SAN PEDRO GARZA, NL. Tras reconocer que los atentados en Morelia ponen en riesgo la seguridad interior de la nación y demandan una respuesta de Estado superior a cualquier discusión política o de partidos, el presidente Felipe Calderón, manifestó que su gobierno no bajará la guardia, pues “la sangre derramada es un acicate” para dar con los culpables.
Más tarde durante su gira a Morelia, Michoacán, acompañado por una parte del gabinete de seguridad, destacó que con estos actos “cobardes” han tocado el principio de su fin y si con esto buscan intimidar o detener la lucha contra el crimen, se equivocan, pues esta plaza es un motivo suficiente para mantenerse en pie.
Mientras que en Monterrey pidió poner punto final a la cultura de la tolerancia, de la complicidad o la impunidad con el crimen, pues es un error el suponer que tolerando a los delincuentes se podrá vivir en paz.
“Tolerarlos, no denunciarlos, el permitir que actuen entre nosotros es, precisamente, el camino equivocado que hace a México estar en riesgo de sus miserables intereses”.
Además solicitó que la comunidad internacional redoble esfuerzos en la lucha contra un enemigo “que no reconoce fronteras”; y a la sociedad la llamó a no permitir que el miedo alimente a la impunidad porque sin cobijo social los criminales estarán condenados al fracaso.
El Primer Mandatario, quien calificó los actos ocurridos en Morelia como una barbarie, aseguró que los criminales no van a encontrar un país de rodillas ni arrinconados por el temor que pretenden sembrar.
Más tarde durante su gira a Morelia, Michoacán, acompañado por una parte del gabinete de seguridad, destacó que con estos actos “cobardes” han tocado el principio de su fin y si con esto buscan intimidar o detener la lucha contra el crimen, se equivocan, pues esta plaza es un motivo suficiente para mantenerse en pie.
Mientras que en Monterrey pidió poner punto final a la cultura de la tolerancia, de la complicidad o la impunidad con el crimen, pues es un error el suponer que tolerando a los delincuentes se podrá vivir en paz.
“Tolerarlos, no denunciarlos, el permitir que actuen entre nosotros es, precisamente, el camino equivocado que hace a México estar en riesgo de sus miserables intereses”.
Además solicitó que la comunidad internacional redoble esfuerzos en la lucha contra un enemigo “que no reconoce fronteras”; y a la sociedad la llamó a no permitir que el miedo alimente a la impunidad porque sin cobijo social los criminales estarán condenados al fracaso.
El Primer Mandatario, quien calificó los actos ocurridos en Morelia como una barbarie, aseguró que los criminales no van a encontrar un país de rodillas ni arrinconados por el temor que pretenden sembrar.
Laura Vega, El Economista, 18 de septiembre.
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