REFORMA ELECTORAL: ACTORES Y ESCENARIOS: 12.- LOS PARTIDOS POLÍTICOS.

Los 109 comentarios que se incluyen en este apartado, 11.38% de 957, dan cuenta de los cabildeos al interior y entre partidos. De nueva cuenta el énfasis es en la remoción de los consejeros electorales y en incipientes acuerdos sobre el perfil de los sucesores.

La crisis llegó a las filas del Frente Amplio Progresista. El senador del PT Alejandro González Yáñez mandó a volar al diputado del PRD Raymundo Cárdenas cuando éste le exigió que no presentara, junto con los coordinadores parlamentarios de la chiquillada, diversos proyectos de reforma electoral.
“La reforma electoral se está negociando en otra parte”, le dijo el legislador perredista. “¿Con quién?, ¿cuándo?, ¿dónde?”, reviró el petista, sabedor de que el PRD, el PRI y el PAN mantienen, por separado, una mesa de negociaciones sobre este tema capital.
González Yáñez ya está al corriente que el senador del PRD Arturo Núñez, el diputado panista Diódoro Carrasco y el diputado priista Carlos Armando Biebrich tienen prácticamente listo el dictamen sobre los cambios a las leyes electorales.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 9 de agosto.

Las cuentas para formar al próximo Consejo, designado desde la Cámara de Diputados, no le alcanzan al PRI. Son la tercera fuerza parlamentaria. Los números dicen que cuatro de los nuevos consejeros electorales llevarían la divisa del PAN; tres o cuatro, la del PRD, y uno o dos, la del PRI. El consejero mencionó a académicos o politólogos, poco afectos al tricolor, que ya están en la baraja: José Antonio Crespo, Eduardo Huchim, Jorge Alcocer…
Hay otro evento, sin embargo, que puede cambiar la suerte de los actuales consejeros. El priista Manlio Fabio Beltrones deja la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores el primero de septiembre próximo. Perderá la fuerza y el protagonismo que el cargo le otorga. Una de las banderas del ex gobernador de Sonora ha sido la renovación del Consejo General.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 10 de agosto.

El priista Emilio Gamboa, a quien se le ha visto muy limitado en esta discusión, prefiere irse con la propuesta de Manlio Fabio Beltrones, para que el debate se haga semanas después. En forma medrosa dice que teme por un escándalo en el recinto de San Lázaro y que de nueva cuenta se culpe de ello a los diputados, como sucedió en septiembre del año pasado.
Gamboa Patrón también condiciona la aprobación de la reforma hacendaria, si antes no se hace lo mismo con la reforma electoral e incluir el régimen fiscal de Pemex, en la misma línea que lo ha presentado el sonorense Beltrones. "Estamos condicionando tres reformas fundamentales" y así quieren que la gente tenga buena opinión de los legisladores.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 13 de agosto.

Para comprender qué sucede en la negociación en torno a la reforma electoral (que va de la mano con la fiscal, la de Pemex y las posibles modificaciones al formato del Informe de Gobierno) un dato es clave: el próximo primero de septiembre, Manlio Fabio Beltrones dejará la presidencia de la Junta de Coordinación de la Cámara de Senadores y, por lo tanto, también, la presidencia de las instancias relacionadas con la Reforma del Estado, su objetivo político de corto y mediano plazo más ambicioso.
Beltrones se ha convertido, por su operación, la posición que ocupa y su experiencia política, en un referente clave del priismo. No es el único, por supuesto, y gana y pierde como cualquier otro político. Pero su estrategia, que pasa en buena medida por fortalecer posiciones en el control directo o indirecto de espacios e instituciones, ha sido fructífera. Quizá su única derrota en los últimos tiempos fue la apuesta, muy alta y arriesgada, por Jorge Hank Rhon, en Baja California. En este sentido, sería muy importante para Beltrones concretar lo que muy probablemente terminará resultando lo sustantivo de la llamada Reforma del Estado: el capítulo electoral.
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 13 de agosto.

Será casualidad o será el sereno, pero después de las críticas por la ausencia de Beatriz Paredes en el debate de los grandes temas nacionales, la dirigente nacional del PRI se hizo sentir con su presencia en la reunión plenaria de los senadores priístas y habló en varias entrevistas para fijar posiciones sobre el Informe, la reforma fiscal y la reforma electoral, entre otros asuntos. Parece que Beatriz se dio cuenta de que no puede vivir subida en el ladrillo de que ella es una intelectual de la política y no se desgasta en entrevistas banqueteras ni debates de coyuntura…
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 17 de agosto.

Todo se ensombrece: el futuro a corto plazo es más incierto que la semana pasada, pero no tanto como la próxima. Calderón cumplirá en breve un año sentado en Los Pinos, y nerviosos porque nadie sabe si permanecerá en el cargo en diciembre de 2008, los priístas aceleran su proyecto de reforma electoral pensando en que no descartan que haya comicios anticipados. ¿Para quitar al PAN y ponerse ellos? Eso a la gente de la calle no la emociona. Al menos al buzón de esta columna siguen llegando cartas y más cartas, venidas de todo el país, con sugerencias de hombres y mujeres que se inclinan porque López Obrador dé el Grito el 15 de septiembre
Jaime Avilés, “Desfiladero”, La Jornada, 18 de agosto.

Nos cuentan que en el Congreso de la Unión se da por descontado que la iniciativa de la reforma electoral estará en la agenda del periodo ordinario de sesiones, que arranca el primero de septiembre. La ruta legislativa estaría planteada para las dos primeras semanas del mes. Tendremos reforma electoral antes de octubre, nos explican
“Bajo reserva”, El Universal, 22 de agosto.

En la sesión de la Permanente, Santiago Creel, coordinador de los senadores del PAN, advirtió que la reforma electoral, en la cual tiene tanto interés el PRD, no avanzará si el Informe presidencial no sale bien…
Miguel Ángel Rivera, “Clase Política”, La Jornada, 23 de agosto.

Pero ¿cuál es el asunto de fondo que los obligó a sacar la cara fiscal por Felipe Calderón que más interesa a este grupito de pasados de lanza tricolor...? Hay varios, pero destaca la reforma electoral... en ese inciso sobre la creación de la figura de un Jefe de Gabinete (chief of staff)... para así acotar al inquilino de Los Pinos y entonces sí, my friend, tener y tripular los detonadores sobre los nombramientos y decisiones más importantes que terminarían de pasar a la báscula del Senado... donde es de sobra conocido el poder y peso de Manlio Fabio Beltrones... protagonista indiscutible de la simpática propuesta (y de los tiempos) sobre la reforma electoral. ¿Vamos entendiendo el divertido circulito priista que nada tiene de vicioso... y sí de virtuoso?
Marcela Gómez Zalce, “A puerta cerrada”, Milenio, 23 de agosto.

En ese coro de voces del informal comercio político reinante ha aparecido, por ejemplo, el converso Santiago Creel, que jugando con un papel de policía bueno que nadie le ha asignado, advierte que de entramparse el próximo Informe presidencial podría sufrir daños graves el proceso de una presunta reforma electoral (tan bonitas cosas que el país habría alcanzado si unos cuantos escandalosos no hubieran cometido el error supremo de afear el primer Informe calderonista, ¡lástima, margaritos!)
Julio Hernández López, “Astillero”, La Jornada, 23 de agosto.

El coordinador del PAN en el Senado, Santiago Creel, dijo que si los perredistas se portan mal el 1 de septiembre, se puede afectar la reforma electoral que tanto les interesa. Más tarde, Creel rectificó, ¿se habrá acelerado o le llamaron la atención?
“Binoculares”, El Gráfico, 23 de agosto.

Y para que no sientan presión ni (el chantaje) mucho menos, Santiago Creel se encargó de mostrar esa faceta (que se creía superada) de hombrecito al reforzar ayer eso de que la reforma electoral puede estar en riesgo si la ceremonia del 1 de septiembre no se realiza como la ley vigente lo establece, endosando el ocurrente interés sobre el asunto a las lacritas amarillas. O habrá sido ¿te lo digo PRD para que me entiendas PRI?
Que no se preocupen en Los Pinos, el PAN y que el PRI no salga a vender esa estupidez popular de que son el fiel de la balanza de civilidad política cuando la han inclinado a favor de Calderón, quien seguramente irá a San Lázaro y –como lo establece la ley– entregará su (des)informe y tan tan.
Marcela Gómez Zalce, “A puerta cerrada”, Milenio, 23 de agosto.

Por eso es una tontería, otra, la declaración de Santiago Creel, el miércoles, quien con tal de borrar parte de su pasado reciente, está en pleno proceso de reinvención: amenazó al PRD, atando informe presidencial a reforma electoral.
El coordinador de los senadores panistas dijo: “En caso de que las cosas salgan mal (sic) el primero de septiembre, se ponen en riesgo muchas reformas, una de ellas es la reforma electoral, en la que el PRD tiene mucho interés”.
Joaquín López Dóriga, “En privado”, Milenio, 24 de agosto.

Santiago Creel, líder del PAN en la Cámara de Senadores, acaba de dar otra muestra de su inconsistencia política: cuando se supone que hay un acuerdo entre los partidos políticos para efectuar una reforma electoral que, entre otras cosas, evite el dispendio de dinero público en spots propagandísticos a través de radio y televisión, el ex secretario de Gobernación condiciona su realización a que el 1 de septiembre Felipe Calderón pueda subir sin problemas a la tribuna de San Lázaro para dar su primer Informe de gobierno: “En caso de que las cosas salgan mal el 1 de septiembre se ponen en riesgo muchas reformas —dijo Creel el miércoles—, una de ellas, la electoral, donde el PRD tiene mucho interés”.
Fernando Mejía Barquera, “Cambio de frecuencia”, Milenio, 25 de agosto.

Sin embargo, el PRD va por la cabeza de todos los consejeros, pues la venganza está enfrente de quienes impidieron que López Obrador se convirtiera en presidente, sin importarles que no obtuvo la mayoría de los votos, aunque Carlos Navarrete dice que no se trata de vendetta alguna y que buscará reunirse con los funcionarios del IFE, para que contribuyan a “la conciliación democrática del país”.
Para redondear esta posición, también proponen el recuento de voto por voto y casilla por casilla, cuando la diferencia sea de algunos miles de votos que no superen el uno por ciento del total. Priistas y perredistas quieren la remoción de éstos, sobre todo quieren la cabeza de Luis Carlos Ugalde y parece que se las van a dar.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 27 de agosto.

Voto por voto, casilla por casilla, lema del PRD luego de las elecciones presidenciales de 2006, es ahora exigencia de ese partido para la reforma electoral en puerta.
La propuesta de reforma a la legislación electoral fue aprobada en la reunión plenaria de los senadores del partido del sol azteca. Además de recoger una exigencia de militantes y simpatizantes, la iniciativa es una respuesta al coordinador de los senadores del PAN, Santiago Creel Miranda, quien condicionó la aprobación de la enmienda comicial al “buen comportamiento” de sus legisladores en el ya inminente primer Informe del presidente Felipe Calderón.
Los senadores perredistas demandan que el recuento voto por voto se realice cuando la diferencia entre el primero y segundo lugares sea inferior a uno por ciento, y la solicitud tendría que hacerla el partido que quedara en segundo sitio. Ese derecho no alcanzaría a quien quedara en tercer lugar o más abajo.
Miguel Ángel Rivera, “Clase Política”, La Jornada, 27 de agosto.

Sin que esté claro si el beneficio real es para el país o sólo será un paso más en su proyecto, Manlio Fabio Beltrones concreta esta semana un golpe de su estrategia para proyectarse como el hombre de los acuerdos en el Congreso. El miércoles, en el Senado, se presenta la iniciativa de reforma electoral, surgida de las mesas para la reforma del Estado que coordina el sonorense. Será el inicio de un proceso calculado maquiavélicamente: la aprobación de la iniciativa electoral a cambio de las iniciativas fiscales del presidente Calderón.
La jugada está armada: el Senado, como Cámara de origen, aprueba en su primera sesión los cambios electorales y los manda a la Cámara de Diputados a ratificación. Pero Manlio quiere riesgos, y para que los diputados no le quieran meter mano a la ley electoral o la retrasen, al mismo tiempo que lo electoral llega a San Lázaro, en el Senado estarán recibiendo las reformas fiscales aprobadas por los diputados, y que deben ratificar los senadores
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 27 de agosto.

Hubo acuerdo entre esos partidos de llevarle las propuestas ya acordadas al PRD, para tratar de sumarlos. Y los líderes de las bancadas vieron una oportunidad de no quedar fuera del proceso. Ello coincidió con una declaración de Creel, en la que dijo que si no se permitía el Informe no avanzaría la reforma electoral (la que mas interesa al PRD). Algunos lo presentaron como una bravuconería del coordinador de los senadores panistas, pero el hecho es que surtió efecto, porque la reforma electoral es parte de la agenda de las oposiciones, no del oficialismo. Allí fue cuando Navarrete y González Garza comenzaron a aceptar que su resolutivo no hablaba de impedir el Informe y comenzaron a aceptar que estaban participando en las negociaciones legislativas. Pero también en esos días, Emilio Gamboa Patrón me adelantó, en Imagen Informativa, que las tres iniciativas ya estaban acordadas y entrarían a comisiones casi de inmediato, para que se votaran iniciando el periodo ordinario. El PRD tenía dos opciones: treparse al tren y aparecer como parte de esas reformas o persistir en su línea de perder-perder en el ámbito del Informe y quedarse literalmente sin nada. En Morelia, optaron por lo primero
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 27 de agosto.

Es así como, a pocos días del Primer Informe de Felipe Calderón, los diferentes partidos políticos le pisan el acelerador para presentar, el 3 o el 4 de septiembre, la iniciativa, ya sea en la Cámara de Diputados o en la de Senadores, para darle luz verde no sólo a esta reforma electoral, sino también a las otras pendientes. ¿Será que el todavía presidente del Senado, Manlio Fabio Beltrones, quiere dejar sobre la mesa la multipublicitada Reforma del Estado, antes de que lo releve Santiago Creel? Lo que sabemos es que, con una transformación de raíz en el tema electoral, tendríamos más transparencia y certidumbre, sin alimentar las sospechas de la ciudadanía en cuanto a los resultados. Pero también que la reelección y la eliminación de las plurinominales aceitaría muchísimo más la rendición de cuentas de los legisladores y aminoraría el peso de los partidos políticos en el tortuguismo legislativo. Que implica que en el estira y afloje de las negociaciones se dé un paso para poder alcanzar la Reforma del Estado. Los cambios propuestos constituyen, pues, un primer paso, pero, a todas luces, aún insuficiente
Yuriria Sierra, “Nudo gordiano”, Excélsior, 28 de agosto.

Que quien está sentido porque no lo han tomado lo suficientemente en cuenta en la preparación de la reforma electoral es Porfirio Muñoz Ledo.
La molestia tal vez se atempere hoy cuando Porfirio, ex presidente del PRD y cercano a Andrés Manuel López Obrador en la protesta del año pasado, se reúna con el senador del PRD Arturo Núñez, responsable del Frente Amplio Progresista en el tema de la reforma electoral.
Cosas de la política, hace diez años, cuando se instaló la primera Cámara de Diputados sin mayoría priista, Muñoz Ledo, líder entonces de la bancada del PRD, librará feroces batallas contra el entonces líder de la bancada tricolor, ¡Arturo Núñez!
En una semana como ésta, pero de hace diez años, Núñez se coordinaba con el secretario de Gobernación, Emilio Chuayffet, en una maniobra que buscaba impedir que la Cámara se instalara sin una mayoría de diputados del PRI, y que trataba de impedir que Porfirio presidiera la mesa directiva y respondiera el Informe del presidente Ernesto Zedillo. Pero eso fue ayer.
“Trascendió”, Milenio, 28 de agosto.

Confirma a esta columna el senador Arturo Núñez que hoy quedará amarrada la reforma electoral y que la semana entrante subirá al pleno de la Cámara Alta. Se sabe que PRI y PRD la han exigido a Calderón y al PAN como condición para la realización de un Informe terso y para entrarle a la reforma fiscal
Raúl Rodríguez Cortés, “Gran angular”, El Gráfico, 29 de agosto.

En el PRD están que trinan contra Arturo Núñez.
Lo mandaron a negociar la reforma electoral con los otros partidos, y aceptó que los consejeros electorales dejen el IFE en forma escalonada, o se queden tres de ellos.
Y PRD y PRI quieren que se vayan todos, ya.
Pepe Grillo, Crónica, 29 de agosto.

En ese tramo, las negociaciones entre los panistas Diódoro Carrasco y Ricardo García Cervantes; los priístas Jesús Murillo Karam y Carlos Armando Biebrich, y el perredista Arturo Núñez continuaban bien entrada la noche de ayer, con la idea de presentar el proyecto de reforma electoral este miércoles en la reunión de la Comisión Ejecutiva de Negociación y Construcción de Acuerdos para la Reforma del Estado, que se realizará en el Palacio de Minería. Pero las pláticas se hicieron ríspidas y se pospuso este encuentro
“Bajo reserva”, El Universal, 29 de agosto.

Los tres partidos grandes están de acuerdo en lo sustancial de la propuesta de reforma electoral; la chiquillería no porque la reducción del dinero y la transparencia en el logro directo del dos por ciento de los votos, representa su muerte y el fin del negocio.
Por eso los operadores de la reforma, que ya conocen en Los Pinos y en la que el Presidente coincide en lo general, saben que no saldrá por consenso, menos por unanimidad, pero sí por mayoría con el voto en contra de las franquicias.
De prosperar la iniciativa hoy, el viernes será presentada durante la última sesión del pleno de la Comisión Permanente, y de inmediato turnada a la Comisión de Puntos Constitucionales para su dictamen a fin de que en la primera quincena de septiembre suba al pleno del Senado, al tiempo que la reforma hacendaria haga lo propio en la Cámara de Diputados, porque son destinos paralelos.
Joaquín López Dóriga, “En privado”, Milenio, 29 de agosto.

Que está lista la reforma electoral.
Que los tres partidos grandes la acordaron.
Y que la aprobarán después del 1 de septiembre.
Deben haberla consultado con López Obrador, para que no se las vaya a echar abajo.
Con eso de que el PRI se le une, y los chicos no cuentan.
Pepe Grillo, Crónica, 30 de agosto.

Otros temas, como el acceso a medios y publicidad en campañas, también fueron impugnados de última hora por los panistas, aunque la diferencia de fondo fue el relevo de Luis Carlos Ugalde, al que se opone Acción Nacional, bajo la lógica de que aceptar las remociones de consejeros es validar que hubo fraude en la elección de Felipe Calderón
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 30 de agosto.

Ya está redactada la iniciativa de reforma electoral. Legisladores del PAN, del PRD y del PRI se aprestan con el fin de aprobarla este jueves en la Comisión Ejecutiva para la Construcción de Acuerdos del Congreso de la Unión. El viernes será presentada en la Comisión Permanente.
Eso es lo que informó ayer Héctor Larios, coordinador de la bancada del PAN en San Lázaro, a los indignados coordinadores parlamentarios del llamado G-5, que integran el PVEM, el PT, Nueva Alianza, Convergencia y Alternativa, a quienes les dieron “atole con el dedo”. Les hicieron creer que participaban en la Comisión Redactora, pero nanay.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 30 de agosto.

Por supuesto, los partidos no se hacen el harakiri, pues en la propuesta de reforma electoral no se menciona para nada el tema de la ciudadanización de la política, o sea la legislación necesaria para permitir candidatos independientes a las elecciones, con base en la decisión de la Suprema Corte de Justicia de octubre de 2006 que restituyó a los ciudadanos el derecho fundamental establecido claramente en el artículo 35, fracción II, de la Constitución General de la República, de ser votados sin intervención de partidos para todos los cargos de elección popular, con lo cual los partidos tendrían que ser más consecuentes con sus doctrina y programas para ganarse adeptos y ser menos proclives al maniobreo de las elites partidarias.
Juan José Huerta, Crónica, 31 de agosto.

Aunque el perredista Carlos Navarrete aclaró que el tema de los consejeros se tratará en comisiones, lo cierto es que las expresiones de rechazo a la venganza perredista, apoyada por el PRI, contra los consejeros a los que culpan de su derrota en las elecciones de 2006, puede explicar la posposición del anuncio del descabezamiento del IFE
“Binoculares”, El Gráfico, 31 de agosto.

Espontáneo, claro, el líder de la bancada panista en la Cámara de Diputados, Héctor Larios, aseguró que la petición de renovar a los consejeros del IFE no tiene las razones que ha cantado una y otra vez el PRD, es decir, que la elección presidencial fue fraudulenta
“Frentes Políticos”, Excélsior, 31 de agosto.

Si el presidente Calderón y el PAN aceptan la remoción de los consejeros del IFE con la consiguiente desaparición del Instituto, estarán cayendo en una trampa política que será, para esta administración, el equivalente al San Salvador Atenco de Vicente Fox, a la decisión de no construir el aeropuerto metropolitano, por la oposición concertada de un grupo militante ligado a otros, armados. En aquella ocasión, con el argumento de la necesidad del diálogo y de no utilizar la legítima violencia del Estado, la administración de Fox dobló las manos y mostró su debilidad. Nunca se volvió a recuperar de ese hecho el Presidente.
Hoy la trampa es similar: nadie duda que el sistema electoral y el político necesitan cambios radicales; tampoco que los partidos y el Congreso sufren una profunda crisis de legitimidad social, pero en el contexto de la reforma electoral en ciernes, se pretende desaparecer el IFE, como una medida para remover a todos sus consejeros con el argumento de que es el Instituto el que debe recuperar legitimidad y asumiendo, de esa manera, que los comicios del año pasado no fueron legítimos. Ese es el verdadero y único mensaje de esa negociación.
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 31 de agosto.

Si el PRD quiere vengarse por la derrota electoral o el grupo priista que respalda al senador Manlio Fabio Beltrones, con sus remanentes del madracismo, quiere ajustar cuentas con Elba Esther Gordillo, es su problema: en última instancia, López Obrador perdió por la enorme cantidad de errores políticos cometidos y, cuando se designó a este consejo, los priistas habían elegido, para bien o para mal, a Elba Esther como su secretaria general y coordinadora parlamentaria. Muchos de quienes ahora abjuran de Gordillo deberían por lo menos recordar que, sin ella, Madrazo jamás hubiera ganado la presidencia del partido y ellos no ocuparían, hoy, esas posiciones. Las cuales, por otra parte, en el caso de los legisladores, son producto de la misma elección que ahora descalifican
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 31 de agosto.

Y esto responde a la venganza jurada que Manlio Fabio Beltrones Rivera levantó sobre la propia Elba Esther. El senador priísta ha logrado, por medios que en nada tienen que ver con la visión de Estado o la convicción política, alianzas con grupos como Nueva Izquierda, del Partido de la Revolución Democrática, para dar paso a una dizque reforma política que no corrige en su raíz el mal que afecta al sistema político mexicano, pero sí golpea en uno de sus pilares al poder de la Gordillo.
Pero esta señora no está manca, y enterada de cómo venían las cosas ya mandó un mensaje de guerra por medio de un ataque al pasado de uno de los aliados de Beltrones, que tiene fuerza, sobre todo, en el Distrito Federal y que pertenece al PRD. El misil pasó cerca, pero no dio en el blanco, y la explosión no causó el escándalo que se esperaba, pero los cañones ya tienen otras cargas, aunque la diana sigue siendo la misma.
En fin, esa guerra está declarada y estamos en presencia de los primeros escarceos. Pero que nadie se vaya con la finta de que aquí se está haciendo justicia al fraude que se perpetró en contra de la gente y de Andrés Manuel López Obrador, ni menos aún de la sana intención de lograr una reforma política que evite el abuso del poder en eso que Ugalde llama democracia
Miguel Ángel Velázquez, “Clase Política”, La Jornada, 31 de agosto.

La iniciativa de reforma electoral ya se encuentra en comisiones del Senado.
El lunes estará listo el dictamen y ese mismo día se discutirá en el pleno.
Al PRI y al PRD les urge que en la misma semana sea enviada a la Cámara de Diputados y luego a los congresos estatales.
El decreto deberá ser avalado por al menos 16 congresos y promulgado a más tardar el 6 de octubre, exactamente un año antes del inicio del proceso electoral del 2009, como lo señala la Constitución.
Si las modificaciones a la Carta Magna no son promulgadas a más tardar el 6 de octubre de este año no podrán aplicarse en el proceso electoral federal de 2009, que sería organizado... por los actuales consejeros del IFE.
Pepe Grillo, Crónica, 1º de septiembre.

No es sin embargo este inminente salto hacia atrás el único indicio de regresión política. En las negociaciones en torno de la reforma electoral, presentada por fin anteanoche, afloró la intención del partido gobernante de aceptar darle al IFE cristiana sepultura, a condición de que el propuesto Instituto Nacional de Elecciones dependiese de la Secretaría de Gobernación. Tal como era con el propio IFE en su primera etapa y más atrás con la Comisión Federal Electoral, como dándole la razón al tango según el cual 20 no es nada.
Aurelio Ramos Méndez, “Contraluz”, Crónica, 1º de septiembre.

El tema no ha sido cerrado. Volverá a la mesa de discusiones dentro de unos cuantos días cuando en el Senado inicie el trámite legislativo formal de la iniciativa, que entre otras aristas tiene también el indispensable pase a retiro de los consejeros electorales que no dieron el ancho que se necesitaba para sentarse a la mesa del Consejo General de ese Instituto.
El 4 de febrero pasado, en este espacio, se dijo que los consejeros, con Luis Carlos Ugalde a la cabeza, tendrían que irse a casa, porque su situación se había vuelto insostenible y ya no era jurídica, sino política. Que como esos boxeadores a quienes un campanazo deja groguis, acabarían por derrumbarse. Así ha ocurrido.
Cabe recordar los nombres de los consejeros: Andrés Albo, Virgilio Andrade, Marco Antonio Gómez, María Teresa González Luna, Alejandra Latapí, María de Lourdes López, Rodrigo Morales y Arturo Sánchez Gutiérrez. Su destino, se dice erróneamente en medios legislativos, está en manos del PAN. Que los perredistas tendrán el aval de este partido para echarlos sólo si se portan bien, hoy, en el informe oficial en San Lázaro. Porque sin PAN no hay reforma.
La verdad de las cosas es que los consejeros están ya tan frágiles que no garantizan la conducción ordenada de ninguna elección, y 2009 está a la vuelta de la esquina.
Aurelio Ramos Méndez, “Contraluz”, Crónica, 1º de septiembre.

El PRD simplemente no quiere saber nada del árbitro que no le dio el anhelado triunfo a su candidato a la Presidencia, Andrés Manuel López Obrador.
Y el PRI únicamente sigue la línea del coordinador de los senadores, Manlio Fabio Beltrones, quien ve en la remoción de los consejeros una venganza personal en contra de Elba Esther Gordillo.
El PAN ve en la destitución la oportunidad de lograr el apoyo del PRD a la reforma fiscal, y sobre todo, la posibilidad de que el primer informe de gobierno de Felipe Calderón pase sin sobresaltos.
Ya fue presentada la reforma electoral, pero paradójicamente en ella no se contemplan mecanismos para evitar que el nombramiento y remoción de los consejeros electorales dependa de decisiones políticas que ponen en entredicho la autonomía que se supone tiene el órgano electoral.
José Contreras, “Expediente Político”, Crónica, 1º de septiembre.

Para que una reforma constitucional pueda ser aprobada, incluso una tan minúscula como ésta, se requieren las tres cuartas partes de los votos de los legisladores. Es obvio que el PAN, el PRI y sus partiditos achichincles no alcanzan a reunir ese porcentaje y necesitan por fuerza al PRD. ¿Qué rara urgencia tenía el PRD de pactar acuerdos “históricos” con el partido del asesino serial de Oaxaca y el góber precioso de Puebla? ¿Por qué ni siquiera insinuaron que antes de hablar seriamente de nada esos dos facinerosos tenían que ser echados de sus cargos por el bien de los más pobres? Pero no, les ganó la prisa para pasar a la historia como los que sacaron la basura –léase Ugalde y compinches– por la puerta delantera del sistema, con bombo y platillo, cuando todo el país sabe que esa era materia orgánica podrida ya, y que de todos modos había que tirarla
Jaime Avilés, “Desfiladero”, La Jornada, 1º de septiembre.

Los partidos seguramente anunciarán que el plan es arreglar estos y otros problemas a la hora de aterrizar las reformas constitucionales en la ley electoral. Pero la historia nos enseña que tales afirmaciones son poco más que una cortina de humo. En 1989, en aras de conseguir el apoyo del PAN para la reforma constitucional, los legisladores del PRI firmaron una “carta de intención” en la que se comprometían formalmente con el contenido de la ley secundaria. El tricolor tardó menos de tres meses en desconocer el contenido de la famosa carta
John Ackerman, La Jornada, 1º de septiembre.

Tienen prisa los legisladores, hoy aprobarán la reforma electoral.
Les urge remover a los consejeros electorales del IFE.
Que Ugalde se debe ir porque el PRD ya no confía en él, dijo Beatriz Paredes.
¿Y el día que el PRD no confíe en la Suprema Corte?
¿Y se irán los diputados y partidos, en quienes nadie confía ya?
Pepe Grillo, Crónica, 3 de septiembre.

Nomás pasó “el problema” del informe, y volvieron los desacuerdos entre los partidos.
La reforma electoral que ya estaba consensuada y se aprobaría ayer, se pospuso.
La forma y la fecha para remover a los consejeros del IFE, los dividió.
Y tal vez hoy sabremos si el compromiso sigue en pie o alguien ya se echó para atrás
Pepe Grillo, Crónica, 4 de septiembre.

El rompimiento de las negociaciones de las bancadas en la Cámara de Senadores se regó por muchas partes, pues todos daban como un hecho que todos los consejeros del IFE se iban antes de abril, pero Acción Nacional y el mismo presidente Felipe Calderón, nos comentan, buscan que primero “aborden el asunto de la regulación de las precampañas, campañas, abaratar el financiamiento público y que haya mayor fiscalización de los recursos privados, así como acortar los tiempos de campañas, y sobre todo, reforzar la autoridad del IFE”.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 4 de septiembre.

Por lo que se refiere a la reforma electoral que presentaron los partidos de oposición la semana pasada, no sólo está concertacesionada sino que cuenta con la "bendición" del jefe del Ejecutivo. En su mensaje a la nación con motivo de su Primer Informe de Gobierno, el presidente Calderón dijo: "Como presidente he seguido con atención y respeto el diálogo en el Congreso de la Unión respecto de una eventual reforma electoral; soy partidario de que se fortalezcan las facultades de fiscalización de las autoridades, de que se regulen las precampañas, de que las campañas sean más cortas y menos costosas, de que se garantice la equidad entre los contendientes y que todos los actores sin excepción rindan cuentas. Seré respetuoso de lo que los partidos resuelvan y de lo que el Congreso decida..."
O sea, que si Manlio Fabio Beltrones y sus "primos hermanos" del PRD ya decidieron "modernizar" al IFE y que el presidente consejero Luis Carlos Ugalde y sus consejeritos renuncien antes de las elecciones federales de 2009, pues que se vayan. Interpretan los analistas objetivos e imparciales.
Luis Soto, “Agenda Confidencial”, El Financiero, 4 de septiembre.

1) La reforma electoral pactada por los coordinadores de las bancadas legislativas resultó un parto de los montes. No va a reformar al Estado sino que lleva la malvada intención de restaurar el Estado priista.
2) El pecado de origen radica en el hecho de que esa reforma electoral lleva la marca priista para 2012. Por eso el eje de la reforma radica no tanto en el despido de los consejeros electorales sino en el mensaje perverso de que ya no habrá autonomía de organismos electorales. Con un IFE como la Comisión Federal Electoral de Manuel Bartlett en 1988, el PRI nunca hubiera perdido la presidencia de la República. Por eso la reforma electoral busca la restauración de la CFE bartlista.
3) Por tanto, la reforma electoral estará contaminada con la decisión de terminar con la autonomía electoral. Ahora los consejeros deberán estar sometidos a los partidos en el Congreso. Al debilitar al IFE, la reforma electoral se convertirá en una contrarreforma.
Carlos Ramírez, “Indicador Político”, El Financiero, 4 de septiembre.

10) La negociación de la reforma electoral se dio entre precandidatos presidenciales: el priista Manlio Fabio Beltrones, los seguidores de los Chuchos del PRD y el aspirante panista Santiago Creel. Por eso la reforma se hizo en el Congreso y no -como debió de haber sido- entre partidos. Así que la reforma electoral está envenenada por el 2012.
11) En este contexto, la reforma electoral no formará parte de una verdadera reforma del Estado. A menos que el objetivo de la bancada priista en el Senado haya sido la restauración del Estado priista. Una verdadera reforma del Estado en materia electoral hubiera dado más autonomía al IFE y hubiera tomado el paso audaz de sacar a los partidos del IFE para constituir un poder electoral sin contaminación partidista.
12) El gran salto cualitativo de la reforma electoral de 1996 fue la autonomía del IFE, en aquel entonces dependiente del secretario de Gobernación como presidente del Instituto. Hoy el verdadero poder electoral quedaría en los partidos fuertes en el Congreso, los tres dañados por los castigos impuestos en el IFE en contra de sus mañas electorales. Con la salida de los actuales consejeros, el IFE habrá perdido su autonomía.
Carlos Ramírez, “Indicador Político”, El Financiero, 4 de septiembre.

13) Queda la certeza de que el PRI impuso el principio Manuel Bartlett de su política electoral: quien organiza las elecciones es quien las gana.
14) Las bancadas legislativas que redactaron la reforma electoral partieron de un modelo perverso: cómo satisfacer a todos los partidos. Por tanto, la estructura electoral que se apruebe no va a responder a la necesidad de avanzar en la construcción de instituciones realmente democráticas sino que será producto de los intereses de los partidos.
15) Con esa reforma electoral, la reforma del Estado será regresiva, restauradora y priista.
Carlos Ramírez, “Indicador Político”, El Financiero, 4 de septiembre.

En sólo un año, el titular del Poder Ejecutivo ha sido obstruido dos veces y desairado una más por la bancada del PRD en el Congreso. Uno esperaría al menos una sanción por la mayoría encabezada por el PAN, el partido agraviado. En vez de eso, las tres fracciones principales, arrastradas por el PRI, urden una reforma electoral que incluye la defenestración del Consejo General del IFE, validando así la horrible mentira de que elección presidencial de 2006 fue fraudulenta.
La iniciativa contiene varios puntos positivos, pero éstos pudieron haber sido introducidos mucho antes de la elección de 2006 y del clamor ciudadano resultante. Presentados ahora con el propósito de remover a los consejeros del IFE, activan la sospecha de que los partidos intentan tomar control de la institución. Estamos pues ante el peligro de un retroceso en autonomía e imparcialidad electoral, precisamente lo que la ciudadanía del México democrático más aprecia
Ramón Cota Meza, El Universal, 4 de septiembre.

En menos de 24 horas, los acuerdos para acelerar la presentación y aprobación de la iniciativa de reformas constitucionales en materia electoral se entramparon. Un cambio de posiciones del PAN frenó desde ayer la redacción final de la iniciativa e hizo que la negociación entrara en un impasse de pronóstico reservado
El giro panista comenzó el domingo por la noche. En una reunión a puerta cerrada que sostenían los senadores Ricardo García Cervantes, Arturo Núñez Jiménez y Jesús Murillo Karam se dio la primer señal del cambio blanquiazul. Mientras negociaban la redacción final de varios artículos transitorios, García Cervantes recibió una llamada en su celular. Eran las 10 de la noche y el panista pidió que lo disculparan y salió del salón donde estaban reunidos.
Al regresar al encuentro, García Cervantes pidió retirar del texto la remoción de los consejeros del IFE porque “en mi partido no estamos de acuerdo”. Comenzó entonces el jaloneo; el PRI y el PRD insistían en que había un acuerdo sobre el tema que tenía que respetarse. Núñez pedía que se diera la salida de todos los consejeros en abril de 2008, mientras el PRI proponía que renunciaran tres este año, tres más el año entrante y los tres restantes después de la elección federal de 2009.
“Si incluyen la salida de los consejeros no hay reforma electoral”, dijo el negociador panista. “Si no hay reforma electoral, no hay reforma fiscal”, respondieron los representantes de PRI y PRD.
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 4 de septiembre.

Para las 11 de la noche, el entrampamiento era total. Una nueva llamada entró al celular de García Cervantes que volvió a salir para hablar en privado. Al regresar tenía una nueva propuesta: el PAN aceptaría la salida escalonada de tres consejeros ahora y el resto en 2010, a cambio de que se remueva también a todos los magistrados de la sala Superior del Tribunal Electoral Federal. El argumento del senador panista es que su partido había perdido la confianza en los miembros del tribunal.
El PRI y el PRD se opusieron a que se incluya a los magistrados del Trife, con el argumento de que “acaban de ser nombrados”. Las posiciones se polarizaron y la reunión terminó sin acuerdos. Ayer por la mañana ya no fue posible la reunión de las comisiones unidas de Puntos Constitucionales, Gobernación, de Radio Televisión y Cinematografía y de Estudios que iniciarían los trabajos para iniciar el dictamen de la iniciativa electoral
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 4 de septiembre.

La intervención de Ramírez Acuña apuntala las versiones de que la decisión de que el PAN reculara en su apoyo a la salida de los consejeros del IFE se tomó desde el gobierno de Felipe Calderón, donde de última hora habrían decidido no aceptar la remoción de los funcionarios electorales. Al final del día, las posiciones estaban polarizadas y la negociación entrampada. Para las 8:30 de la noche, de la bancada panista enviaron una nueva propuesta al PRI y al PRD para destrabar la reforma. “Saquemos primero la reforma fiscal y después aprobamos la electoral. Queremos una muestra de su compromiso”, pidieron los negociadores blanquiazules. La respuesta de priístas y perredistas fue en tono irónico: “Mejor aprobamos primero la iniciativa electoral. Si se aprueba primero lo fiscal, después nos dirán que hubo una ‘falla técnica’ y que no pueden votar lo electoral”.
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 4 de septiembre.

Por un lado, el secretario general del PRI, Jesús Murillo, adelantaba que la guillotina caerá sobre los consejeros del IFE, pero en San Lázaro los diputados del PAN protestaron por la aceptación del blanquiazul al sacrificio de los funcionarios para saciar la sed de venganza del PRD
“Binoculares”, El Gráfico, 4 de septiembre.

Las negociaciones sobre la reforma electoral están suspendidas desde el domingo a las seis de la tarde, lo confirmó ayer un comunicado de la Segob. La remoción de los consejeros provocó la parálisis. Los amarrillos insisten en que todos se vayan, mientras que el PAN reitera que es inaceptable la limpia. "Si no hay apertura en una sucesión escalonada (de los consejeros), no vamos a poder avanzar en el resto de la reforma", aseguró el panista Cristián Castaño, vicepresidente de la Mesa Directiva de la Cámara baja
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 4 de septiembre.

Nos comentan que en la bancada de Acción Nacional se decidió no entregar la cabeza de los consejeros electorales, que están de acuerdo en que el relevo se haga de tres en tres. Los senadores Televisa, como conocen algunos de sus compañeros a Federico Döring y Gabriela Ruiz, le comentaron a Santiago Creel que hasta ahí deben llegar.
Pero hay otros legisladores panistas que no aceptarán la “imposición de unos sobre otros, el relevo será escalonado” y si no se llega a un acuerdo, pues “hasta ahí llegamos”, dice Santiago Creel. Sólo así se entiende que Francisco Ramírez Acuña haya anunciado que las negociaciones en el Legislativo están rotas. Ricardo García Cervantes, otro panista influyente, niega la aseveración del titular de Gobernación, porque hay negociaciones a nivel de coordinadores.
Dichas declaraciones molestaron a todos los legisladores de oposición, especialmente a Beltrones, quien explica que “no sabe de dónde saca el secretario de Gobernación una conclusión de esa naturaleza. O está mal informado y por ello emite esas aseveraciones o sus órganos de inteligencia son inútiles”.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 5 de septiembre.

Pero del lado del perredismo también hay reclamaciones, al grado que Carlos Navarrete está seguro que los panistas incumplieron su palabra, pues antes del día uno de septiembre había un acuerdo de las bancadas legislativas para la renovación total del consejo, pero ahora “parece que alguien se está rajando”.
Los perredistas cuestionan a su coordinador que haya firmado un acuerdo con el PAN y ahora no lo respete. Nos dicen que Navarrete se comprometió a “caminar con más tersura en las negociaciones y ahora Acción Nacional desconoce el acuerdo”.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 5 de septiembre.

El mensaje no podía ser más claro: por si alguien tenía alguna duda, este otro grupo de reformas constitucionales subrayaba que los dueños de la casa querían afirmar los controles de su dominio, cerrando la puerta a cualquier otra opción política que no tuviera credenciales de acceso equivalentes a las de los más fuertes y evitando, de paso, que los órganos electorales tuvieran la tentación de excederse de sus funciones. Lo que hicieran tendría que ser con el visto bueno de los patrones.
Para cerrar esa pinza, se anunció también la inminente renovación del Consejo General del IFE. Como sucedió en 1994 y en 1996, se adujo que la mudanza de las reglas del juego implicaba el cambio de mandos en el órgano electoral, como condición de principio para renovar el pacto político que se rompió en 2006. Y no es trivial que ese punto haya sido el más polémico del paquete (como si la consolidación del dominio absoluto de las tres fuerzas más importantes fuera ya una cosa plenamente asumida), ni tampoco que las reglas de la renovación del Consejo hayan amenazado la celebración de los pactos
Mauricio Merino, El Universal, 5 de septiembre.

¿Por qué entonces el PRD no impugnó esa integración, como lo hace ahora? La respuesta es muy simple, porque el PRD creyó que ganaría aun con ese IFE. Y cuando pierde, ahora sí reclama que se despida a los consejeros. Pero en el extremo de la incongruencia, en la nueva reforma electoral ni el PRD y menos el PRI proponen que se modifique el mecanismo para la elección de los nuevos consejeros
Piden nuevos consejeros, con el argumento de que a los actuales les perdieron la confianza. Pero elegirán a los nuevos con el mismo método que los anteriores, lo que no garantiza que serán mejores. En el fondo queda claro que el PRD y al PRI lo que quieren es una venganza política, que no les interesa fortalecer la independencia del IFE, sino debilitar a una institución que, nos guste o no, en términos generales cumplió bien su trabajo. Asistimos a la contrarreforma electoral
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Universal, 5 de septiembre.

Los partidos del Frente Amplio Progresista, por ejemplo, debilitan la posibilidad de hacer avanzar la más importante de sus propuestas (la de eliminar la comercialización política de tiempos de radio y televisión para reducir sustancialmente los requerimientos de dinero de los partidos políticos y abaratar así el costo de la política (cuando pone el énfasis de sus demandas en la salida de los actuales consejeros electorales. En lugar de buscar que la fiscalización de los dineros de los partidos sea más profunda y eficaz, que existan mejores instrumentos en manos del IFE para evitar la entrada de recursos ilegítimos a la política, en lugar de difundir públicamente el fondo de sus propuestas, ponen por delante la necesidad de vengar un agravio no probado.
Jorge Javier Romero, Crónica, 5 de septiembre.

La disputa por el IFE, que tiene entrampada a la reforma electoral, está ligada a dos personajes que, con el órgano comicial como arena, libran una batalla más de su larga y cruenta guerra política. Manlio Fabio Beltrones, el padre de esta reforma, aparece en una esquina junto al PRD, clamando por la cabeza de los consejeros electorales, mientras en la otra esquina, como coach y defensora de los funcionarios, ha hecho su aparición la maestra Elba Esther Gordillo.
La poderosa lideresa del magisterio aparece aún enmascarada y sin mostrarse abiertamente; pero ya echó a andar una estrategia de defensa de los consejeros y ha movido sus piezas para frenar lo que considera “el asalto de Beltrones al IFE”, con miras a su proyecto presidencial de 2012.
Ayer, Manlio Fabio habló de la presencia de una “mano negra y pachona” detrás del reculamiento del PAN a la aprobación de la iniciativa de reforma electoral pactada hasta el domingo por la noche.
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 5 de septiembre.

Hay datos que apuntan a que la movilización de Gordillo provocó que desde Los Pinos se diera línea al negociador panista Ricardo García Cervantes para frenar el lunes la presentación del dictamen ante el pleno del Senado. Desde la casa presidencial advirtieron que la renovación total del Consejo General del IFE de aquí a 2008, como proponen PRI y PRD, dejaría al PAN y al presidente Calderón en desventaja de cara a la estratégica elección parlamentaria de 2009.
“Si les entregas el control del IFE, ya puedes olvidarte de 2009 y en 2012 no habrá quién pare a Beltrones”, fue la idea que le vendieron al presidente Calderón y que hizo que el PAN encareciera su voto a la reforma
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 5 de septiembre.

PRI, PAN y PRD quieren llevar a la piedra de los sacrificios a los nueve consejeros, luego de que la semana pasada los pusieron en el juego de la ruleta rusa, hoy todos los partidos coinciden en que salgan. Sin embargo, el negrito en el arroz aparece cuando se toca el asunto de los tiempos, mientras el PRI y el PRD quieren que salgan todos antes de 2010, el PAN lucha por que permanezcan al menos tres consejeros.
Es en este tema donde el secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, sacó a relucir sus diferencias y afirmó que se rompieron las charlas que venían dándose con los coordinadores de las bancadas en el Senado de la República, situación que rápidamente tuvo réplica del líder de los senadores del PRD, Carlos Navarrete, diciendo que “mucho ayuda el que no estorba. El señor secretario de Gobernación debería callarse la boca, encerrarse en su despacho y seguir esperando que sus enviados le informen qué está pasando en el Congreso, porque no tiene la menor idea de lo que está pasando en el Congreso”.
Yuriria Sierra, “Nudo gordiano”, Excélsior, 5 de septiembre.

Es así como, en la guerra de declaraciones entre el secretario de Gobernación Ramírez Acuña y el líder de los senadores perredistas Carlos Navarrete, se atora la tarea legislativa y el árbitro de las contiendas electorales, el IFE, asfixiado como institución por no corresponder a la exigencia de nuevos tiempos y problemáticas que enfrenta, pasa por una etapa de cambios, pero a la vez le aparecen nuevos achaques y dolencias. Así que no sólo las cabezas de Luis Carlos Ugalde y el resto de los consejeros estarían en la guillotina: nuevamente Ramírez Acuña se equivoca en su estrategia de ¿negociación? con las fuerzas políticas y éstas vuelven a pedir su cabeza. ¿Qué eficiencia puede tener un secretario de Gobernación que a tiro por viaje es cuestionado por los partidos de oposición? Si a sus declaraciones sobre la reforma electoral le sumamos el tema del Cepropie y hasta su muy personal interpretación del significado de los colores de la Bandera nacional, estaríamos en condiciones de pensar que el cambio de patrón en Bucareli, que se había aplazado por el huracán Dean, puede ponerse, más pronto de lo que se pensaba, otra vez sobre la mesa del presidente Calderón…
Yuriria Sierra, “Nudo gordiano”, Excélsior, 5 de septiembre.

Nadie en el Congreso y sus alrededores cree que el gobierno federal, o el PAN, van a sacrificar la reforma fiscal para salvar la cabeza del presidente consejero del IFE, Luis Carlos Ugalde. Son legión los que están convencidos de que detrás del endurecimiento en las negociaciones del coordinador del blanquiazul en San Lázaro, Héctor Larios, se ha agrupado no solo el sector ultra de Acción Nacional, esos que el periodista Álvaro Delgado descubrió como yunques, sino aquellos que ven amenazados sus intereses con la modificación del statu quo en materia de difusión de campañas. Si la reforma aborta, las cosas se quedan como están
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 5 de septiembre.

No sé qué gana el PRI volviendo a poner en el centro de la agenda política la agenda de López Obrador. Desde su retiro de la vida pública, preocupado por lo que ve, escribe José Antonio Álvarez Lima, un lúcido ex político priista: “El grupo parlamentario del PRI quiere chamaquear al presidente Calderón: cambiar espejitos fiscales por el oro del IFE”. (Francisco Garfias, Nuevo Excélsior, 4/9/07). Pero el ganador de la maniobra no será el PRI, sino López Obrador. No entiendo al PRI.
Muchísimo menos entiendo por qué el PAN se dispone a pegarle un tiro a la mismísima línea de flotación de la legitimidad de su mandato.
Las elecciones de 2006 presentaron el peor de los escenarios posibles para el IFE: un triunfo del candidato oficial por un margen milimétrico de votos. Fue la verdadera prueba de fuego del IFE, no la de 2000, que presentó el mejor resultado imaginable para la institución que arbitra: un triunfo por amplio margen de la oposición, reconocido el mismo día por el gobierno.
Héctor Aguilar Camín, “Día con día”, Milenio, 5 de septiembre.

La segunda característica lamentable es más grave. Se trata de lo que podríamos llamar sin temor a exagerar un verdadero golpe de Estado electoral, o en lenguaje más científico, el agandalle por la partidocracia. Básicamente el PRI, el PAN y el PRD, cada uno por razones distintas -y ciertamente las del PAN menos egoístas y estrechas que las de los otros dos- parecen haberse puesto de acuerdo en cerrar con mortero, acero y blindaje de grado 7, la arena electoral mexicana. Aquí no entra nadie, parafraseando la inscripción en el dintel de la Academia de Platón, que no sea priista, panista o perredista. Y además, ninguna corriente minoritaria de los tres partidazos podrá llegar jamás a postular un candidato presidencial.
Jorge Castañeda, Reforma, 5 de septiembre.

El freno sigue siendo el intento de remover a los consejeros.
El PAN ofrece cuatro de los nueve, Luis Carlos Ugalde incluido.
El PRI, “que no quería nada”, según Murillo Karam, pide cinco.
Y el PRD, obviamente, quiere a todos fuera.
La razón del PRD es que perdió en 2006, y la del PRI, dice Murillo, “que Ugalde dijo que los partidos le importan un cacahuate”.
Como se ve, razones “políticas” de mucho peso.
Pepe Grillo, Crónica, 6 de septiembre.

Y en la Cámara alta, Creel recibe presiones para que no ceda a la demanda del PRD y del PRI, para cesar a los consejeros electorales, lo cual es inaceptable y una canallada, reitera Federico Döring. Sin embargo, nos confirman que la línea política la dictaron en otra oficina.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 6 de septiembre.

Pero los priistas siguen encareciendo su participación en la reforma electoral, al grado que Jesús Murillo Karam, en su calidad de secretario general del tricolor, dice que su partido no aceptará una renovación parcial de los consejeros. Lo raro, es que cuando terminó el proceso del 2006, ningún líder cuestionó la actuación de los funcionarios del IFE. Claro que ahora los consejeros pasaron a la ofensiva y han sido duros, al señalar que los partidos políticos no pueden secuestrar a la sociedad.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 6 de septiembre.

Por fin se decidió el PRI a empatarse con el PRD en la exigencia de guillotinar al IFE, porque no le gustó que los consejeros del Instituto ningunearan a los partidos. Y ese es, según el secretario general del tricolor, Jesús Murillo Karam, el argumento por el que las dos fracciones distantes se alían en este nudo legislativo. A ver cuánto dura el maridaje en la discusión más engorrosa de la semana
“Frentes Políticos”, Excélsior, 6 de septiembre.

Es una manera absurda de estrechar los círculos de una negociación cuando existen una serie de acuerdos de fondo sobre distintos temas que podrían ser muy beneficiosos en lo fiscal y lo electoral. Pero el PRI ha ido aumentando su apuesta y colocando mayores exigencias cada semana. Se podrá decir que están haciendo su juego, sin embargo, deberían recordar que también pueden estrecharlo tanto que podrían resultar ahorcados en él. ¿Realmente creen en el PRI que no hay otra salida sino la remoción, el despido, de todos los consejeros?, ¿de verdad los senadores priistas que impulsan esa medida le podrán decir a sus gobernadores que se perdieron una reforma fiscal, que hubiera sido enormemente beneficiosa para las entidades federativas, por no moverse ni un centímetro de esa posición con respecto a los consejeros? De la misma manera que el gobierno y el PAN aparentemente han terminado comprendiendo que no pueden, para sacar la reforma fiscal, entregar tanto, en el priismo deberían entender que su cerrazón en este tema les terminará acarreando altas pérdidas. El PRI no termina de comprender que, cuando aparece como mediador entre posiciones extremas, acrecienta sus posibilidades, pero si se endurece y se convierte en el responsable del estancamiento es, siempre, el que pierde. En 2006 se equivocó con la candidatura de Madrazo, pero comenzó a hacerlo desde 2005, cuando rechazó la reforma fiscal y de la mano con ella la energética, cuando volvió a paralizar la agenda legislativa por la confrontación Madrazo-Gordillo. Ahora está a punto de hacer lo mismo y terminará pagando los mismos costos, porque en vez de mirar hacia el futuro vuelve a mirar hacia el pasado. Incluso esa pretendida remoción de los consejeros es, en sí misma, una mirada al pasado, un regreso a aquellos buenos tiempos en los que, de una u otra manera, las autoridades electorales estaban bajo el control de los partidos y, en especial, de el partido. Y todos sabemos cuánto se parece, sobre todo el lopezobradorismo, al viejo PRI
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 6 de septiembre.

Lo cierto es que el PAN y el PRD estiraron la cuerda al máximo. Nadie se ha movido de sus posiciones. El azul no transita por la limpia total de los consejeros. El amarillo exige “traje nuevo”. El PRI se olvidó del escalonamiento que ha defendido y se sumó a la demanda central del amarillo: Fuera Ugalde del IFE.
Ahora sí: ni cómo ayudarlo.
“Mi partido no puede aceptar ir a una elección con un árbitro que es parcial; que ya dijo que dos partidos le interesan un cacahuate; y que se alineó con alguien. A mi partido le interesa un planteamiento de salida de algunos funcionarios”, declaró el priista Jesús Murillo Karam, presidente de la Comisión de Gobernación en el Senado.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 6 de septiembre.

Pero el asunto que tiene detenida la presentación de los proyectos de reforma hacendaria y electoral, es el tema del despido de los consejeros electorales. Sin embargo, el perredista Carlos Navarrete ya aceptó que la remoción de éstos se haga de tres en tres y no que haya “un cambio de traje completo”.
La negociación se ha dado en una mesa que tiene tres patas y si alguna falla, todo se cae, pero en esta ocasión hay acuerdo, sólo falta afinar algunos aspectos. La vida de los consejeros dentro IFE será corta. El PRI insistía en el despido de todos, pero al final habrá una negociación, que salvará el proyecto. Lo que es un hecho, nos dice Navarrete, es que “este partido, no lo perdemos”.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 7 de septiembre.

Luego del minuto de silencio que guardó el pleno del Senado por nuestro compañero Chava Rico y la escritora Julieta Campos, el coordinador de la bancada perredista, Carlos Navarrete Ruiz, dijo:
"Queremos darle a los ciudadanos un IFE realmente independiente de los partidos políticos, del poder público, y de los poderes fácticos, para que no haya un presidente del IFE que sea `boca de ganso´, que se ocultan pero pretenden seguir manipulando las elecciones en México"...
Um, dicen, por lo visto no ha cambiado mucho la política: en el sexenio pasado, eran los patos (con Cerisola), ahora, son los gansos...
Eva Makívar, “La creme de la creme”, El Financiero, 7 de septiembre.

Ya como última reflexión, Ugalde afirmó que "la única manera de que este país prospere es que los ciudadanos sientan que la democracia está a su servicio, no al servicio de los partidos". ¡Y nosotros que creíamos que la única manera de prosperar era con el crecimiento económico, las inversiones, la creación de empleos y otras cosas más reales! Contestan los "fregados".
En pleno fragor de la batalla, Carlos Navarrete, coordinador de la bancada del PRD en el Senado, reta a Ugalde, y lo invita a debatir sobre la reforma electoral frente a los representantes de los medios de comunicación para que la sociedad sepa quién está mintiendo y sirviendo a intereses fácticos con el propósito de frenar la reforma. Obviamente, la historia continuará.
Luis Soto, “Agenda confidencial”, El Financiero, 7 de septiembre.

El acuerdo parlamentario que permitió a Felipe Calderón llegar sin impugnaciones ni insultos a la tribuna de la Cámara de Diputados para entregar su primer Informe se obtuvo a cambio de su aval a una reforma electoral sin la que, se le advirtió, no habría una fiscal. El PAN y Los Pinos lo sabían y lo aceptaron. Incluso, comprometieron, en principio, aceptar la remoción de los actuales consejeros del IFE.
Pasadas las prisas de esa coyuntura, ahora dicen que siempre no. Han caído en la cuenta de que gran parte de los cambios propuestos en la legislación electoral pretenden evitar que se vuelva a hacer todo lo que ellos hicieron para impedir el triunfo de López Obrador.
Aceptar, por tanto, la caída de Luis Carlos Ugalde y su consejo sería tanto como reconocer que el árbitro fue partícipe de aquella maniobra, lo que ha hecho regresar al escenario nacional la crisis electoral de 2006, pero con mayor carga conflictiva. Claro que no lo dicen así. Para eso recurren a quienes ahora parecen ser los intelectuales orgánicos del régimen y que publicaron un desplegado en el que advierten que decapitar al Instituto es venganza de perdedores y que entrometerse en su acreditada vida autónoma es golpe mortal a la democracia
Raúl Rodríguez Cortés, “Gran angular”, El Gráfico, 7 de septiembre.

Alos legisladores no les gustó nadita el desplegado de académicos y periodistas con el llamado a fortalecer “la autonomía del IFE”. Tampoco los cuestionamientos de Héctor Aguilar Camín sobre la anunciada salida de los consejeros del Instituto, en el Canal de las Estrellas y en horario “triple A”. Mucho menos que Joaquín López-Dóriga le haya dado tanto tiempo en su noticiero de Televisión a Luis Carlos Ugalde, sólo para cuestionarlos.
Están convencidos de que se trata de un “embate externo” de los “poderes fácticos” para descarrilar la reforma electoral porque, dicen, propone llevar la publicidad de las campañas electorales en los medios a los tiempos oficiales. Ese es el tema de fondo, y no la cabeza de Ugalde, aseguran.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 7 de septiembre.

Creel, Beltrones y Navarrete tienen un pacto firmado. Van para adelante con la reforma electoral, cueste lo que cueste. El tema de los consejeros quedó en segundo plano. El perredista nos dejó entrever que el “traje nuevo para el Consejo General ya no es un irreductible para el PRD. El primero de septiembre nos enseñó que hay rutas por las cuales se puede transitar”, recalcó.
El tema no es menor. Los spots en campaña constituyen más de dos mil millones de pesos. Los cabilderos de las televisoras se quejan de que los legisladores ni siquiera les preguntaron su opinión. El senador Arturo Núñez, coautor de la reforma, explicó que el sigilo se debe a la necesidad de evitar que reventaran las negociaciones.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 7 de septiembre.

En tanto, en algunos grupos de senadores y diputados se extiende la sensación de que fueron chamaqueados y que no se les pagará su “buen comportamiento” del pasado día primero con la reforma electoral en los términos en que se negoció antes de esa fecha.
Los consejeros electorales se convirtieron en el principal factor de disputa, por lo cual el coordinador de la bancada del PRI en el Senado y principal impulsor de la reforma de Estado, Manlio Fabio Beltrones, rechazó “chantajes” e insistió ayer en que no se trata de nada personal, que los cambios en el IFE son necesarios para evitar que se repita el “desastre” de las elecciones de 2006, el cual “se prohijó por una mala conducción”.
También destacó que los consejeros no son el tema central, pues los aspectos más importantes son la reducción de los plazos de campaña y el uso de tiempos oficiales durante los procesos electorales, con los cuales se reducirán los costos.
Miguel Ángel Rivera, “Clase Política”, La Jornada, 7 de septiembre.

Dicen en San Lázaro que Héctor Larios le tumbó a Santiago Creel la negociación sobre la salida de los consejeros electorales, porque el senador había negociado, sin tomarle parecer al diputado, que la sucesora de Luis Carlos Ugalde fuese Maria Amparo Casar. ¿Será?
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 8 de septiembre.

Pero más allá del asunto legal, el tema de fondo es si deben o no los partidos ser los que decidan quién maneja. El árbitro puede caer fatal. Los de la tribuna tenemos derecho a chiflarle, mentarle su madre e incluso de organizarle abucheo. Pero en ningún caso se debe permitir que los dueños de los equipos se pongan de acuerdo y cambien al árbitro en el medio tiempo. Lo van a hacer, no hay la menor duda, pero eso no es sino una prueba más de que no podemos dejar la democracia en manos de los partidos, menos con esas manotas.
Diego Petersen Farah, Milenio, 8 de septiembre.

Los partidos les quitan a los poderes fácticos de la televisión y la radio la posibilidad de participar en las elecciones —lo que suena saludable a todas luces— pero al mismo tiempo se apoderan del control del IFE y, lo más grave, dejan fuera a los ciudadanos.
Transfieren el poder fáctico y ciudadano al poder de los partidos. Pero eso no es todo. Los partidos están dispuestos a cerrar en definitiva —y de llevarla a carácter constitucional— la facultad de todo ciudadano a postularse como candidato independiente; prohíben a los sindicatos formar partidos, pretenden elevar el porcentaje para garantizar el registro de nuevos partidos, y en el reparto del dinero público, concentran los mayores beneficios para los tres grandes; PAN, PRD y PRI. Tampoco es todo, ya que se negaron a la reelección, que es otro de los mecanismos por los que el ciudadano les arrebata a los partidos el control de los puestos de elección popular.
¿Qué significa todo lo anterior? Que la reforma electoral no es más que una propuesta para fortalecer la “partidocracia”, de cerrar a piedra y lodo el acceso ciudadano al poder —siempre que no sea a través de los partidos— y de blindar esa “partidocracia” frente a poderes fácticos como los de las televisoras y los sindicatos. ¡Claro!, el dinero público que alimenta a los partidos queda intacto, ya que la propuesta de reducir entre 50% y 70% del financiamiento, no es más que una fórmula mentirosa, como ya lo demostró el Consejo Conciudadano de la Reforma Electoral. Cuando más, se ahorrará un 10%. Es una reforma envenenada.
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Universal, 9 de septiembre.

Ahora una negociación sobre el IFE —en los mejores términos posibles— implica la oportunidad, en más de una década, para aprobar la reforma fiscal que el gobierno requiere. Sería ingenuo pensar que la autonomía del IFE impide considerar un intercambio de esta naturaleza, cuando la propia conformación del Instituto, no se diga la integración del actual Consejo, fue el resultado de otra negociación política; como lo fue la integración previa en 1996, y la previa en 1994, etc.
En otras palabras, el Consejo General del IFE, tanto el vigente como los dos anteriores, representaron en su momento un pacto político. No es culpa de nadie el que Ugalde no lo vea así o no lo quiera reconocer ahora; pero sí es su responsabilidad personal el querer forzar la creación de un nuevo pacto en el que sólo el Presidente y el PAN asuman la carga entera de mantener a flote al IFE con su composición actual. El Consejo General que preside Luis Carlos Ugalde fue un mal pacto (pues excluyó al PRD) que, a pesar de ello, fue vigente hasta ahora.
Emilio Zebadúa, “Observatorio Global”, Crónica, 10 de septiembre.

Partidos. Pretenden erigirse en un poder absoluto, sin contrapesos, para convertirse en la práctica en una dictadura legislativa que domine al IFE y lo convierta en un órgano a su servicio. El PRI, suspirando por el control del árbitro electoral, viéndolo como el instrumento para regresar a Los Pinos. El PRD, de rodillas con AMLO, entregado por completo a sus delirios de poder, sometido a sus rencores, arrinconado por el miedo que le tienen los amarillos al tabasqueño. Y el PAN, corriendo como la gallina decapitada, sin liderazgo, perdida entre los desatinos de Manuel Espino y la pequeñez de los operadores panistas en el Congreso
Martín Moreno, “Archivos del Poder”, Excélsior, 10 de septiembre.

El gobierno se había metido en un problema innecesario con esa reforma. El cabildeo de la reforma, que tomó en las manos el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, había terminado hace un mes y medio, pero no supo responderle cuándo sería el periodo extraordinario donde se aprobaría porque esa tarea era responsabilidad de Creel y Larios, comisionados por la Presidencia para negociar las reformas. Manlio Fabio Beltrones, coordinador del PRI en el Senado, les dijo que los tiempos de Los Pinos no eran los del Senado, y encareció la negociación. Los panistas no supieron qué hacer, se pelearon entre ellos, y el secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, decidió, en el más amplio purismo de separación de poderes, ni meterse en el Legislativo, ni llamar a cuentas a los operadores del PAN
Raymundo Riva Palacio, “Estrictamente personal”, El Universal, 10 de septiembre.

En México la reforma electoral fue realizada por políticos de viejo cuño formados en las trampas priistas. Por eso las grandes decisiones tocaron al IFE, el gasto de campaña y la guerra sucia en las competencias y nada decidieron para desmantelar el aparato electoral controlado desde partidos y poderes. En el fondo, la causa originaria de los problemas electorales ha radicado en el control superior de los organismos electorales a partir de la vieja divisa priista de que quien organiza las elecciones decide a los triunfadores.
La salida de Luis Carlos Ugalde y de los demás consejeros del IFE, por tanto, nada tiene que ver con las argumentaciones en circulación: mala organización del proceso y dependencia de Elba Esther Gordillo. Si las elecciones fueron oscuras, entonces hay ilegitimidad no sólo en el presidente de la República sino en los legisladores. Y si se revisan las notas de 1993, Ugalde no fue el candidato de la señora Gordillo. La cacique del SNTE hizo todo para imponer a Fernando Zertuche. Ugalde fue posición de Roberto Madrazo como presidente del PRI. Y hoy las dos cámaras están dominadas por una mayoría madracista.
Carlos Ramírez, “Indicador Político”, El Financiero, 11 de septiembre.

El de las mentiras y las verdades a medias, respecto de la reforma electoral, es otro de los saldos negativos del debate sobre la reforma electoral. A pesar de que académicos interesados pretendieron justificar la salida de los consejeros del IFE, lo cierto es que ni el PRD y menos el PRI pudieron explicar las razones, las violaciones legales, los “pecados” que habrían cometido los consejeros del IFE para ser despedidos. En el fondo, la motivación fue política, en el caso del PRI, y hepática, en el del PRD.
Tampoco pudieron explicar esos partidos la razón por la que en 2003 no se inconformaron, y por qué no promovieron una reforma para impedir que el Consejo General del IFE se integrara como finalmente se integró. Y mucho menos tuvieron la capacidad de explicar la razón por la que en la nueva reforma —que hoy podría ser enviada al pleno del Senado— no se cambió la fórmula para seleccionar a los nuevos consejeros, que seguirá siendo de cuotas. Muy pocos reconocieron que en 2003 el PRD no fue excluido de la integración del nuevo Consejo General del IFE, sino que se marginó solo, porque pretendió imponer la reelección de uno de los suyos para, luego, llevarlo a la presidencia del IFE
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Universal, 11 de septiembre.

Nadie en el PRD y el PRI —y por extensión en el PAN— fue capaz de explicar y/o aclarar la mentira de la reducción del costo de las campañas; tampoco la razón para no incluir en esa reforma figuras como las de la reelección o las candidaturas independientes, y menos el origen tramposo y excluyente de la nueva fórmula para el reparto de las prerrogativas a los tres grandes partidos, con la reducción del dinero a los partidos chicos.
Nadie explicó la razón por la que se propuso una contraloría al IFE, que limita su independencia y lesiona su carácter ciudadano, y en cambio se habló sólo de una supuesta fortaleza del instituto, cuando ante los ojos de todos lo que se buscaba era un IFE a modo, subordinado a los partidos. Y por supuesto nadie explicó la razón por la que los partidos se guardaron “bajo la manga” la saludable pero oscura decisión de dejar fuera de los procesos electorales a los medios electrónicos de comunicación
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Universal, 11 de septiembre.

Al correo de Arsenal nos llegaron apuntes de un estudio elaborado por el doctor Samuel León, catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, sobre el financiamiento que se otorga a los partidos políticos en el país. El reporte dice que, de acuerdo con los datos reportados al IFE en 2006, los partidos políticos gastaron mil 822 millones de pesos en medios de comunicación, esto es 88% del total de financiamiento por gastos de campaña.
Pero hay más. El costo de los proceso electorales de 2006 en México le dio un total aproximado de 22 mil millones de pesos. "Es una vergüenza colectiva pública, es más grave, porque lo cotejé con otro dato, el otro dato es que, para el año 2006, la Secretaría de Seguridad Pública tuvo un presupuesto de nueve mil millones de pesos, es una desproporción sumamente interesante", destaca el investigador.
La pregunta aquí es hacia dónde se canalizará el dinero que dejarán de recibir los medios de comunicación durante las campañas. El predictamen sobre la reforma electoral no especifica el destino que tendrán esos casi dos mil millones de pesos, pero el senador del PRD, René Arce, asegura que, en adelante, se incluirán en distintos rubros del gasto social.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 11 de septiembre.

Santiago Creel y Ricardo García Cervantes aceptaron el cambio de consejeros, que era el punto fino de las negociaciones, el tema de reducir los costos de las campañas estaban aprobados desde hace varios días. El ex secretario de Gobernación, aclaraba que “no se trata de guerras o luchas, sino que es la búsqueda para democratizar nuestras campañas políticas, eso es lo que nos interesa y no otra cosa”.
El cambio de consejeros va a ser de tres en tres. Y asegura que él está contento con las negociaciones, “creo que para el país una reforma como la electoral, será de gran trascendencia, pues no sólo cambia la política del país, cambia la cultura política, la manera de cómo vamos a hacer campañas”. Creel ignoraba así todos los ataques recibidos desde los noticieros de televisión.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 12 de septiembre.

Al final, la reforma electoral pactada en lo oscurito por las elites del PRI, el PRD y el PAN no va a contribuir a darle certeza a las elecciones. Y dejará abiertos algunos conflictos que van a padecer los propios partidos cuando se percaten del poder de difusión de la radio y de la televisión. Pero lo más grave fue el mensaje de intolerancia de los partidos al responder con amenazas a las quejas de los concesionarios.
La reunión de ayer probó que la reforma electoral no será más que una modesta miscelánea. Sólo que con la advertencia del senador Jorge Mendoza: se va a reformar la Constitución sin consenso y luego será muy difícil corregirla. Así, la reforma del Estado va perfilando a un monstruo de Frankenstein que nadie podrá después gobernar.
Carlos Ramírez, “Indicador Político”, El Financiero, 12 de septiembre.

De esa manera, para las elecciones federales de 2009, en las que el PAN le apuesta a un crecimiento histórico en la Cámara de Diputados, ese partido contará con cinco consejeros electorales afines a sus filas e intereses. Esa es una de las partes fundamentales de la negociación, que en las elecciones de 2009 el PAN cuente con una mayoría de consejeros bajo su influencia. Gracias a ese acuerdo sacrificó a Luis Carlos Ugalde. Pero incluso la fórmula que acordaron los partidos para decapitar al IFE deja por todos lados un evidente tufo de venganza. ¿Por qué? Porque la fórmula para seleccionar a los nuevos consejeros es la misma que se utilizó para seleccionar a los actuales
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Universal, 12 de septiembre.

De esta manera los partidos políticos no gastarán, como ahora, casi la totalidad de su financiamiento público anual en campañas mediáticas, lo que les permitirá afrontar, de mejor manera, la disminución del obsceno gasto electoral local y federal que resultará de esta reforma y que analistas de la UNAM estiman que fue en 2006 de 22 mil millones de pesos.
De ese gasto total, poco más de la mitad, es decir, 11 mil 892 millones de pesos, correspondió el año pasado al presupuesto del IFE, del que se transfirió a los partidos políticos un financiamiento público por 4 mil 268 millones de pesos. De ellos, la mitad, es decir, 2 mil 134 millones de pesos, correspondió a sus gastos ordinarios; y la otra mitad al financiamiento de las campañas políticas.
De esta última masa de recursos, 88%, es decir, mil 878 millones de pesos, lo gastaron en medios de comunicación
Raúl Rodríguez Cortés, “Gran angular”, El Gráfico, 12 de septiembre.

Con la reforma electoral ya no habrá tal gasto, lo que no significa, como se pretende hacernos creer, que ese dinero engrosará las arcas de los partidos porque simplemente no se les entregará y podrá canalizarse a otros fines, ojalá al gasto social.
La reforma electoral cambia la fórmula para el cálculo del financiamiento ordinario de los partidos. Éste se obtendrá al multiplicar 65% del salario mínimo (32.90 pesos) por los 71.3 millones de integrantes del padrón electoral. El financiamiento ordinario sería así de 2 mil 345 millones de pesos, es decir, 555 millones de pesos menos que los 2 mil 900 millones presupuestados para este 2007
Raúl Rodríguez Cortés, “Gran angular”, El Gráfico, 12 de septiembre.

Por otra parte, la reforma establece que el financiamiento de campañas en año de elecciones generales será del equivalente a 50% del gasto ordinario de los partidos, es decir, lo reduce a la mitad de lo que actualmente se destina para ese fin. Si en 2006 fue de 2 mil 608 millones de pesos, en 2012 será de mil 304 millones de pesos, con un ahorro equivalente a esta última cantidad. En año de elecciones intermedias, el financiamiento de campañas será equivalente a 70% del gasto ordinario de los partidos. Si se toma como base la elección de 2003, cuando el gasto de campañas ascendió a 2 millones 471 mil pesos, en 2009 será de 751 millones de pesos, un ahorro de mil 730 millones de pesos. Sólo sume las economías
Raúl Rodríguez Cortés, “Gran angular”, El Gráfico, 12 de septiembre.

Prácticamente todos los medios de opinión han cuestionado el modo clandestino como han construido sus consensos para sus reformas (olvídese del Informe). Intelectuales de ligas mayores, académicos, Iglesia, empresariado, organizaciones ciudadanas han advertido sobre las consecuencias del arreglo de los legisladores de vincular la reforma electoral con la fiscal y las dos con el descabezamiento del Consejo General del IFE. La consecuencia institucional más grave es que la partidocracia sepulte la autonomía del IFE y, envalentonados, los legisladores amputen después las autonomías de los organismos que dejen de gustarles. Las primeras críticas dejan traslucir que el Congreso empieza a representar una forma embrionaria de autoritarismo político, carente de controles externos.
Luis F. Aguilar, Reforma, 12 de septiembre.

Y ya que no gastarán en la contratación de medios electrónicos, es pertinente que los partidos reciban menos dinero. La nueva fórmula para definir cuántos pesos le entregará el Estado a cada partido implica ahorros como los que también anoche, al refutar las mentiras de un asesor jurídico de Televisa, explicaba en la tribuna de Xicoténcatl en senador Ricardo García Cervantes. Si la reforma no se aprueba, en las campañas de 2009 los partidos recibirán 2670 millones de pesos (que significarían, con campañas de 71 días, casi 38 millones de pesos diarios). Con las nuevas reglas, dentro de dos años los partidos recibirán 800 millones de pesos que, gracias a la reducción en los plazos para campañas, equivaldrán a 13.3 millones de pesos diarios.
Raúl Trejo Delarbre, “Sociedad y Poder”, Crónica, 13 de septiembre.

La confrontación entre la partidocracia y la mediocracia no ha concluido.
Es un enfrentamiento de tú-a-tú y todo indica que ninguna de las dos partes está dispuesta a ceder.
Después de escuchar a los propietarios de los medios de comunicación más importantes del país y a sus más destacados conductores de televisión y radio, los legisladores continuaron con el proceso legislativo y aprobaron el proyecto de dictamen de reforma electoral.
Este, desde el punto de vista de los dueños de las televisoras y radiodifusoras, atenta contra la libertad de expresión.
Adicionalmente, a juicio de los poderosos propietarios de los medios de comunicación electrónica, expropia literalmente, el 30 por ciento del tiempo y valor comercial de la radio y televisión, a favor de los partidos políticos.
Por eso es que la confrontación, ayer se recrudeció.
Y es que en la madrugada las comisiones de la Cámara de Diputados, aprobaron el proyecto de dictamen.
Marco Antonio Mares, “Ricos y Poderosos”, Crónica, 13 de septiembre.

El problema de la reforma electoral ha sido su parcialidad. No reforma el Estado sino que satisface las exigencias de los partidos para regresar a elecciones sin control legal. El próximo consejero presidente del IFE, por ejemplo, saldrá del entorno de los partidos y del Congreso y a ellos obedecerá. Por tanto, el IFE ya no será ciudadano sino partidista. De haber sido audaces y democráticos, los legisladores debieron de haber optado por una verdadera ciudadanización del Instituto con tres decisiones verdaderamente democratizadoras:
1) Que los consejeros fueran designados por los ministros de la Corte, como propuso la investigadora María Amparo Casar, asesora por cierto de la comisión de reforma del Estado.
2) Que los consejeros, al salir del ámbito de la Corte, tuvieran una especialidad en derecho, ya que los procesos electorales tienen que ver fundamentalmente con las leyes.
3) Y que los partidos se salieran del IFE porque su presencia -aun sin voto- solamente envenena las sesiones. Y apostándole a la democracia, entonces el IFE debiera ser un organismo electoral sin consejeros y sí con directores organizadores de elecciones. La despolitización y despartidización del IFE sería la verdadera ciudadanización del Instituto.
Carlos Ramírez, “Indicador Político”, El Financiero, 13 de septiembre.

Los legisladores, sin embargo, hicieron una reforma a la medida de sus necesidades, no en tono con un proceso de democratización. La intolerancia y cerrazón del Legislativo se percibió en su desdén hacia la cámara de radio y televisión. El trato legislativo de concesionarios a los miembros de esa cámara empresarial fue desdeñoso de una realidad inocultable: la radio y la televisión se han convertido en espacios privilegiados para la crítica política. Todos los analistas de medios escritos han encontrado espacio en los medios electrónicos. Por tanto, el debate no fue con concesionarios sino con medios de comunicación social.
Lo grave de la reforma electoral es su disociación de la realidad democrática. Los partidos contrarreformaron las leyes electorales para regresar a los vicios del pasado. De ahí que el mamotreto aprobado en el Congreso vaya paradójicamente contra la democratización de la República porque se negoció por unas elites, se impuso a ciudadanos y empresas y desdeñó a la sociedad.
Carlos Ramírez, “Indicador Político”, El Financiero, 13 de septiembre.

Hace apenas dos semanas, el PAN frenaba la reforma electoral y atoraba las negociaciones al oponerse a la salida de los consejeros del IFE, y ayer los panistas eran los primeros interesados en que se votara de una vez el dictamen de esa reforma, con todo y descabezamiento de consejeros; hasta tenían prisa para que hoy quedaran aprobados los cambios constitucionales.
Tanta premura en Acción Nacional tiene una explicación: la presión que ayer fueron a ejercer los poderosos medios electrónicos al Senado, por las afectaciones que la reforma electoral traerá a la radio y la televisión, será llevada ahora a Los Pinos, directamente al presidente Calderón, a quien los dueños de la industria mediática buscaban infructuosamente en estos días
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 13 de septiembre.

Porque más allá de que se afecten intereses producto del acotamiento financiero que reciben los medios electrónicos durante cada campaña política —hay que entender que son entes productivos que generan empleos, pagan impuestos y contribuyen al desarrollo económico y político del país—, las tentaciones dictatoriales partidistas son algo que preocupa profundamente. Con la nueva legislación electoral, si bien los partidos no podrán denigrar "a las instituciones, partidos o personas", queda ahí, latente, el riesgo de que la prohibición se extienda en cualquier momento a los medios de comunicación. Que, en un arranque legislativo, sean censurados
Martín Moreno, “Archivos del Poder”, Excélsior, 13 de septiembre.

Nuestra tiranía partidista debería revisar algunas cifras: mientras con la nueva reforma cada medio electrónico tendrá que ceder 48 minutos al día para tiempo de los partidos, en Chile son 15 minutos y en Inglaterra diez, con campañas más cortas. Es, en los hechos, un evidente acto expropiatorio.
Partidos millonarios en un país de pobres. "El dinero que se iba a los medios se irá ahora a la beneficencia", nos conmueve el senador priista Jesús Murillo Karam. ¿Y cómo saberlo si nadie los va a fiscalizar? ¿Cómo comprobar en qué lo gastarán si no tienen una vigilancia confiable porque se auditan entre ellos mismos?
Por eso las multas que les aplicaba el IFE no les preocupaban. Sabían que, más temprano que tarde, les llegaría su momento dorado y que se autocompensarían financieramente —y por mucho— por lo que tendrían que pagar.
Martín Moreno, “Archivos del Poder”, Excélsior, 13 de septiembre.

Con el dizque ahorro económico que tendrán el PRI, el PAN y el PRD mediante la "seudorreforma electoral", en la que se prohíbe le la contratación de espacios publicitarios en medios electrónicos y que en realidad no será un ahorro para el erario ni se abaratará la democracia, porque nosotros los contribuyentes le vamos a seguir dando exactamente la misma lana a los partidos, no queda sino preguntarse: ¿en qué demonios se piensan gastar todos esos millones de pesos que les tocan anualmente en prerrogativas y que no invertirán en mercadotecnia electoral? Mmmmh. No es muy difícil imaginar en qué.
Yuriria Sierra, “Nudo gordiano”; Excélsior, 13 de septiembre.

Imagine que tres empresas dominantes de un sector tuvieran la posibilidad de establecer sus reglas de operación y nombrar al árbitro, pues harían algo muy similar a lo que están intentando el PAN, el PRD y el PRI.
La primera jugada es eliminar al árbitro. Sea quien sea el próximo presidente del IFE, estará coptado por los partidos políticos. Lo pondrán y lo quitarán de acuerdo con su interés particular. En lugar de un órgano que responda a los ciudadanos, lo hará a los partidos y, por lo tanto, si no es un buen sirviente, lo moverán… Lo peor es que hay quienes están interesados en este puesto ignominioso.
Por más que digan que al contralor lo sugerirán instituciones de educación, lo cierto es que también sería un "gato" de los tres principales partidos políticos que lo nombrarán y, por tanto, lo quitarán.
David Páramo, “Personajes de renombre”, Excélsior, 13 de septiembre.

El segundo paso es garantizar que no van a entrar nuevos competidores: prohibir las candidaturas ciudadanas y elevar las barreras de entrada a nuevos participantes al establecer que se requiere 5% de la votación para mantener el registro. Ni José López Portillo se atrevió a establecer murallas tan altas.
Quieren crear normas para que los pequeños nunca crezcan. La manera de repartir el dinero que dan los contribuyentes a los partidos políticos le otorga mayor cantidad al que tuvo más votos, es decir, garantiza su posición dominante. Si, como han dicho hasta la náusea, se busca equidad, pues le corresponderían más recursos al que quedó en último lugar para que crezca.
David Páramo, “Personajes de renombre”, Excélsior, 13 de septiembre.

Cámara (la de radio y televisión) que de verdad se cree cámaras (de diputados y de senadores); poder fáctico que amenaza y se mofa del Poder Legislativo constituido. Pero es sabido que los reflectores deslumbran, y en este caso los barones de la telecracia han equivocado el método y han exhibido su verdadero carácter simulador y falseador. Si no hubiese otras razones para legislar como de manera insólitamente unida lo están haciendo los senadores de los tres principales partidos, lo sucedido desde las dos de la tarde de este martes pasado sería suficiente para frenar las pretensiones de altanera preponderancia que principalmente las televisoras han asumido en relación con la vida institucional del país
Julio Hernández López, “Astillero”, La Jornada, 13 de septiembre.

Hoy, una década después, los dirigentes de los partidos políticos han declarado agotada aquella reforma, y quizá con razón, y construyen otra en la que el objetivo principal es su blindaje, lo que también me explico, creando el más formidable aparato de gobierno, por encima de los otros poderes, el Legislativo incluido.
En ese sentido, se tiene que leer el que se hayan negado a aceptar las reglas de la transparencia, el ser fiscalizados, los candidatos ciudadanos y la reelección inmediata de legisladores, factores que les permiten mantener el monopolio del poder.
Porque el día que eso, transparencia, fiscalización, candidaturas ciudadanas y reelección legislativa inmediata se alcance, las cúpulas de los partidos dejarán de ser lo que denuncian en otros: un oligopolio, político, pero oligopolio.
Diódoro Carrasco, Milenio, 13 de septiembre.

¿A qué le tienen miedo los partidos? La experiencia nos dice que en muy pocos países del mundo tienen éxito las candidaturas independientes. Los partidos cuentan con estructuras y gozan de lealtades que los favorecen frente a cualquier candidato ciudadano. Pero ocasionalmente, cuando la población se exaspera ante los abusos de una clase política, algún personaje carismático o comprometido puede poner en jaque a todo el sistema de partidos. Esto ha ocurrido en varios países del mundo, para bien o para mal. Esa lejana posibilidad ha sido suficiente para impulsar a nuestros partidos a tratar de cerrar definitivamente la puerta a los candidatos ciudadanos.
El temor no parece surgir de algún candidato ocasional que pueda ganar una presidencia municipal en Yucatán o en Chihuahua. Tampoco, me parece, lo puede generar un político como Jorge Castañeda, inteligente pero percibido como aristócrata y lejano por la mayoría. Sin embargo, un Víctor González Torres, que puede financiar un esfuerzo electoral con sus propios recursos, y que tiene una cercanía con el pueblo llano mucho mayor que el más populista de los políticos, es más peligroso para los partidos. Es por ello, tal vez, que los políticos de la vieja escuela han decidido cerrar el paso a cualquier candidatura independiente.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 13 de septiembre.

Los partidos son un negocio y un negocio muy rentable. Éste ahora se vuelve más jugoso como consecuencia de la nueva ley electoral. El gasto de campaña se elevará de 27 a 41 millones de pesos al día, sólo que ahora no habrá necesidad de pagar a los medios electrónicos, pues simplemente se les arrebatará el tiempo. Con la ley actual, el gasto ha sido hasta ahora más fácil de fiscalizar. Los anuncios de radio y televisión son por naturaleza públicos y se pueden monitorear. Por eso hoy sabemos que, en el 2006, salieron al aire 280 mil spots que no fueron incluidos en la contabilidad de los partidos. Pero ¿quién va a mantener las cuentas de 41 millones de pesos diarios de cachuchas, camisetas, banderines, banderolas y lo que se acumule?
Entiendo, por lo tanto, la importancia de cerrar el paso a las candidaturas independientes. Si los ciudadanos sin partido empiezan a ganar elecciones, el negocio puede debilitarse. Eso se entiende. Lo que no tiene sentido es que los líderes de estos partidos afirmen que la razón por la cual están limitando el derecho de los ciudadanos a ocupar cargos de elección popular es para beneficiar a esos mismos ciudadanos.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 13 de septiembre.

La reforma electoral con sus limitaciones de propaganda en medios electrónicos (causante entre otras cosas de la ira codiciosa de los concesionarios nacionales) coloca al Partido Acción Nacional fuera del único terreno en el cual puede competir: la virtualidad publicitaria.
El acortamiento de las campañas a 90 días es útil para las organizaciones con fuerte presencia territorial (eso denominado en el lenguaje de la política es “estructura”) y es en ese campo donde Acción Nacional camina con evidente cojera.
Rafael Cardona, “El Cristalazo”, Crónica, 14 de septiembre.

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