IMAGEN PÚBLICA: Roberto Madrazo: ¿Político, maratonista o táctica mediática?



Cuando Roberto Madrazo Pintado se inscribió para competir en el Maratón de Berlín en la categoría amateur 55-59 años no imaginó el revuelo que sus consecuencias provocarían en la prensa mexicana. Los lectores han solicitado este seguimiento temático, con el que –junto con el de Vicente Fox- inauguramos la sección de “Imagen Pública”. Volviendo al maratón, cabe destacar que en un primer momento al menos una parte de la prensa dio por bueno el triunfo del tabasqueño, a juzgar por el comentario de Fray Bartolomé de Reforma, del miércoles 3 de octubre:

CORRE, ROBERTO, CORRE... El tabasqueño Roberto Madrazo sigue imponiendo marcas como corredor de maratón.
ESTA VEZ fue en el de Berlín, en el que quedó en primer lugar de la categoría de 55 años con un tiempo envidiable de 2 horas, 40 minutos y 57 segundos.

Fue el mismo periódico el que, a partir del jueves 4, dio un puntual seguimiento a la descalificación a la que se hizo acreedor Roberto Madrazo. De hecho, la fotografía que ilustra este espacio corresponde al portal de reforma.com. En días subsiguientes, como para corregir el error, publicó el mayor número de notas sobre el tema. Sin embargo, fue hasta el sábado 6 que el hecho fue abordado por columnistas y articulistas. A continuación, 52 comentarios sobre el tema.

LOS HECHOS.
Para quien no se enteró, todo indica que Madrazo hizo trampa: el sistema que mide el tiempo de los corredores no “vio” a Madrazo durante 15 kilómetros, Madrazo redujo su tiempo en una hora respecto a otras carreras en este año, y el mapa de la carrera, que indica dónde se perdió Madrazo, hace sospechar que se brincó del kilómetro 20 al 35, donde la ruta se acerca.
El problema no es, para mí al menos, el “salto” en sí mismo, aunque para cualquier maratonista sea casi un pecado; me parece peor la celebración del ex candidato. No había dinero de por medio ni fama ni está buscando votos ¿Por qué un admirable maratonista como Madrazo celebra haberse transado a sí mismo? La verdadera respuesta, por supuesto, está en el diván de su terapeuta; pero no puedo dejar de pensar que estas cosas nos pasan con demasiada frecuencia a los mexicanos y que tal vez, otra parte de la respuesta está en el colectivo.
No existe un gen de la transa, de la simulación o de la corrupción. No es algo que se traiga en la sangre o que nos lo entreguen con el acta de nacimiento. El impulso por hacer trampa tampoco es, ni mucho menos, único de los mexicanos.
Carlos Puig, “Historias del más allá”, Milenio, 6 de octubre.

Tramposo y figura... hasta la sepultura. Qué bárbaro: Roberto Madrazo, ex candidato a la Presidencia de la República, por fin ganó: pero lo hizo con transas (¿qué más se podía esperar? Le hubiéramos advertido a los maratonistas berlineses que bien podían llevarse una desagradable sorpresita).
Resulta que, luego de poco más de un año de ausencia, Madrazo volvió a las noticias el domingo pasado, cuando participó en el Maratón de Berlín (que ya le dicen Maratón de Merlín). Y es que, para ¿sorpresa? de todos, con un tiempo récord de dos horas 40 minutos, llegó en primer lugar en su categoría de 55 a 59 años. Y es precisamente aquí donde está el detalle de su triunfo deportivo, pues, según el cronometraje, se vio que hubo, como dicen por ahí, mano negra. Pues se detectó que durante 15 minutos el ex candidato priista se había desaparecido para después ganar. Como que “cortó camino”, pues. Lo cual resulta casi hilarante, pues en este maratón se registran los tiempos de todos los corredores, con base en un chip que cada competidor trae en el tenis.
Yuriria Sierra, “Nudo gordiano”, Excélsior, 6 de octubre.

AUNQUE el comité organizador del Maratón de Berlín le quitó a Roberto Madrazo su primer lugar en la categoría de 55 años, dicen por ahí que el ex candidato no saldrá de la capital alemana con las manos vacías.
Y ES QUE, después de lo ocurrido, se ha hecho más que merecedor del Oso de Oro que entrega la Berlinale.
Fray Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 6 de octubre.

En una competencia donde participan más de 40 mil personas, la pregunta sería: ¿de verdad ganó el primer lugar de su categoría?, ya que, por donde se le quiera ver, resulta poco creíble, ni el etíope Haile Gebrselassie, quien tiene un récord mundial con dos horas, cuatro minutos, 26 segundos. Y más se alimentan las sospechas de que hizo trampa porque el tiempo que registró no es el mismo que ha mantenido en otras competencias de esta índole, ni en la de San Diego ni en la de Londres. Hasta el titular de la Comisión de Fondo de la Federación Mexicana de Atletismo (FMA) dijo que “el tiempo registrado por Madrazo es irreal, que una persona entre 55 y 59 años de edad no puede bajar 60 minutos de un maratón a otro y menos cuando ha corrido dos”. Asunto que entre los distintos partidos políticos mereció críticas: empezando por el suyo, el PRI: Dulce María Sauri señaló que era un episodio más de los engaños del tabasqueño. Y también en Acción Nacional: el ex senador panista Javier Corral expresó que, de confirmarse, podría hacerse una comparación con la vida política de Madrazo.
Yuriria Sierra, “Nudo gordiano”, Excélsior, 6 de octubre.

En Alemania causó sorpresa que Roberto Madrazo, ex presidente del PRI, diputado y gobernador por el mismo partido, hubiera corrido 15 kilómetros del Maratón de Berlín en 21 minutos. Al revisar los dispositivos electrónicos que se colocan en los zapatos de los competidores se encontró que el tabasqueño estuvo perdido del kilómetro 20 al 35. Dicho de otra manera, el priísta eligió un atajo, hizo trampa, pues. Madrazo no corría por dinero ni por medallas, sólo por gusto, así que la pregunta es inevitable: ¿hizo trampa por costumbre?
“Binoculares”, El Gráfico, 9 de octubre.

Hablamos ayer con integrantes del círculo cercano a Roberto Madrazo. Nos confirman que el tabasqueño no va a hacer ningún comentario sobre las acusaciones de “tramposo” que en estos días le llueven en los medios de comunicación, por su actuación en el Maratón de Berlín.
El ex candidato presidencial fue informado puntualmente del escándalo provocado por el supuesto atajo que tomó para ganar la carrera en su categoría (55 años o más) cuando ya se encontraba en Londres. “No le puso mayor interés. ¿Primer lugar, yo? ¿De qué? Nos preguntó. Ya después nos dijo que no va a decir nada, que él ya no es parte del debate”.
No se entiende la actitud de Madrazo de no salir al paso de las acusaciones de “tramposo” que le hacen en los diversos medios de comunicación, a menos que todo lo que se dice sea verdad (¿lo es, Roberto?) y que haya querido aparecer como triunfador, muy al estilo de Marion Jones.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 9 de octubre.

La Sección de Inteligencia y Contraespionaje de esta columna, sabe de buena fuente que sólo hay tres razones posibles que hicieron que Madrazo haya brincado del kilómetro 20 al 35 en tan sólo 21 minutos.
Una es que fue sustituido por su hijo; otra es que haya tomado un taxi, y en 15 minutos volvió a integrarse al maratón. La tercera, y al parecer más real, es que se teletransportó...
Sea como sea, el coordinador de los diputados del PRI, Emilio Gamboa, dijo que lo de Madrazo "fue un error, es una vergüenza. Hay que ver qué pasó".
Por eso va a formarse una comisión investigadora sobre el caso; si la velocista gringau Marion Jones devolvió ayer sus cinco medallas olímpicas por tramposona, estaría bien que Madrazo ofreciera, mínimo, disculpas...
Eva Makívar, “La creme dela creme”, El Financiero, 9 de octubre.

Con pleno desconocimiento de las tradiciones electorales mexicanas, los organizadores de un maratón berlinés han decidido descalificar –lo cual no deja de ser un pleonasmo político– al experimentado corredor de fondo (y de fondos) Roberto Madrazo Pintado, a cuyos zapatos deportivos se les cayó oportunamente el sistema durante quince kilómetros, lo que hizo que el orgullo nacional Mapache se esfumara electrónicamente de la ruta de competencia pero sin impedir que más delante, a la hora del cierre de casillas atléticas, el siempre sonriente ex candidato apareciera en la línea de meta con los brazos en alto, celebrando con luego demostrada falsedad su hazaña de terminar en inmejorable condición física una más de las carreras de resistencia a las que ahora dedica su muy considerable tiempo libre. Fríos e insensibles, los germánicos organizadores han anunciado que la presunta proeza del licenciado Madrazo no vale, sin tomar en cuenta su esforzado historial de faenas similares (en Tabasco, por ejemplo, se hizo declarar gobernador sin haber triunfado de verdad, valido de decenas de millones de dólares gastados en campaña para comprar votos como quien se roba kilómetros de maratón; luego fue candidato presidencial falsamente competitivo, pues su función consistió en allanar el camino a una derecha empeñada en cerrar el paso a cualquier costo a una opción de izquierda ligera)
Julio Hernández López, “Astillero”, La Jornada, 9 de octubre.

¿Qué hizo este sorprendente fondista para recortar su tiempo en una tercera parte?
Eso lo estaban analizando los estudiosos alemanes de la medicina deportiva, cuando los organizadores del maratón de Berlín lo descubrieron: el corredor número 33751, Madrazo, no había recorrido los 42 kilómetros 195 metros reglamentarios, pues en el veinte se esfumó para reaparecer en el 35, y desde ahí llegar a la meta arropado con gruesa chamarra y bufanda, celebrando feliz, levantando los brazos como triunfador, mientras los demás competidores llegaban exhaustos, con la camiseta empapada, pegada al cuerpo, y cerrando su cronómetro de muñeca.
Los quince kilómetros que burló Madrazo son una tercera parte del maratón, que corresponde a la misma tercera parte del tiempo, una hora, que “bajó” el ex candidato presidencial del PRI.
Joaquín López Dóriga, “En privado”, Milenio, 10 de octubre.

Mire usted dónde y en qué circunstancia le vino a suceder a Madrazo otro efluvio de lealtad a su naturaleza arácnida: ante representantes de la prensa deportiva mundial en el término del muy famoso maratón de Berlín, cuando el derrotado candidato presidencial mexicano se topó a la oportunidades de ¡actuar chueco ante los ojos de los más de seis mil millones de seres humanos que habitan en este mundo..! ¡La culminación del éxito.., el logro de la inmortalidad..!
Y no se aguantó. Salió de la ruta, trotó hacia el norte por donde sigue la ruta del maratón berlinés luego de una larga vuelta en u; se reintegró a la carrera pero en otro pelotón de maratonistas más capaces que los anteriores y con ellos llegó a la meta, abiertos los brazos, el rostro en éxtasis, el alma en vilo. Había triunfado, pero no por cruzar la meta primero que nadie, eso no era lo importante. Allá en México tarde que temprano trascendieron todas sus chuequeces, desde triquiñuelas hasta canalladas. Supo muy bien alimentar su fama siendo fiel a sus impulsos, pero ese había sido el ámbito nacional así conquistado. Faltaba el internacional.., ¡y por fin lo había logrado..!
Leopoldo Mendívil, Crónica Confidencial, Crónica, 10 de octubre.

En el opuesto Roberto Madrazo y su incontrolable e impune cleptomanía. Hoy de robarse las cámaras y la nota (del mayor oso) en la maratón de Berlín que ha dado la vuelta al mundo. No le ha sido suficiente para su expediente personal y su árbol de moras haberse robado a lo largo de su vida urnas, elecciones, votos y billete.
No, no, Roberto necesitaba más. Su naturaleza se lo exigía. For the record, pues.
Marcela Gómez Zalce, “A puerta cerrada”, Milenio, 10 de octubre.

La anécdota provoca risa: en la maratón de Berlín, el ex candidato del PRI a la Presidencia, ex gobernador de Tabasco, ex presidente de su partido, Roberto Madrazo hizo trampa. Acabó en primer lugar de su categoría, recibió la medalla y el diploma para que después se supiera que había tomado un atajo en un tramo del recorrido y lo que debió tomarle 15 kilómetros lo hizo en 900 metros.
Más allá de lo hilarante que puede resultar un final de carrera como ese —nadie puede pensar ya en Madrazo como un político en activo, pero aparecer de nuevo en los periódicos, después de su alucinante libro donde nos muestra cómo todos sus fracasos son atribuibles a sus enemigos, con un numerito como éste resulta de pena ajena— el asunto merece algún detenimiento en el análisis.
Jorge Javier Romero, Crónica, 10 de octubre.

Y no entiendo la necesidad de trampear en un maratón, donde los especialistas dicen que la competencia es con uno mismo; tampoco comprendo la expresión de felicidad de la foto en la meta, cuando sabía el engaño de no haber cumplido el maratón completo al robarse esos quince kilómetros; y menos entiendo para qué lo hizo: si por el gusto de ganar o por su debilidad por la trampa.
Lo cierto es que al ser descubierto ha recibido la sanción social, la deportiva de los organizadores también pero, sobre todo, la moral, al ser señalado como el ex candidato de la trampa.
Le busco y no puedo encontrar una explicación a su conducta. Lo que sí sé es que a él no le preocupa mucho, según narró Ciro Gómez Leyva, con el que coincidió en la desnuda sinceridad de las regaderas del Sport City, a su regreso sin gloria de Berlín.
Un especialista en esto del correr le daba el beneficio de la duda, “se estaba preparando para otro maratón —me dijo–. Otros lo hacen, pero no son Madrazo”.
Y ahí está el punto: fue Madrazo y esta conducta embona con su imagen.
Si no, baste con preguntarse: ¿Y tú, le crees a Madrazo?
Y el que debe estar feliz es Fox. Es turno de Madrazo.
Joaquín López Dóriga, “En privado”, Milenio, 10 de octubre.

El hombre reconoce que sus tiempos de maratón han sido en un rango entre tres horas 14 minutos y tres horas 54 minutos. Nunca dos horas 40 minutos. “Tiempo imposible de alcanzar a los 55 años”, advierte.
“Quiero ser categórico al decir que jamás me declaré vencedor en Berlín con este último tiempo manejado por los medios ni recibí medalla por ese supuesto primer lugar”, puntualiza. Eso es cierto.
El ex candidato presidencial dice que le resulta curioso que, ahora que es un ciudadano común, los medios le hayan puesto tanta “dedicación y esmero” a este asunto. “La explicación es clara. Es política”, dice.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 11 de octubre.

LO DE LA MEDALLA, TAMBIÉN…
Todo el que participa en estos eventos sabe que al final, termines o no la competencia, con tu número, pasas a las mesas que están después de la meta y ahí te entregará tu medalla, no necesitabas cruzar la meta. Tú lo sabes por experiencia.
Alfredo Domínguez Muro, Crónica, 12 de octubre.

LAS CONSECUENCIAS.
De manera que no sólo en el ámbito político es señalado como tramposo: en el terreno deportivo se estrena oficialmente en esta misma categoría: ¡transa! Y es que, si recordamos su carrera política rumbo a la Presidencia de la República, tampoco fue muy limpio que digamos en sus respectivas competencias: uno de los problemas que enfrentó y abrió grietas en el interior de su partido fue el surgimiento del Tucom, grupo que fue integrado por gobernadores de diversos estados con el fin de oponerse a la candidatura de Madrazo, para finalmente quedar él como candidato del PRI, lo cual generó poca credibilidad en la ciudadanía, al grado que en este escenario su partido fue arrastrado por la figura de Roberto Madrazo a un tercer lugar como fuerza política en el país. Por lo que lamentablemente no resulta nada novedoso ni sorprendente que, como en una competencia política, haya hecho trampa en una contienda deportiva, donde ni siquiera en este asunto en el que tiene un importante historial de competencias se escapa de la mala imagen que se ha ganado, durante todos estos años.
Pero acaso lo más gacho de todo es la imagen a nivel internacional que esto deja de los mexicanos: que el cuate que durante más de cuatro años dirigió un partido político (el Revolucionario Institucional) y más tarde fue su candidato a la Presidencia sea un vil tramposo con su nueva marca marca “llorarás de vergüenza” nos debería obligar a decirle a los cuatro vientos de la comunidad internacional: ¿Tú le crees a Madrazo? Yo tampoco, ¡lo juro!
Yuriria Sierra, “Nudo gordiano”, Excélsior, 6 de octubre.

LOS MEXICANOS que sienten vergüenza porque un compatriota haya hecho trampa en un maratón podrían tener un consuelo.
EN VARIAS de sus carreras -como las de San Diego y San Francisco este año- Roberto Madrazo se ha inscrito con su dirección de Aventura, Florida, en el condado de Miami-Dade. Para la historia, más que mexicano, podría pasar por pasaporteado.
Fray Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 7 de octubre.

En vez de celebrar que un mexicano sea fiel a su naturaleza, sin caer en la tentación de los chaqueteos y los arrepentimientos, nuestros críticos profesionales se han dedicado a denostarlo. O sea, no sólo no reconocen su inteligencia (en vez de meterse anabólicos que podrían poner en peligro su templo corporal como Marion Jones, mejor tomó varios atajos, agarró un taxi y llegó fresco a la meta; como que dijo: si de todos modos me van a quitar la medalla como a la campeona olímpica, por lo menos hay que evitar la fatiga), sino que lo acusan de transa profesional, corrupto por convicción y vicioso de la trácala.
O sea, qué injustos. Nomás por su espíritu competitivo y su empeño en ganar de cualquier forma (luego de las elecciones de Oaxaca, se ve que ha sido un gran mentor de Ulises Ruin), quieren crucificar a don Rober como en cena de negros blanquiazules (neta, los ajustes de cuentas panistas hacen ver ultracivilizados a los perredistas) e incluso cesarlo en el peor estilo americanista cual Fernando Tena de la real politik. Bueno, incluso ya los más bárbaros quieren hacerle auditoría. Ni que fuera Fox. Digo, con toda probabilidad debe tener ranchos del tamaño de Chihuahua, pero jamás caería tan bajo como para presumirlo públicamente.
¡Madrazo, amigo, los mapaches están de luto!
Jairo Calixto Albarrán, “Política Cero”, Milenio, 8 de octubre.

El fraude deportivo del maratonista Roberto Madrazo ya adquirió dimensiones de problema de Estado.
Emilio Gamboa le tomó el pulso a la opinión pública y concluyó que el tabasqueño debe darle explicaciones “a la familia Madrazo, al PRI y ¡a México!”.
Y en Berlín bautizaron al ex candidato presidencial como “Campeón Mundial del Fraude”.
Es una lástima, porque con su hazaña deportiva el priista desató un escándalo sabroso e inocuo, muy distinto de los espesos casos de corrupción a que nos tenía acostumbrado.
Pepe Grillo, Crónica, 9 de octubre.

Una vez que los organizadores de la competencia descalificaron a Madrazo, el coordinador de los diputados del PRI, Emilio Gamboa, calificó lo ocurrido como una vergüenza, y pidió al ex candidato dar explicaciones, pero enfatizó que el de Tabasco no participó representando al PRI, sino a sí mismo
“Binoculares”, El Gráfico, 9 de octubre.

Van a formar el nuevo Tucom, o mejor aún, el Matucom (Maratonistas Unidos contra Madrazo..., unos dicen que no es tema, otros, que es tema más...
Nueva respuesta
Por cierto, ¿ustedes le creen a Madrazo?
Alemania tampoco...
Eva Makívar, “La creme dela creme”, El Financiero, 9 de octubre.

Me lo encontré ayer en las regaderas del club, como tantas mañanas en los últimos años. Me sorprendió ver a Roberto Madrazo sonriente en el vestidor intercambiando las bromas de siempre con los amigos de siempre. Como si nada hubiera ocurrido. En el Sport City de Plaza Loreto él es de los más populares y jamás le he visto la intención de recibir un trato preferencial. En el club, donde se entrena para los maratones, él es uno más.
Le pregunté si iba a decir algo. Se encogió de hombros y me dijo que no. Insistí, pero me volvió a decir que no y nos quedamos charlando unos minutos sobre la Potsdamer Platz de Berlín y los trenes alemanes.
Horas más tarde, Emilio Gamboa, su compañero de elecciones hace un año, reclamaba en la radio que, por sus trampas en el Maratón de Berlín, Madrazo le debía una explicación a su familia y a México. ¡A México! Yo si acaso le preguntaría cómo había bajado su récord estándar de tres horas y 45 minutos, a uno profesional de 2 horas y media.
Ciro Gómez Leyva, “La historia en breve”, Milenio, 9 de octubre.

Ahora, Madrazo no tiene por qué mentir negando la verdad. ¿Dictar otro libro lleno de sandeces evidentes para que todo lector medianamente enterado reconozca las falsedades? Ya no. Si lo sabía Dios y también México, ¿por qué no hacerlo saber al mundo..?
Por ello está bien que el diputado Emilio Gamboa Patrón haya demandado a Madrazo que dé una explicación al PRI sobre su proceder en Berlín, pero es imprescindible complementar la idea del coordinador priista en la Cámara de Diputados en el sentido de que, inmediatamente después de la disculpa madracista, el priismo en masa presente disculpas a México entero por haberle propuesto ese candidato presidencial tan honesto con sí mismo, pero tan traidor con los demás…
Leopoldo Mendívil, Crónica Confidencial, Crónica, 10 de octubre.

En los comederos políticos de los priistas se comenta que andan inflamados de coraje por las trampas que hizo Roberto Madrazo, lo que le dio al PRI una pésima imagen y ya hasta piensan pedirle su renuncia al partido, ya que dicen “No ganamos para vergüenzas, si hubiera sido Presidente de la República, las trampas que nos hubiera hecho”…
Yazmín Alessandrini, “Circo Político”, Crónica, 10 de octubre.

Roberto Madrazo sí hizo trampa en el maratón de Berlín. Los organizadores ya desconocieron su triunfo, y se le conoce ya como “el hombre más rápido de México”.
Aquí, el perredista Javier González Garza dijo que eso de querer ganar ya es una enfermedad para el tabasqueño; Emilio Gamboa le recomendó pedir disculpas a su familia, a los mexicanos y a sí mismo.
Yo debo reconocer algo: me encanta Madrazo. ¿Quién otro se atrevería a hacer algo así? ¿Qué haríamos sin notas como estas que nos permiten reírnos, burlarnos? ¡Gracias, Madrazo!
Eso sí, le recomiendo que para la otra lleve un spray o toallitas mojadas para aparentar que está sudando. Que luego de tomar su atajo, uno de sus asistentes, con camuflaje de repartidor de Gatorade, le detenga la sudadera y la cachucha. Y que finja —no le costará trabajo— que sufre de calambres…
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, El Universal, 10 de octubre.

¿PARA QUÉ LO HICISTE?...
La respuesta sólo tú la sabes. En varias ocasiones me he encontrado contigo cuando has salido a correr en una de ellas hasta nos detuvimos a platicar en una visita que tuve a Williams Island en Miami y ahí te lo comenté: reconozco tu capacidad y condición físico atlética como corredor y maratonista y por esto desconcierta tu actitud.
Alfredo Domínguez Muro, Crónica, 12 de octubre.

LA RESPUESTA DE MADRAZO.
Roberto Madrazo se dejó ver muy risueño en el restaurante La Chimenea, del hotel Presidente Intercontinental, en compañía de su amigo Manlio Fabio Beltrones. El tabasqueño, además, rompió el silencio que se había autoimpuesto frente al escándalo suscitado por su supuesta trampa en el Maratón de Berlín.
El retirado político tabasqueño no sólo se sintió obligado a mostrarse en ese lugar de grillos, junto a su poderoso y leal amigo, sino que dio su versión de los hechos, en un comunicado dirigido a los integrantes de la comunidad deportiva mexicana porque, dice, “ellos sabrán comprender mejor que nadie” sus palabras.
Madrazo jura y perjura que llegó a la capital de Alemania lastimado por el exceso de carga física. Explica que, a lo sumo, se deben y pueden correr sólo entre dos y tres maratones por año. El corrió siete desde octubre de 2006.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 11 de octubre.

Ahora resulta que cuando Madrazo atravesó la meta en el Maratón de Berlín con los brazos en alto, no lo hizo para ostentarse como ganador, sino que iba por su maleta.
Habrá que reconocer que el tabasqueño, también tiene mucha imaginación.
Los más enojados con toda esta situación son los militantes priistas, porque en menos de una semana, Madrazo ofreció una explicación “a los deportistas del país” sobre lo sucedido en Berlín.
En cambio, ya pasó más de un año de que llevó al PRI al tercer lugar como fuerza electoral, y no ha dado la cara para explicar a su partido el porqué de ese lamentable papel que jugó en las elecciones del 2006.
Pepe Grillo, Crónica, 11 de octubre.

“Me hice ver por los médicos unos días antes de salir para Alemania, los doctores Nicolás Zarur y Luis Hernández pueden dar cuenta de ello. Lo recomendable era descansar. Pero no me lo quise perder, y me fui a Berlín. Resultado: tuve que parar en el kilómetro 21, y me fui directo a la meta por mi ropa y mi medalla de participación, misma que se entrega a todos los corredores sin excepción”, asegura.
En Arsenal no estamos en el ánimo de sumarnos al linchamiento mediático contra este hombre, juzgado y condenado por su pasado, pero hacemos notar que las imágenes de su llegada a la meta, repetidas hasta la saciedad en las pantallas de televisión, no encajan con esta versión.
Las pantallas nos muestran un Madrazo sonriente, los brazos en alto, como si festejara una hazaña personal. No parece un hombre cansado, disminuido, mucho menos lesionado. Tampoco sabemos por qué se atrevió a cruzar la meta si, como él mismo confiesa, ya había abandonado la justa.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 11 de octubre.

La respuesta absurda que Roberto Madrazo antepone a la mofa internacional que de él hacen en México y en Alemania por haber hecho trampa en la carrera de Berlín, solamente confirma su naturaleza: un hombre que siempre ha vivido en el autoengaño...
Martín Moreno, “Archivos del poder”, Excélsior, 11 de octubre.

ROBERTO MADRAZO. NO DE QUE IBAS POR TU ROPA…
Tú apelas a quienes conocen o participan en maratones o competencias similares. Tú sabes que nadie compite con esas licras, chamarrota, sudadera con cuello de tortuga, cachucha y hasta la cangurera para los documentos. Esa ropa es la que suele utilizarse para llegar a la arrancada, correr esos veintitantos que dices que si hiciste, en esa ropa, nomás no checa
Alfredo Domínguez Muro, Crónica, 12 de octubre.

Madrazo, lo escribí el martes, es hoy, guste o no, un ciudadano común y corriente que no estaba obligado a dar una explicación pública de su paso por el Maratón de Berlín. Por más que griten los “buenos”, los que desde su supuesta superioridad moral creen que marchan siempre por el lado luminoso de las avenidas.
Ciro Gómez Leyva, “La historia en breve”, Milenio, 11 de octubre.

Que el priista haya tomado el camino corto del Maratón de Berlín —fueron tan buenos los atajos que ya los hubieran querido los disidentes del socialismo real y saltarse olímpicamente la Puerta de Brandenburgo— para llegar antes que los kenianos no me asusta ni me pone histérico como a muchos (bueno, los organizadores de la carrera lo vetaron de su pinchi maratoncito como si el tabasqueño hubiera ayudado a los rusos a bombardear el búnker de Hitler). De hecho, es lo normal en alguien de su historia, y en todo caso lo insólito hubiera sido que cual Marion Jones reconociera su triquiñuela; lo que sí me perturba es que este prócer apareciera en cámaras como si fuera parte del show Sólo para mujeres.
Por eso y muchas cosas más, se me hizo un exceso que Madrazo saliera a dar explicaciones con un comunicado que, para colmo, sólo tiene como destinataria a la comunidad deportiva mexicana, suponiendo que ésta sabrá comprenderlo. Tristemente está equivocado, la abultada mayoría de los deportistas que no tienen para comprarse anabólicos son muy puritanos —su héroe es el sargento Pedraza, por Dios—, y lo repudian por dejar al maratonismo como Maurer y Ruiz Esparza (en la cancha era bueno para poner los tacos por delante) pusieron al futbol. Pero sobre todo, el texto no tendría que convencernos de su inocencia, algo irrelevante, sino de explicar con lujo de detalle dónde estuvo el error. Un amo en el arte del engaño como Madrazo estaría obligado con las nuevas generaciones y mostrarles el camino para que en los maratones venideros nunca más otro mexicano tricolor sea agarrado con las manos en la masa.
Jairo Calixto Albarrán, “Política cero”, Milenio, 11 de octubre.

Dice Madrazo que en ningún momento pretendió otorgarse el tiempo récord de dos horas y 40 minutos en el maratón de Berlín y que tampoco le dieron los organizadores medalla alguna por tan portentosa hazaña; y añade que no correr el maratón en su totalidad es una práctica frecuente en los competidores aficionados. Vaya usted a saber, señor. A lo mejor estamos siendo tremendamente injustos en los burlones juicios que le dedicamos al antiguo candidato presidencial del PRI. También es cierto que las noticias se pueden distorsionar de la manera más abusiva y que las personas –todas, las públicas y las privadas— se encuentran particularmente indefensas ante las embestidas de una prensa inescrupulosa, descuidada y sedienta de sangre. Para mayores señas, lean ustedes esa entrevista que no le publicaron en su momento a Adolfo Suárez, el primer presidente del Gobierno español luego de la dictadura franquista: sus comentarios sobre el tratamiento de la información deberían de ser materia obligada en todas las escuelas de periodismo. A estas alturas, es un hecho que la responsabilidad periodística no se ejerce con el rigor que merecen las víctimas eventuales de los señalamientos, acusaciones y rumores que lanzan los medios.
Román Revueltas Retes, “Interludio”, Milenio, 11 de octubre.

El extraño caso de la cleptomanía política de Roberto Madrazo que dio la vuelta al mundo originó uno de sus distintivos comunicados, dirigido a la comunidad de deportistas (jajajaja... perdón), donde da ocurrentes excusas sobre inexistentes lesiones durante la maratón de Berlín y de paso insulta la inteligencia del respetable. El pícaro de Roberto que no tiene remedio. Entre más se mueve... más se hunde.
Marcela Gómez Zalce, “A puerta cerrada”, Milenio, 11 de octubre.

LO DE LA PERSECUCIÓN POLÍTICA, TAMBIÉN…
Ni modo que los del REFORMA (los primeros en sacar esto a la luz) hayan mandado un fotógrafo a perseguirte. En todos los maratones y carreras bien organizadas, se sube al internet la fotografía contínua de todos los participantes al arrancar y al terminar la competencia así como los tiempos parciales de cada corredor. Para eso es el chip, tomando en cuenta que cada quien compite por su propio tiempo y esa es la satisfacción personal que le queda al atleta. Cualquiera que tuviera curiosidad, como ocurrió con los del REFORMA, se podrían dar cuenta de esto.
Alfredo Domínguez Muro, Crónica, 12 de octubre.

El ex candidato presidencial Roberto Madrazo ha ofrecido finalmente su versión de lo ocurrido en el maratón de Berlín del 30 de septiembre. En una carta niega haber tratado de hacer trampa en la carrera y atribuye la acusación y la intensa cobertura informativa a un complot para obstaculizar la labor de su fundación Maratón. Pero si no trató de hacer trampa, ¿por qué no corrigió desde un principio la información que lo colocaba como ganador de la categoría de 55 a 59 años con un tiempo récord? ¿Por qué fue necesario que el periódico Reforma publicara las pruebas de que se había saltado dos etapas para explicar lo ocurrido? Más bien parece que los tabasqueños sólo pierden porque hay un compló en su contra.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 11 de octubre.

En un comunicado, el ex candidato a una medalla en el maratón de Berlín, y claro, a la Presidencia de la República, dio su versión.
Que todo lo que se ha dicho en torno a su participación en esa justa deportiva es parte de un complot:
—(El ataque) responde esta vez al propósito de restarle credibilidad y apoyos al proyecto social que tengo en marcha y con el que me he comprometido bajo el nombre de Marathon. Una fundación para la competitividad
Que antes de correr sabía que no terminaría todo el recorrido. Llegó lastimado, y dice saber que es sano correr entre dos o tres maratones al año. Que este año ya participó en cinco y tiene pendientes otros cuatro.
—Tuve que parar en el kilómetro 21 y me fui directo a la meta por mi ropa (ajá… ¿y porqué entró en pose de ganador?) y mi medalla de participación, misma que se entrega a todos los corredores sin excepción… En el deporte no hay atajos. Hay retos personales.
Ya para finalizar, Roberto Madrazo señala: —Se ha sugerido trampa. Sólo quién ignora cómo se desarrollan estas competencias puede llamarle trampa a lo que es una práctica habitual en ellas.
¿Ustedes le creen a Madrazo?
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, El Universal, 12 de octubre.

Roberto Madrazo se ha dirigido en busca de comprensión, asegura que no es “práctica común” el comportamiento del ex priísta en la línea de meta de la competencia alemana: “si él tenía planeado no terminar la carrera no tenía más que detenerse en el kilómetro que fuera, pues los organizadores proveen de transporte para quienes no terminan el recorrido, y tienen previsto lo del regreso del chip y de las pertenencias”…
Julio Hernández López, “Astillero”, La Jornada, 12 de octubre.

¿EL POLÍTICO, EL DEPORTISTA… O LA MEDIOCRACIA?
Roberto Madrazo se ha dedicado toda la vida a la política. Aunque no dan las cuentas, se ha comprado propiedades en Tabasco, México y el extranjero, quién sabe cómo le haga pero sigue viviendo a cuerpo de rey; se robó, por lo menos, una elección de gobernador en la que además gastó una millonada que sacó de quién sabe dónde.
Y nunca le ha pasado nada.
Por eso es la sonrisa de Madrazo cuando cruza la meta en Berlín. No celebra, se ríe. Se ríe de todos nosotros.
Carlos Puig, “Historias del más allá”, Milenio, 6 de octubre.

Esta humilde atalaya, que ha visto muertos cargar adobes, siempre ha manifestado su admiración por Roberto Madrazo Pintado, sin duda uno de los políticos más probos y morales de que se tenga memoria. Un tabasqueño ejemplar que a lo largo de su carrera ha dado enormes lecciones de libertad, igualdad y fraternidad, sobre todo cuando saca a pasear lo que es, sin duda, su verdadero capital político: su circo de mapaches amaestrados.
Tristemente, Robertico Limonta no ha sido valorado, por eso nadie lamentó la serie de cuchilladas traperas que le aplicó la maestra Gordillo (ella fue su kriptonita, lo que Maude Varsini ha sido para Montiel) hasta apuntalar su estrepitosa derrota en 2006; por eso nadie ofreció su hombro para que llorara la estrepitosa derrota de su Georgie Hank Rhon, su champion sin corona, en Baja California; por eso toda la bola de miserables se burlan de él, ahora que en el Maratón de Berlín recurrió a las alquimias que lo hicieron legendario en todas las elecciones en las cuales participó, para obtener el mejor tiempo de su categoría.
Al parecer fueron tales sus triquiñuelas, que por poco llega antes que los kenianos que suelen ganar todos los maratones.
Jairo Calixto Albarrán, “Política Cero”, Milenio, 8 de octubre.

Que los priistas son tramposos es un tópico. Durante años nos acostumbraron gobernadores, líderes sindicales, alcaldes, diputados, senadores y presidentes de la República a ver cómo simulaban cumplir con las reglas cuando en realidad las torcían en su beneficio. Pero la trampa en México va mucho más allá de los políticos y mucho más allá, por supuesto, de la filiación partidista. Que Madrazo haya creído que podía engañarnos a todos (quién sabe para qué, pues los récord atléticos del personaje son sólo de su incumbencia personal y, cuando mucho, servirán para presumir a su familia) es sólo una muestra de algo que vivimos en este país todos los días: la idea de que es válido alcanzar objetivos sin cumplir las reglas; buena parte de la sociedad mexicana considera la trampa como parte de su repertorio estratégico válido.
Jorge Javier Romero, Crónica, 10 de octubre.

Cambié de estaciones y escuché voces neuróticas que se quejaban del daño que le había ocasionado ¡a la credibilidad del país!; el número 70 en corrupción mundial, no olvidemos. Y oí voces, tradicionalmente sensatas, que festejaban de la que nos habíamos salvado con la derrota de Madrazo en 2006. No precisaban que había quedado a 20 maratónicos millones de votos de Calderón y López Obrador.
Opté por la música. No aguanto esos días en que el país indignado, el país casto y honesto, sale a apedrear a María Magdalena, la pecadora.
Hasta donde entiendo, Madrazo es hoy un ciudadano común y corriente sin obligación de darle explicaciones públicas a nadie. Ya trataré de que algo me cuente en los vestidores.
Ciro Gómez Leyva, “La historia en breve”, Milenio, 9 de octubre.

Concuerdo plenamente con Ciro Gómez Leyva en que Roberto Madrazo no tiene cuentas qué entregarle a nadie sobre sus actividades privadas, tramposas o no, masónicas o no, alemanas o no, deportivas o no. Es en efecto un ciudadano de a pie que puede hacer con su vida un papalote. Quienes tienen que entregarle cuentas a alguien, en cambio, son los miles o millones de ingenuos ignorantes o francamente imbéciles (empezando por un servidor) que a lo largo de los últimos 15 años han apoyado, seleccionado o votado por Roberto Madrazo sin haberse percatado de lo que es capaz. Es como el que asalta al merenguero, al paletero o el que hace trampas en las canicas o el solitario. Es peor, mucho peor que nuestro campeón de caminata olímpica en Moscú que se echó a correr dentro de un túnel pensando que no lo iban a cachar. Es bien sabido que tanto los soviéticos como los alemanes son bien mensos y nunca cobran conciencia de nada. Nunca cachan a nadie.
Jorge Castañeda, Reforma, 10 de octubre.

Ya salió la nueva Guía Roji europea, inspirada por Roberto para evitar embotellamientos y llegar de un Madrazo.
Jesús Sánchez, “Recuento Político”, El Financiero, 11 de octubre.

Por el espectáculo ofrecido, Calderón debería premiar a Madrazo echando a patadas al anticlimático de Ramírez Acuña (sólo a él se le ocurre tratar de callar a Fox cuando lo chido es que hable), para darle su puesto a nuestro súper runner. El sí sabe de qué lado masca la iguana.
Jairo Calixto Albarrán, “Política cero”, Milenio, 11 de octubre.

Muy bien, somos abusivos, exagerados e irresponsables. Ah, y además nos mueven oscuros intereses políticos. Pero, con perdón ¿a qué coños se va a un maratón? ¿A correr 3 mil metros? ¿Acaso el primerísimo propósito de esa carrera tan dura y demandante no es, precisamente, cubrir una distancia muy grande para lo cual se debe tener una gran resistencia y una formidable preparación física? Digo, si es asunto de pegarte unos despreocupados trotecitos salpicados de alegres galopadas, pues entonces no te metas siquiera al maratón: inscríbete en la carrera de 10 mil metros y sanseacabó. Pero, si te presentas en el maratón lo menos que se puede esperar de ti es… que lo corras. Aunque te tardes cinco horas. Pues eso, señor Madrazo.
Román Revueltas Retes, “Interludio”, Milenio, 11 de octubre.

Alguien, de cuyo nombre no quiero acordarme, decía que los políticos son igual que las moscas: mueren a periodicazos. Y, como decía mi padre, sobre el muerto las coronas. Al pobre de Roberto Madrazo Pintado le ha ido como en Oktoberfest porque tomó un atajo para acabar la maratón berlinesa, como si no fuese en México práctica común saltarse las bardas, tirar la basura en la calle, hacer topillo, mentir y ser mentido.
Félix Cortés Camarillo, “Cancionero”; Milenio, 12 de octubre.

El mundo deportivo no tendría motivos para ser distinto de todos los demás ámbitos de la vida. Los seres humanos con todas sus imperfecciones y defectos, no se detienen ni por la disciplina del esfuerzo cotidiano ni por los anhelos de una medalla de oro.
Las millonadas en torno de las actividades deportivas son un propicio ambiente para corromper y prostituir. Si nos pusiéramos a hablar del futbol y sus marranadas con las televisoras, no terminaríamos jamás.
Por eso cuando la nación se desgarra por el topillo de Roberto Madrazo en el maratón berlinés y lo censuran por manchar la imagen del deporte nacional, yo pregunto si no está del todo manchado. Sino por todos, sí por muchos.
El deporte no es el Nirvana ni el ámbito de la perfección humana, es un escenario donde frecuentemente se hacen trampas; se venden partidos, arreglan campeonatos y se daña a los seres humanos mediante la ilusión del esfuerzo sin sentido
Rafael Cardona, “El cristalazo”, Crónica, 12 de octubre.

ERES UNA FIGURA POLITICA Y PÚBLICA…
Y esto jamás podrás disociarlo de tu persona. Muchos de los que asistieron al evento deben conocerte y alguno de ellos debe haber comentado que te vio haciendo trampas, exactamente igual como ocurrió en el maratón de Chicago el año anterior de lo cual hay testimonio en algunos portales de internet. Ni modo ROBERTO, eres figura publica y no pasas inadvertido, así que aquello de la persecución no existe.
Alfredo Domínguez Muro, Crónica, 12 de octubre.

A LO QUE SIGUE…
En sus marcas, listos, fuera… Roberto Madrazo, ex candidato presidencial del PRI, no se cansa de romper marcas en los maratones internacionales y de gastar y gastar dinero en desplegados de prensa para justificar sus hazañas deportivas. Luego de su ‘tiempazo’ en Berlín, recibió una invitación para competir en el segundo medio maratón de Tijuana, programado para el 4 de noviembre.
Arturo Hachadur Kaloyán, director del Instituto Municipal del Deporte de Tijuana, consideró que don Roberto está ante la mejor oportunidad de reaparecer porque “con más apoyo hacia un deportista, como es el licenciado Madrazo, creo que tarde que temprano él va a salir y a efectuar una competencia como lo ha hecho a través de toda su vida”. O sea, corre Roberto, corre…
“Bajo reserva”, El Universal, 12 de octubre.

Así las cosas pues, te respondo directamente, porque tu carta -que no esta firmada-, se dirige a la comunidad deportiva. Por favor, no sigas insultando nuestra inteligencia si ya habías cometido el error de hacer esa trampa, brincando los principios elementales del fair play, la verdad estuvo peor tu defensa que, además, es a destiempo más de diez días después de que el REFORMA te balconeara y seguramente muy estudiada y preparada. Hasta la próxima ROBERTO, por ahí nos vemos, probablemente en noviembre, en la carrera de NIKE DE LA CIUDAD DE MÉXICO, en donde, a lo mejor, antes de la competencia ya tienes asegurada la medalla del primer lugar… Así de fácil…
Alfredo Domínguez Muro, Crónica, 12 de octubre.

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