El Senado de Estados Unidos aprobó ayer la mayor reforma migratoria para la legalización de 11 millones de indocumentados que entraron al país desde 1986.
En una rara muestra de camaradería bipartidista, la cámara alta, controlada por los demócratas, aprobó el proyecto de ley con una votación de 68 a favor y 32 en contra, con 14 de los 46 republicanos uniéndose a los 52 demócratas y a dos independientes en apoyo a la medida.
La iniciativa, de más de mil páginas, pasa ahora a la Cámara de Representantes, donde muchos legisladores republicanos ya han advertido que no permitirán que el proyecto de reforma migratoria aprobado ayer se convierta finalmente en ley, si previamente no introducen enmiendas mucho más duras para que los inmigrantes obtengan la ciudadanía.
Los republicanos son mayoría en la cámara baja (234), pero los demócratas (201) apenas necesitarían el voto favorable de 17 adversarios republicanos para que la iniciativa prospere y pueda ser firmada por el presidente Barack Obama.
“Ahora le toca a la Cámara”. Tras conocer desde África el resultado de la votación en el Senado, Obama dijo en un comunicado: “Hoy, el Senado cumplió con su tarea. Ahora le toca a la Cámara de Representantes hacer lo mismo”.
El presidente demócrata, que prometió la reforma al electorado hispano durante las campañas de 2008 y 2012, pidió la ayuda de la opinión pública para frenar cualquier esfuerzo por torpedear la iniciativa.
“Tenemos una oportunidad única de corregir nuestro maltrecho sistema de inmigración de forma que defienda nuestras tradiciones como nación de leyes y nación de inmigrantes. Sólo necesitamos que el Congreso complete su labor”, puntualizó.
Frontera sellada. La reforma negociada por el “Grupo de los ocho” —cuatro senadores demócratas y cuatro republicanos— fue posible tras ceder los demócratas en una decena de enmiendas planteadas por los republicanos, todas tendentes a sellar la fronteriza, con un incremento drástico del número de agentes y de kilómetros de barda, así como medidas más contundentes para controlar futuros flujos migratorios.
La reforma refuerza la vigilancia fronteriza con un plan de 46,000 millones de dólares que incluye la duplicación a 40,000 del número de agentes fronterizos, muros en 1,126 kilómetros, y el uso de aviones no tripulados.
“¡Sí se puede!”. El voto, presidido por el vicepresidente de EU, Joe Biden, fue aplaudido por activistas apiñados en la galería del hemiciclo y que, pese a las advertencias de mantener silencio, gritaron la consigna de “¡Sí se puede!”, eslogan de campaña del presidente Obama, en señal de celebración.
Votando desde sus escritorios y con los 100 senadores presentes, una tradición reservada para decisiones de gran trascendencia, tanto demócratas como republicanos ofrecieron a lo largo del día apasionados discursos.
“Es una legislación histórica que asegurará nuestras fronteras y ayudará a once millones de personas a legalizarse”, dijo el líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, en un discurso en el que se atragantaba de la emoción.
Horas antes del voto, el presidente de la Cámara Baja, el republicano John Boehner, tiró un cubetazo de agua fría a la reforma, al asegurar que ese órgano legislativo debatirá su propia medida para, ante todo, reforzar la seguridad fronteriza.
La Cámara baja “no va votar lo que apruebe el Senado”, advirtió y anunció que se reunirá el próximo 10 de julio para analizar su estrategia.
La Crónica, 28 de junio.
El Senado de EU aprueba reforma migratoria a cambio de sellar la frontera
Reforma Migratoria Medios México viernes, 28 de junio de 2013 0 comentarios
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