Demoledor, César Camacho Quiroz definió como la “trilogía del desamparo” el combate a la delincuencia por parte del gobierno del presidente Felipe Calderón, que revela “deficiencia, demagogia y desorden”.
“Ese desamparo sentido por 70% de los mexicanos -según una encuesta de ayer- se acrecienta cuando un atemorizado Presidente de la República, con una mezcla de cinismo y evasión, dice que se suma a los reclamos ciudadanos cuando el destinatario es el poder público, muy especialmente él’’.
Los priístas aplaudieron fuerte a su correligionario en el arranque de las comparecencias ante el pleno de la Cámara de Diputados de los secretarios de Gobernación y de Seguridad Pública federal, y del procurador general de la República, Juan Camilo Mouriño, Genaro García Luna y Eduardo Medina Mora, respectivamente.
De refilón, enterado ya de que no va a renunciar al cargo, el mexiquense preguntó a Medina Mora si además de voluntad tiene, cuando menos, capacidad y agallas.
Quienes participan en el gabinete de seguridad, respondió el Procurador, no sólo tienen capacidad y agallas, “sino la determinación y el compromiso con México…’’
Para Javier González Garza, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara Baja y coordinador de los diputados perredistas, la de ayer fue una “comparecencia fallida’’, por el cúmulo de evasivas de los funcionarios a cuestionamientos concretos. En ello coincidió Emilio Gamboa Patrón, su homólogo del PRI.
Justificó por ello que el salón luciera vacío la mayor parte de las seis horas que duró la reunión.
“¡Reee-nuuun-cieeen!…’’, corearon al unísono los perredistas afines a Andrés Manuel López Obrador e interrumpieron a gritos a Mouriño; Horacio Duarte, presidente de la Mesa Directiva, hubo de llamarlos al orden hasta en siete ocasiones.
Juan Camilo afirmó: “No podemos titubear porque lo que quieren provocar, precisamente, es una discusión sobre si debe el Estado seguir adelante o si es tiempo de replantear o, incluso, de replegarnos. No hay cabida a un pacto con el narcotráfico. Hay una decisión firme del gobierno de enfrentarlo y lo habremos de hacer con toda la fuerza del Estado y con el apoyo de los demás órdenes y poderes del Estado mexicano’’.
García Luna aseguró que el combate a la delincuencia ha sido y será frontal; “no distinguimos si son policías, militares, o expolicías o exmilitares… cualquier delincuente que esté al margen de la ley será combatido sin excepción.
“Échele ganas en Morelia porque estamos de la chingada’’ -recomendó el michoacano priísta Ascensión Orihuela al secretario de Seguridad, a quien despidió de mano.
“Ese desamparo sentido por 70% de los mexicanos -según una encuesta de ayer- se acrecienta cuando un atemorizado Presidente de la República, con una mezcla de cinismo y evasión, dice que se suma a los reclamos ciudadanos cuando el destinatario es el poder público, muy especialmente él’’.
Los priístas aplaudieron fuerte a su correligionario en el arranque de las comparecencias ante el pleno de la Cámara de Diputados de los secretarios de Gobernación y de Seguridad Pública federal, y del procurador general de la República, Juan Camilo Mouriño, Genaro García Luna y Eduardo Medina Mora, respectivamente.
De refilón, enterado ya de que no va a renunciar al cargo, el mexiquense preguntó a Medina Mora si además de voluntad tiene, cuando menos, capacidad y agallas.
Quienes participan en el gabinete de seguridad, respondió el Procurador, no sólo tienen capacidad y agallas, “sino la determinación y el compromiso con México…’’
Para Javier González Garza, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara Baja y coordinador de los diputados perredistas, la de ayer fue una “comparecencia fallida’’, por el cúmulo de evasivas de los funcionarios a cuestionamientos concretos. En ello coincidió Emilio Gamboa Patrón, su homólogo del PRI.
Justificó por ello que el salón luciera vacío la mayor parte de las seis horas que duró la reunión.
“¡Reee-nuuun-cieeen!…’’, corearon al unísono los perredistas afines a Andrés Manuel López Obrador e interrumpieron a gritos a Mouriño; Horacio Duarte, presidente de la Mesa Directiva, hubo de llamarlos al orden hasta en siete ocasiones.
Juan Camilo afirmó: “No podemos titubear porque lo que quieren provocar, precisamente, es una discusión sobre si debe el Estado seguir adelante o si es tiempo de replantear o, incluso, de replegarnos. No hay cabida a un pacto con el narcotráfico. Hay una decisión firme del gobierno de enfrentarlo y lo habremos de hacer con toda la fuerza del Estado y con el apoyo de los demás órdenes y poderes del Estado mexicano’’.
García Luna aseguró que el combate a la delincuencia ha sido y será frontal; “no distinguimos si son policías, militares, o expolicías o exmilitares… cualquier delincuente que esté al margen de la ley será combatido sin excepción.
“Échele ganas en Morelia porque estamos de la chingada’’ -recomendó el michoacano priísta Ascensión Orihuela al secretario de Seguridad, a quien despidió de mano.
Rolando Ramos, El Economista, 24 de septiembre.
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