradas al país pasó de 25.1 millones, en 2006, a 26.4 millones en 2007, y para este año se prevé que llegará a 27 millones.
No obstante el aumento de las operaciones en las que interviene el INM, el número de personal prácticamente no ha crecido en los últimos ocho años. Mientras en 2000 contaba con una plantilla de 4 mil 16 empleados, en ocho años incorporó sólo 89.
El propio organismo reconoce que, en teoría, debería haber obtenido un aumento real de 984 plazas. Sin embargo, factores como el “congelamiento”, cesantes que no se sustituyen y diferencias en el sindicato impiden reactivarlas.
El problema, según el documento, no sólo es por el aumento de las operaciones y la inmovilidad en las plazas, sino también por la incorporación de nuevas responsabilidades, como el programa de Repatriación Voluntaria, que se inició en 2007, consistente en ofrecer a los inmigrantes asegurados por las autoridades estadunidenses un transporte seguro al punto más cercano a sus lugares de origen. Debido al limitado personal, “en algunos casos (los solicitantes de ese programa) son atendidos por una sola persona”.
Otra responsabilidad del INM es el aseguramiento de los indocumentados. Tan sólo en 2007 el órgano repatrió a más de 120 mil personas. Empero, la vigilancia de los pasos por donde cruzan se complica, en virtud de que han elegido nuevas rutas de internación donde el instituto no tiene presencia o es escasa.
Los grupos Beta, que tienen como objetivo salvar la vida de los inmigrantes en zonas de riesgo, ha aumentado en número, pero descendido en elementos que los integran: en 2000 había 13 grupos con 202 agentes; en 2008, 16 grupos pero con 178 miembros.
El informe interno señala que la falta de personal no sólo entorpece el flujo de visitantes extranjeros al país, ocasiona un descuido en la vigilancia de las fronteras e impide la salvaguarda de los inmigrantes, sino también pone en peligro los acuerdos de la Iniciativa Mérida, que contempla la creación de cinco nuevas estaciones migratorias.
Aunado a ella, se indica en el documento, la CNDH ha presentado alrededor de mil quejas contra el órgano, a las que se suman más de 500 solicitudes de transparencia; sin embargo, la insuficiencia de trabajadores dificulta su atención.
El Instituto Nacional de Migración pidió a Gobernación la creación de mil 700 plazas nuevas en 2009, además de la renivelación salarial de sus servidores públicos, lo que le permitirá “cumplir decorosamente lo que la ley le confiere”.
Claves
Asunto de seguridad
El Instituto Nacional de Migración es un órgano técnico desconcentrado de la administración pública federal, dependiente de la Secretaría de Gobernación.
Su público usuario lo integran principalmente los visitantes extranjeros o los ciudadanos de otros países que pretenden radicar en México de forma temporal o definitiva.
Desde 2005 es reconocido como instancia de seguridad nacional. Cecilia Romero Castillo es la actual comisionada del instituto.
Mauricio Orozco, Milenio, 14 de septiembre.
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