El Instituto Nacional de Migración (INM) rechazó explicar cada una de las presuntas irregularidades en que incurrió en el caso del estadounidense Ajani Waleed Peppers, a quien, a raíz de un trastorno mental, declaró apátrida.
La única información que ofreció respecto al caso, fue que Ajani no tiene aún fecha de repatriación pues, "por razones humanitarias", la Embajada de Estados Unidos le dará un trato especial para canalizarlo a una institución de atención psiquiátrica.
Sin embargo, reportó que este proceso no debe durar más de unos 10 días.
De acuerdo con la organización civil Sin Fronteras, entre otras anomalías que detectó fue que el INM clasificó al afroamericano con "nacionalidad indefinida", antes de proporcionarle atención psiquiátrica.
Asimismo, otorgó a Ajani un oficio de salida de la estación migratoria, dándole un plazo perentorio para dicha regularización, el cual, sin tener noticias de su lugar de origen era imposible de cumplir.
El INM no expidió un certificado médico a Ajani cuando dejó la estación por "no contar con médico de guardia" y lo obligó a firmar una constancia de no lesiones redactada en español, en la cual se advertía que estaba en "perfecto estado de salud".
Asimismo, omitió informar a Sin Fronteras que el afroamericano padecía de un problema de salud mental.
El INM, además dio órdenes contradictorias para tramitar su regularización migratoria, ya que estableció que debía hacerlo en la delegación de Jalisco, pese a haber salido de la del DF.
Según Sin Fronteras, el INM entregó un expediente incompleto, con muchos vacíos.
Aunque la organización pidió al INM su respaldo para internar a Ajani en un hospital psiquiátrico público, el instituto se negó por considerar que la responsabilidad con el extranjero terminó el 8 de octubre.
Una vez sabiendo que era estadounidense, el INM no agilizó el proceso de repatriación, como había solicitado de la organización civil.
Actualmente, Ajani se encuentra en la estación migratoria de Iztapalapa.
Silvia Garduño, Reforma, 14 de febrero.
La única información que ofreció respecto al caso, fue que Ajani no tiene aún fecha de repatriación pues, "por razones humanitarias", la Embajada de Estados Unidos le dará un trato especial para canalizarlo a una institución de atención psiquiátrica.
Sin embargo, reportó que este proceso no debe durar más de unos 10 días.
De acuerdo con la organización civil Sin Fronteras, entre otras anomalías que detectó fue que el INM clasificó al afroamericano con "nacionalidad indefinida", antes de proporcionarle atención psiquiátrica.
Asimismo, otorgó a Ajani un oficio de salida de la estación migratoria, dándole un plazo perentorio para dicha regularización, el cual, sin tener noticias de su lugar de origen era imposible de cumplir.
El INM no expidió un certificado médico a Ajani cuando dejó la estación por "no contar con médico de guardia" y lo obligó a firmar una constancia de no lesiones redactada en español, en la cual se advertía que estaba en "perfecto estado de salud".
Asimismo, omitió informar a Sin Fronteras que el afroamericano padecía de un problema de salud mental.
El INM, además dio órdenes contradictorias para tramitar su regularización migratoria, ya que estableció que debía hacerlo en la delegación de Jalisco, pese a haber salido de la del DF.
Según Sin Fronteras, el INM entregó un expediente incompleto, con muchos vacíos.
Aunque la organización pidió al INM su respaldo para internar a Ajani en un hospital psiquiátrico público, el instituto se negó por considerar que la responsabilidad con el extranjero terminó el 8 de octubre.
Una vez sabiendo que era estadounidense, el INM no agilizó el proceso de repatriación, como había solicitado de la organización civil.
Actualmente, Ajani se encuentra en la estación migratoria de Iztapalapa.
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