Los legisladores de la corriente Nueva Izquierda del PRD (mayoría en las bancadas perredistas en el Congreso de la Unión) y la dirigencia nacional de este partido, rompieron con Andrés Manuel López Obrador en materia de la reforma de Pemex y determinaron negociar, por separado, con el PAN y el PRI.
Incluso ayer el presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gustavo Enrique Madero Muñoz, en entrevista en el Palacio Legislativo de San Lázaro, consideró que dicha reforma “ya está muy madura y estamos próximos, muy próximos, a que se dictamine” y así poder contar con una reforma que apoye a la autonomía y a la fortaleza de la paraestatal.
En este orden, de acuerdo con fuentes del grupo parlamentario del PRD en la Cámara de Diputados, es factible que la reforma de Pemex (planteada en sus inicios como reforma energética) salga en este periodo ordinario de sesiones en el Senado, como Cámara de origen, merced a un resolutivo que posibilita a los legisladores del PRD sentarse a negociar con sus contrapartes del PAN y del PRI.
Las fuentes consultadas explicaron que muestra de esa ruptura, que en términos de la corriente Nueva Izquierda implica “aislarse de López Obrador”, fue el acto convocado por Andrés Manuel en el Monumento a la Revolución, el domingo último, una de sus asambleas informativas en torno a la defensa de Pemex, a la que el único perredista sobresaliente que asistió fue el senador Carlos Navarrete.
“Vamos a negociar con el PAN, siempre y cuando se incorpore el asunto de la fiscalización a los sindicatos, que el sindicato petrolero rinda cuentas. Por eso nos aislamos de Andrés Manuel en términos del debate de esta reforma”, puntualizaron.
—¿Es una ruptura?
—Por lo menos en lo que toca a este tema, sí, es una ruptura, porque si el PAN acepta nuestra propuesta, entonces nos sentamos a negociar.
—¿Cuántos diputados federales están por esta ruptura?
—Alrededor de noventa (de los 125 de la bancada), más los senadores de Nueva Izquierda y de otras no identificadas con Izquierda Unida (una buena parte de los 29 senadores perredistas).
Respecto de la negociación con el PRI, las fuentes comentaron que es un tanto difícil porque precisamente el tricolor ha evitado entrar en el terreno de acotar al sindicato petrolero. “Lo que queremos es evitar que el sindicato siga exprimiendo a Pemex, por eso nuestra propuesta es en el sentido de reducirle lugares en el Consejo de Administración (tripartito) planteado en la reforma”, enfatizaron.
Incluso ayer el presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gustavo Enrique Madero Muñoz, en entrevista en el Palacio Legislativo de San Lázaro, consideró que dicha reforma “ya está muy madura y estamos próximos, muy próximos, a que se dictamine” y así poder contar con una reforma que apoye a la autonomía y a la fortaleza de la paraestatal.
En este orden, de acuerdo con fuentes del grupo parlamentario del PRD en la Cámara de Diputados, es factible que la reforma de Pemex (planteada en sus inicios como reforma energética) salga en este periodo ordinario de sesiones en el Senado, como Cámara de origen, merced a un resolutivo que posibilita a los legisladores del PRD sentarse a negociar con sus contrapartes del PAN y del PRI.
Las fuentes consultadas explicaron que muestra de esa ruptura, que en términos de la corriente Nueva Izquierda implica “aislarse de López Obrador”, fue el acto convocado por Andrés Manuel en el Monumento a la Revolución, el domingo último, una de sus asambleas informativas en torno a la defensa de Pemex, a la que el único perredista sobresaliente que asistió fue el senador Carlos Navarrete.
“Vamos a negociar con el PAN, siempre y cuando se incorpore el asunto de la fiscalización a los sindicatos, que el sindicato petrolero rinda cuentas. Por eso nos aislamos de Andrés Manuel en términos del debate de esta reforma”, puntualizaron.
—¿Es una ruptura?
—Por lo menos en lo que toca a este tema, sí, es una ruptura, porque si el PAN acepta nuestra propuesta, entonces nos sentamos a negociar.
—¿Cuántos diputados federales están por esta ruptura?
—Alrededor de noventa (de los 125 de la bancada), más los senadores de Nueva Izquierda y de otras no identificadas con Izquierda Unida (una buena parte de los 29 senadores perredistas).
Respecto de la negociación con el PRI, las fuentes comentaron que es un tanto difícil porque precisamente el tricolor ha evitado entrar en el terreno de acotar al sindicato petrolero. “Lo que queremos es evitar que el sindicato siga exprimiendo a Pemex, por eso nuestra propuesta es en el sentido de reducirle lugares en el Consejo de Administración (tripartito) planteado en la reforma”, enfatizaron.
Moisés Sánchez Limón, Crónica, 2 de septiembre.
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