“Ella siempre llora un poco con el tema (de la Ley Arizona)… no es cosa fácil hablarlo. Yo no sé, no me imagino qué tan difícil será que tengas que dejar tu vida en un lugar sin haber hecho nada malo, sólo trabajar”, cuenta Armando, su novio, un mexicano de 30 años, residente legal en Estados Unidos.
Rosario tiene 25 años. Es delgada, morena clara, con cabello castaño y reflejos rubios. Ojos grandes y cejas pobladas bien delineadas. Como cualquier veracruzana, ama el baile, la música y la vida en familia, aunque la mitad de la suya se haya tenido que mudar a otro estado por miedo a las medidas antiinmigrantes que privan en Arizona.
Esa unión familiar fue, precisamente, la que la hizo vivir en Arizona, 15 años antes, cuando todos los miembros emigraron a Estados Unidos para buscar un trabajo para sobrevivir. Ella no podía decidir. Poco recuerda ya de México.
El miércoles al mediodía, cuando Rosario y Armando se enteraron de la decisión de la jueza federal que bloqueó algunas de las partes más duras de la Ley SB1070, celebraron.
Ella tenía días con sus pocas pertenencias empacadas en la cajuela de su automóvil. Había comercializado junto con su familia, desde semanas antes, en una “venta de garage”, la mayoría de sus cosas para tener todo listo por si entraba en vigor la nueva Ley SB1070, correr hacia otro estado o regresar a México. No tenía un plan seguro.
“Lo que yo no sabía cómo decirle, de qué manera explicarle, que en la ley sigue el apartado que dice que es delito transportar o albergar ilegales. Así que no le he dicho nada y ella parece no estar enterada de eso”, cuenta Armando.
Y es que, a pesar de las secciones de la nueva norma que la jueza Susan Bolton bloqueó, quedan otras que sí entraron en vigor el día jueves y que fomentan la discriminación en esa entidad.
La sección cuarta de la Ley SB1070 del estado de Arizona contempla como delito que un ciudadano o residente legal transporte en su vehículo a una persona sin documentos.
También se considera una falta que un estadounidense reciba en su hogar a una persona que vive de manera ilegal en ese país.
Ilícitos contemplados en el ordenamiento
En la Ley se menciona como delito: “El transporte, la procuración de transporte o el uso de propiedad mueble o inmueble de una persona o una entidad que sabe o tiene razón para saber que la persona o personas transportadas o a ser transportadas no son ciudadanas, residentes permanentes de Estados Unidos o de otra forma, con estancia legal en el estado o que hayan intentado entrar, hayan entrado o se hayan quedado en Estados Unidos en violación de la ley”.
En el estado de Arizona se calcula que viven entre 400 mil y 500 mil personas de manera ilegal. Todas ellas enfrentarían, según las normas, el rechazo de los ciudadanos y de los residentes legales para recibirlos en viviendas o para llevarlos o darles aventón en sus automóviles.
“Ahora no sé qué hacer. Es difícil para mí decirle a mi novia o a mis amigos, que no pueden venir a mi departamento o que no puedo darles ‘raite’ al trabajo, por ejemplo. No creo poder hacerlo, prefiero que me procesen con un juez a discriminar así a la gente a mis amigos. Esa jueza hizo muy bien en quitar algunos artículos… pero, ¿no debió bloquear toda la Ley? Toda la Ley SB1070 en sí fomenta el racismo y la discriminación. Y, también, el miedo en los que sí somos legales”, afirma Armando,
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