WASHINGTON.— Tras sufrir el revés judicial que le ha impedido poner en marcha las más drásticas disposiciones de la ley antiinmigrante SB1070, Jan Brewer, la gobernadora de Arizona, destelló ayer elevadas dosis de enojo y rencor contra los gobernadores de Nuevo México y California, Bill Richardson y Arnold Schwarzenegger, por no haberla respaldado.
Tras una primera ronda de protestas y manifestaciones contra la letra y el espíritu de esta ley de Arizona, decenas de organizaciones siguieron ayer adelante con jornadas de vigilia y manifestaciones pacíficas en distintos puntos del estado fronerizo.
“Me han dado la espalda”, dijo ayer la gobernadora de Arizona a la cadena Fox News cuando se le preguntó por los planes de Richardson y Schwarzenegger de proseguir con la celebración de la conferencia de gobernadores fronterizos, a pesar de su decisión de cancelarla de forma unilateral para responder así al desplante de los gobernadores de México, quienes se negaron a acudir a Arizona por el ambiente antiinmigrante desatado por la SB1070. “Es descorazonador”, dijo Brewer, al reconocer que le dolió la decisión de sus dos colegas de “sumarse al boicot” de los gobernadores fronterizos mexicanos contra su estado y participar en la conferencia que se verificará en septiembre en Santa Fe, en Nuevo México.
Richardson y Schwarzenegger “tendrían que haberse mantenido firmes” con el resto de los gobernadores estadounidenses, dijo Brewer, en referencia a la decisión de ella y del gobernador de Texas, Richard Perry, de no acudir a la conferencia.
Brewer, la gran patrocinadora de la SB1070, tendrá que esperar hasta septiembre u octubre próximos para ver qué sucede con su recurso de apelación contra el fallo de la juez Susan Bolton, quien e jueves suspendió partes cruciales de la ley SB1070. La apelación será estudiada por los jueces del noveno circuito de San Francisco. En todo caso, Brewer dijo que está evaluando ya la posibilidad de hacer “ajustes” a la legislación, para tomar en cuenta los cuestionamientos que planteó Bolton al emitir su dictamen.
Con la guardia en alto
Luego de la detención de al menos 71 personas en las protestas del jueves contra la ley, la jornada de ayer discurrió con mayor tranquilidad, aunque los grupos proinmigrantes han anunciado que no bajarán la guardia.
A pesar de que el fallo de la juez Bolton “extirpa las disposiciones más terribles” de la SB1070, la ley “sigue siendo profundamente problemática”, consideró Alison Parker, directora del programa de Estados Unidos de Human Rights Watch, al considerar la necesidad de mantener una actitud vigilante en Arizona.
Bolton suspendió las secciones que obligaban a los migrantes a portar papeles de identificáción y que criminalizaban que un ilegal tabaje o pida trabajo; también prohibió que la Policía detenga a cualquiera para preguntarle su estatus migratorio.
Como parte del intenso debate que ha traído consigo la polémica legislación, los primeros sondeos revelaron ayer lo que todo el mundo sospechaba: que el entusiasmo de los republicanos por esta ley antiinmigrante podría alejarlos definitivamente de la base electoral hispana, la más dinámica en EU. Según una encuesta realizada televisora CNN y Opinion Research Corporation, 57% de los hispanos opina que los demócratas prestan más atención a sus necesidades que los republicanos, en quienes apenas confía un 30%.
También son los demócratas los que coinciden más con los hispanos sobre los asuntos que importan a esta comunidad, pues 57% siente que el partido del presidente Barack Obama comparte sus intereses, frente a 32% que opina que se siente más en sintonía con los republicanos en este aspecto; 45% de los hispanos cree que los demócratas pueden impulsar mejor los cambios que necesita el país, frente a 38% que cree que para esta labor son mejores los republicanos.
Tras una primera ronda de protestas y manifestaciones contra la letra y el espíritu de esta ley de Arizona, decenas de organizaciones siguieron ayer adelante con jornadas de vigilia y manifestaciones pacíficas en distintos puntos del estado fronerizo.
“Me han dado la espalda”, dijo ayer la gobernadora de Arizona a la cadena Fox News cuando se le preguntó por los planes de Richardson y Schwarzenegger de proseguir con la celebración de la conferencia de gobernadores fronterizos, a pesar de su decisión de cancelarla de forma unilateral para responder así al desplante de los gobernadores de México, quienes se negaron a acudir a Arizona por el ambiente antiinmigrante desatado por la SB1070. “Es descorazonador”, dijo Brewer, al reconocer que le dolió la decisión de sus dos colegas de “sumarse al boicot” de los gobernadores fronterizos mexicanos contra su estado y participar en la conferencia que se verificará en septiembre en Santa Fe, en Nuevo México.
Richardson y Schwarzenegger “tendrían que haberse mantenido firmes” con el resto de los gobernadores estadounidenses, dijo Brewer, en referencia a la decisión de ella y del gobernador de Texas, Richard Perry, de no acudir a la conferencia.
Brewer, la gran patrocinadora de la SB1070, tendrá que esperar hasta septiembre u octubre próximos para ver qué sucede con su recurso de apelación contra el fallo de la juez Susan Bolton, quien e jueves suspendió partes cruciales de la ley SB1070. La apelación será estudiada por los jueces del noveno circuito de San Francisco. En todo caso, Brewer dijo que está evaluando ya la posibilidad de hacer “ajustes” a la legislación, para tomar en cuenta los cuestionamientos que planteó Bolton al emitir su dictamen.
Con la guardia en alto
Luego de la detención de al menos 71 personas en las protestas del jueves contra la ley, la jornada de ayer discurrió con mayor tranquilidad, aunque los grupos proinmigrantes han anunciado que no bajarán la guardia.
A pesar de que el fallo de la juez Bolton “extirpa las disposiciones más terribles” de la SB1070, la ley “sigue siendo profundamente problemática”, consideró Alison Parker, directora del programa de Estados Unidos de Human Rights Watch, al considerar la necesidad de mantener una actitud vigilante en Arizona.
Bolton suspendió las secciones que obligaban a los migrantes a portar papeles de identificáción y que criminalizaban que un ilegal tabaje o pida trabajo; también prohibió que la Policía detenga a cualquiera para preguntarle su estatus migratorio.
Como parte del intenso debate que ha traído consigo la polémica legislación, los primeros sondeos revelaron ayer lo que todo el mundo sospechaba: que el entusiasmo de los republicanos por esta ley antiinmigrante podría alejarlos definitivamente de la base electoral hispana, la más dinámica en EU. Según una encuesta realizada televisora CNN y Opinion Research Corporation, 57% de los hispanos opina que los demócratas prestan más atención a sus necesidades que los republicanos, en quienes apenas confía un 30%.
También son los demócratas los que coinciden más con los hispanos sobre los asuntos que importan a esta comunidad, pues 57% siente que el partido del presidente Barack Obama comparte sus intereses, frente a 32% que opina que se siente más en sintonía con los republicanos en este aspecto; 45% de los hispanos cree que los demócratas pueden impulsar mejor los cambios que necesita el país, frente a 38% que cree que para esta labor son mejores los republicanos.
Jaime Hernández corresponsal, El Universal, 31 de agosto.
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