Rechaza el CCE una reforma hacendaria sólo recaudatoria

Una reforma solamente recaudatoria corre el riesgo de que en un clima de desaceleración económica se provoque una recesión con secuelas en el largo plazo, señaló el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Gerardo Gutiérrez Candiani, a manera de respuesta luego que un día antes el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, anunciara que se proyecta una reforma progresiva, redistributiva por la vía fiscal.

El dirigente de los empresarios señaló que la reforma no puede ser solamente recaudatoria, sino que deben contemplarse otros aspectos, como promoción del crecimiento, inversión, empleo y que “considere un gasto eficiente, rendición de cuentas transparente”.

Según los planes de  la Secretaría de Hacienda, junto con la propuesta de presupuesto para el año próximo enviará al Congreso la reforma hacendaria, que tendrá como objetivo una mejor redistribución  del ingreso, vía fiscal, en donde pague más el que más tiene.

El Consejo Coordinador Empresarial dio a conocer su postura y se manifestó por unos cambios de fondo y estructural; “que sea integral; que promueva el crecimiento y la competitividad con estabilidad macroeconómica, y con equidad”.

Gutiérrez Candiani afirmó que la desaceleración económica mundial y que obligó al gobierno a ajustar su pronóstico de crecimiento para este año de manera dramática al pasar del 3.1 a 1.8 por ciento del PIB, confirma la visión sobre la urgencia de cambios que ataquen de raíz las causas del estancamiento económico que vive México.

Ante tal escenario, el CCE propone que sea una  reforma de fondo y estructural, que queden en el pasado las misceláneas fiscales o ajustes provisionales que sólo prolongan un sistema hacendario con vacíos y contradicciones. “Tiene que ser integral, incluyente de sus dos partes constitutivas y que son la elaboración de presupuestos y el ejercicio del gasto e inversión del gobierno; y la recaudación de los ingresos necesarios para sus metas”.

Subrayó de inaceptable que la reforma sólo gire en una mayor aportación de los contribuyentes cautivos y no se considere un esquema viable para aumentar la base de contribuyentes. “Debe ser promotora del crecimiento y la competitividad, con estabilidad macroeconómica, si se considera que México compite en una economía global”.

Advirtió que se requiere también que las tasas impositivas y la carga administrativa de las obligaciones fiscales sean competitivas en relación con las de otros países, para fomentar una mayor inversión, facilitar la creación de empleos formales y el desarrollo de empresas productivas.

Julio Brito, La Crónica, 30 de agosto.