El investigador emérito de la UNAM y primer presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Jorge Carpizo McGregor, consideró que el grave panorama de la inseguridad pública y violación de derechos humanos ha pasado desapercibida ante declaraciones y desplegados tibios y timoratos de esa comisión.
El creador de la CNDH y del sistema no-jurisdiccional dijo que resulta “surrealista” que el ombudsman nacional ponga fecha para que los funcionarios que no cumplan los compromisos presenten su renuncia y él no se incluya entre ellos, cuando lleva casi nueve años como parte del problema y responsabilidades por omisión.
Criticó que hasta el momento no hay recomendaciones sobre seguridad, no hay estudios serios sobre corrupción, impunidad y otros problemas graves que atraviesa el país, pero sí gastos excesivos, privilegios, oportunismo político, intromisiones a las comisiones estatales y mancuernas con el gobierno.
Durante una ponencia magistral en el décimo Congreso Nacional de Derecho Constitucional del Estado, señaló que ante problemas graves la CNDH sólo ha emitido recomendaciones light y para evitar que fuera evaluado por la sociedad, el ombudsman nacional se proclamó como evaluador y se convirtió en juez y parte.
El ex procurador general de la República puntualizo que a él no le toca pedir la renuncia a José Luis Soberanes, que esto es tema de las organizaciones de derechos humanos no gubernamentales.
Apuntó que aun cuando es evidente que el ombudsman no puede resolver todos los problemas del país ni ser “un sánalo todo”, puede hacer recomendaciones generales, particulares, proyectos de leyes para luchar contra la impunidad y defender los derechos humanos.
“Creo que en esto la actual administración sí tiene responsabilidad porque en mi opinión, aunque puedo estar equivocado, ha sido omisa (. . .) Cada quien debe ser congruente con su conciencia y principios morales, ahí no me atrevo a recomendarle nada a nadie”, dijo en entrevista.
Ante cientos de abogados, Jorge Carpizo consideró inaudito que haya personas en la CNDH que reciban 16 veces el salario de un investigador de la UNAM por el simple hecho de redactar un libro o que el personal tenga lujos y viaje en primera clase, que la comisión cobre 90 pesos por cada copia que expida, que sea uno de los organismos menos transparentes del país.
Precisó que tardó tiempo en hacer estos señalamientos porque hay una regla de oro que impide a la gente hablar de sus antiguos cargos, pero se vio en la necesidad de hacerlo porque los informes nacionales e internacionales que se han dado alertando que hay problemas, no les ha llegado a la sociedad como debía, pero esta es una situación “gravísima y extraordinaria”.
El creador de la CNDH y del sistema no-jurisdiccional dijo que resulta “surrealista” que el ombudsman nacional ponga fecha para que los funcionarios que no cumplan los compromisos presenten su renuncia y él no se incluya entre ellos, cuando lleva casi nueve años como parte del problema y responsabilidades por omisión.
Criticó que hasta el momento no hay recomendaciones sobre seguridad, no hay estudios serios sobre corrupción, impunidad y otros problemas graves que atraviesa el país, pero sí gastos excesivos, privilegios, oportunismo político, intromisiones a las comisiones estatales y mancuernas con el gobierno.
Durante una ponencia magistral en el décimo Congreso Nacional de Derecho Constitucional del Estado, señaló que ante problemas graves la CNDH sólo ha emitido recomendaciones light y para evitar que fuera evaluado por la sociedad, el ombudsman nacional se proclamó como evaluador y se convirtió en juez y parte.
El ex procurador general de la República puntualizo que a él no le toca pedir la renuncia a José Luis Soberanes, que esto es tema de las organizaciones de derechos humanos no gubernamentales.
Apuntó que aun cuando es evidente que el ombudsman no puede resolver todos los problemas del país ni ser “un sánalo todo”, puede hacer recomendaciones generales, particulares, proyectos de leyes para luchar contra la impunidad y defender los derechos humanos.
“Creo que en esto la actual administración sí tiene responsabilidad porque en mi opinión, aunque puedo estar equivocado, ha sido omisa (. . .) Cada quien debe ser congruente con su conciencia y principios morales, ahí no me atrevo a recomendarle nada a nadie”, dijo en entrevista.
Ante cientos de abogados, Jorge Carpizo consideró inaudito que haya personas en la CNDH que reciban 16 veces el salario de un investigador de la UNAM por el simple hecho de redactar un libro o que el personal tenga lujos y viaje en primera clase, que la comisión cobre 90 pesos por cada copia que expida, que sea uno de los organismos menos transparentes del país.
Precisó que tardó tiempo en hacer estos señalamientos porque hay una regla de oro que impide a la gente hablar de sus antiguos cargos, pero se vio en la necesidad de hacerlo porque los informes nacionales e internacionales que se han dado alertando que hay problemas, no les ha llegado a la sociedad como debía, pero esta es una situación “gravísima y extraordinaria”.
Claudia Hidalgo, Milenio, 10 de septiembre.
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