REFORMA ELECTORAL: ACTORES Y ESCENARIOS: 13.- LOS PARTIDOS PEQUEÑOS.

Diecinueve comentarios, 1.98% de 957, dan cuenta de las implicaciones que para los cinco partido pequeños tendrán los cambios en la reforma electoral.

A la chiquillada le preocupa que el senador priista Manlio Fabio Beltrones haya contratado, como consejeros de la presidencia de la Comisión de Negociación y Construcción de Acuerdos del Congreso de la Unión, una lana de por medio, a María Amparo Casar, Porfirio Muñoz Ledo, Jorge Alcocer, Diego Valadés y Rolando Cordera Campos. Por lo menos dos de ellos, María Amparo y Alcocer, están contra los partidos emergentes, aseguró el petista.
El hombre no ocultaba su estado de ánimo. “El PRD quiere administrar el Frente Amplio Progresista y no lo vamos a aceptar. No estamos molestos por lo que sucede, estamos verdaderamente encabronados”, subrayó el senador.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 9 de agosto.

No basta con un discurso de recetas trilladas con barniz progresista para ser una Alternativa de izquierda. El PPS en su tiempo y después el PST de Aguilar Talamantes plantearon desde hace años el camino que quiere transitar Begné. La diferencia es también la manera de hacer las cosas, de forma. Si Alternativa quiere ser congruente y conservar la corriente electoral que se ha venido formando desde la elección de 2000 con Democracia Social tiene que ser un partido independiente, que busque, por ejemplo, una reforma electoral no restrictiva en cuanto a las posibilidades de participación, pero donde no se valgan las coaliciones electorales que no ponen en juego los votos de cada quien. Alianzas en torno a programas y candidaturas concretas sí, pero con autonomía de las distintas fuerzas. Que sean los electores los que deciden qué partidos tienen representación. Una reforma electoral, sobre todo, que saque el dinero de la política.
Lo de Alternativa es un enfrentamiento entre lo nuevo y lo viejo; entre la vía PPS-PST de sobrevivir con una izquierda dócil y desdibujada o hacer política auténticamente reformadora de la sociedad.
Jorge Javier Romero, Crónica, 15 de agosto.

Que habría muy malas noticias para los “partidos chicos” si se concreta la propuesta que, hasta donde se sabe, están estudiando muy en serio PAN, PRI y PRD.
Según esto, en los “partidos grandes” va tomando fuerza la idea de dejar fuera a los “chicos” en la negociación de la inminente reforma electoral, “para que no pongan piedritas en el zapato”.
Ése no sería problema para PT, Convergencia, Alternativa, Nueva Alianza y Partido Verde, sino que “los grandes” endurecerían los requisitos para obtener registro y prerrogativas.
Ni más ni menos, elevarían la línea de supervivencia de 2 por ciento de los votos a 3 por ciento.
Dicen quienes han estado cerca que el endurecimiento PAN-PRI-PRD incluiría también cuestiones financieras.
¿Se atreverán a consumarlo?
Trascendió, Milenio, 18 de agosto.

La reforma electoral se ha convertido en el tema más caliente de todos en el Congreso de la Unión. Los partidos pequeños se reunieron la semana pasada en la Torre del Caballito con el senador priísta Manlio Fabio Beltrones. Hay una intención de los cinco minipartidos (PT, Convergencia, Nueva Alianza, PVEM y Alternativa) de romper las negociaciones y los trabajos, debido a que no sienten una verdadera representatividad en las tareas. Ven que están de comparsas y que no los toman en serio, nos explican. Pero hay un elemento adicional: algunos partidos involucrados en la famosa ley Beltrones han solicitado una partida extra a los 80 millones de pesos que ya recibieron para el desarrollo de los trabajos
“Bajo reserva”, El Universal, 20 de agosto.

A los partidos de la chiquillada —autollamados G-5— les funcionó la advertencia de que se levantarían de la mesa de negociaciones sobre la Reforma del Estado si no les daban representación paritaria en el grupo de trabajo de la Comisión Redactora. Ya se las dieron.
Alternativa, Convergencia, Nueva Alianza, PT y PVEM llegaron a la Comisión con un tambache de propuestas que pretenden incorporar a la reforma electoral. Destacan, entre ellas, la prohibición, a los tres niveles de gobierno, de hacer campañas publicitarias en los medios, la autonomía al Registro Federal de Electores y la utilización de una urna electrónica por distrito en las próximas elecciones federales, para ir avanzando en la modernidad.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Crónica, 25 de agosto.

La iniciativa contiene una propuesta del PRD para modificar el régimen de coaliciones. El tema abrió un episodio más en la guerra entre los partidos grandes y los chicos. La chiquillada no está dispuesta a regresar al régimen de candidaturas comunes y que le dificulten el acceso a las prerrogativas y la representación.
El cambio significaría, en palabras del diputado amarillo Luis Sánchez, “rascarse con sus propias uñas”. Con este cambio, los partidos chicos ya no podrían encarecer acuerdos electorales con los grandes. Tampoco, agrandar su representación en el Congreso, por la vía de las alianzas, ni salvar, así, su registro.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Crónica, 30 de agosto.

El autollamado G-5 se reunió la tarde ayer en el hotel Marquis para definir una estrategia común que evite su ruina. Volvieron a esgrimir la posibilidad de levantarse de la mesa de negociaciones de la Reforma del Estado. “Es la única salida que nos queda”, declaró uno de los participantes. En el cónclave resolvieron reunirse este jueves con Larios y plantearle la inconformidad. Los coordinadores del G-5 comerán juntos.
La chiquillada, por cierto, tiene un superasesor. Se llama Porfirio Muñoz Ledo. Nos dicen que el controvertido político se ha acercado a buscar refugio en el G-5, debido a la marginación de la que es objeto en el seno del grupo de asesores de la Comisión para la Construcción de Acuerdos del Congreso de la Unión, entre ellos, Jorge Alcocer. A este grupo ya lo llaman “El G-5 más Porfis”.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Crónica, 30 de agosto.

Dicen que en las últimas semanas PAN, PRI y PRD se reunieron 35 veces para afinar la reforma electoral.
Intervinieron coordinadores de las bancadas, dirigentes de los partidos y especialistas.
Y que los “chicos” no fueron convocados.
Por lo que se prevé que la chiquillada vote en contra.
Pepe Grillo, Crónica, 31 de agosto.

El Niño Verde se acercó tanto como pudo al senador Alberto Anaya y le susurró al oído su encomienda tricolor: “¡Confíen en mí!” Jorge Emilio González acababa de comprometerse con el legislador petista para convencer a Manlio Fabio Beltrones de la conveniencia de dar marcha atrás en los cambios al régimen de coaliciones, contenidos en la iniciativa de reforma electoral.
La rebelión de los chiquitos amenazaba con abollar la medalla que Beltrones quería colgarse antes de dejar la presidencia del Senado. En el G-5 cobraba fuerza la idea de abandonar la mesa de negociaciones si se aprobaba el regreso a la figura de candidaturas comunes. El Niño Verde estaba allí para defender los intereses de sus aliados de la revolución institucionalizada. ¡Faltaba más..!
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 31 de agosto.

En la noche del miércoles los tres grandes partidos ya habían llegado al consenso final, en lo general, y habían aplastado a los cinco partidos pequeños, sin importarles mucho si jalarían con ellos en la iniciativa final o si se retirarían de la mesa de negociación, como sucedió el jueves. Lo que sí les importaba era el eventual enfrentamiento con las televisoras. Cuando las televisoras se empezaron a poner nerviosas al darse cuenta lo que les iba a significar la reforma, comenzaron a presionar. Los partidos vieron que no iban a poder sacar una reforma electoral si mantenían la reforma a los medios. ¿Qué hicieron? Eliminaron de la iniciativa de ley toda la parte correspondiente a los medios. Es decir, el detonante de una reforma electoral de fondo y su trascendencia fue negociada. Los políticos, es cierto, son como las moscas, se mueren a periodicazos o, en este caso, a noticierazos
Raymundo Riva Palacio, “Estrictamente personal”, El Universal, 31 de agosto.

La modificación en el régimen de coaliciones representaba, para Nueva Alianza, Convergencia, el PT, el PVEM y Alternativa, el fin de los ventajosos convenios electorales con los grandes y dificultaba el acceso a las prerrogativas. Cada uno tendría que rascarse con sus propias uñas. La chiquillada sentía que su registro estaba amenazado por la modificación.
La charla al oído entre González y Anaya se registró en el Salón de Sesiones del Palacio Legislativo de San Lázaro. El senador asentía con la cabeza y de cuando en cuando le hacía un comentario a Jorge Emilio. La charla duraría unos cinco minutos. La expresión del “ecologista” reflejaba satisfacción cuando se alejó del petista.
No había duda de que conocía el desenlace. Poco después informarían a los coordinadores parlamentarios del G-5 que la modificación al régimen de coaliciones había sido retirada de la iniciativa. Un triunfo para los chiquitos. La iniciativa será presentada este viernes en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 31 de agosto.

A la chiquillada por poco le sale el tiro por la culata. Los partidos llamados “pequeños” se quejaron de que no los tomaban en cuenta en las negociaciones para la reforma electoral y por poco les suben el umbral para que un partido conserve su registro del 2 por ciento al 4 por ciento.
Ahora las chiquitos ya no quieren abrir la boca ni para saludar.
José Contreras, “Expediente Político”, Crónica, 1º de septiembre.

A LOS PARTIDOS GRANDES les puede pasar lo mismo que al que compró un circo y le crecieron los enanos.
MIENTRAS PAN, PRI y PRD ya lavaron y plancharon la reforma Electoral, la "chiquillada" que integran el PVEM, Panal, Alternativa, PT y Convergencia anda inquieta con algunos conceptos como el de: ¡la repartición del presupuesto!
ACTUALMENTE la bolsa para los partidos se reparte así: 30 por ciento de manera equitativa y 70 por ciento en proporción a los votos recibidos.
LOS PARTIDOS grandes quieren cambiar la proporción a 20-80 y los pequeños exigen 50-50, o al menos que no le muevan, o harán berrinche.
Y NO HAY que olvidar que "el que con niños se acuesta...".
Fray Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 1º de septiembre.

Los partidos minoritarios en la Cámara de Diputados se contarían entre los damnificados por la reforma electoral que impulsan PRI, PAN y PRD. Dicen los legisladores de Convergencia, Nueva Alianza, PT y Alternativa que la reforma cierra espacios al multipartidismo. Lo que dolió a los pequeños fue la fórmula de la propuesta: ante la imposibilidad de comprar anuncios directo a las televisoras o cadenas de radio, el IFE distribuiría tiempo oficial de acuerdo a la votación que cada instituto obtenga. Si se toma en cuenta que el PT y Convergencia ni a diputados llegaron en el DF, se entiende el temor
“Binoculares”, El Gráfico, 7 de septiembre.

Por otra parte, los grupos parlamentarios de los partidos Verde Ecologista, Convergencia, del Trabajo, Nueva Alianza y Alternativa Socialdemócrata demandaron un cambio electoral “de gran calado”, que “impulse nuestra imperfecta democracia”.
Miguel Ángel Rivera, “Clase Política”, La Jornada, 7 de septiembre.

Los operadores del PRD y el PRI en el Senado han visto cómo su proyecto se retrasa: la indefinición inevitable de Santiago Creel, la rebelión del G-5, han llevado a las comisiones unidas de Gobernación y Puntos Constituciones a declararse en “sesión permanente”.
A la falta de una mayoría calificada para echar a los consejeros del IFE, para lo que necesitan forzosamente los votos del PAN, se ha sumado el voto en contra de los partidos pequeños, que se sienten discriminados en cuanto a la distribución del tiempo en medios electrónicos que los tres grandes ya se repartieron. ¡Y espere a que la chiquillería se entere de las nuevas reglas del financiamiento, de las coaliciones, y del nuevo porcentaje mínimo para sobrevivir!
Joaquín López Dóriga, “En privado”, Milenio, 7 de septiembre.

¿Cuáles son los motivos de los partidos para vengarse del IFE?
Por el ala “beltronista” del PRI, obviamente el registro concedido —con cierta alegre diligencia— al partido de la pedagoga Elba Esther Gordillo, cuya capacidad de maniobra opera directamente en contra del Revolucionario Institucional. Feroz como una mujer resentida (lo cual supera en dimensiones al fuego del infierno), la maestra de América (título vacante desde la muerte de Gabriela Mistral y recuperado por y para ella gracias a sus donativos sísmicos a los peruanos) tiene hacia Manlio Fabio tanto rencor como antes contra Roberto Madrazo.
Rafael Cardona, “El cristalazo”, Crónica, 8 de septiembre.

AUNQUE cualquiera podría pensar que Jorge Emilio González Martínez no tiene de qué preocuparse en la vida, la realidad es muy distinta para el "Niño Verde".
CUENTAN QUE el dueño del PVEM anda bien angustiado por la reforma electoral, que no sólo le recortaría sus jugosas ganancias anuales, sino que además amenaza con exhibirlo en su verdadera dimensión electoral.
Y TODO por la propuesta para que en la boleta aparezcan separados los partidos que integran una alianza, de tal forma que el elector deje en claro a cuál partido le está dando su voto.
O LO QUE es lo mismo: quieren dejar encuerado al "Niño Verde".
Fray Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 10 de septiembre.

Advertiría una marca esencial en la propuesta. La coincidencia que le da origen delata el interés común de los tres grandes partidos de protegerse frente a quienes tienen por enemigos. Se golpea a los partidos pequeños, se estorba aún más la aparición de nuevas organizaciones, se formaliza la prohibición de candidaturas independientes, se interviene al árbitro, se rompe el financiamiento electoral a los medios. Se abaratan las contiendas, es cierto, pero no se lastima económicamente a los partidos grandes. Los partidos incluso instauran en la Constitución el deber de los contribuyentes de mantenerlos. Elegante medida: la inversión en educación caerá en el vaivén de las negociaciones anuales pero, eso sí, las remesas a los partidos estarán a salvo. No lamento que se limite el espacio de los pequeños partidos que han sido, todos, un gran fiasco. Lo que parece preocupante es que quede sellado un sistema de partidos que necesita oxígeno. Se trata, en efecto, de una reforma de la partidocracia para reforzar ese régimen.
Jesús Silva-Herzog Márquez, Reforma, 10 de septiembre.

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