Fuentes diplomáticas consultadas en la sede de la cancillería ecuatoriana señalaron que la conversación entre los jefes de Exteriores sudamericanos “fluye y se desarrolla”, y que ninguno de los convocados ha abandonado la reunión.
Además, una fuente diplomática peruana señaló que los ministros se encuentran negociando un documento, aunque no quiso precisar más detalles. El ambiente de tensión entre Venezuela y Colombia se dejó sentir desde temprano, cuando empezaron a llegar a Quito los cancilleres, especialmente los de los dos países en conflicto.
El canciller colombiano, Jaime Bermúdez, en declaraciones en el aeropuerto Mariscal Sucre, de Quito, defendió la denuncia efectuada por su país hace una semana en el marco de la Organización de Estados Americanos (OEA). Bermúdez dijo que esa denuncia no es inoportuna, ya que el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, gobernará hasta el 7 de agosto próximo, cuando entregue el mando a su sucesor, Juan Manuel Santos.
“Tenemos muchas evidencias, mucha información” sobre la presencia de guerrilleros en territorio venezolano, dijo Bermúdez y enfatizó en que la responsabilidad del gobierno saliente de Colombia es “gobernar hasta el 7 de agosto (...) con toda determinación. Nuestra responsabilidad política es garantizar la vida de los colombianos”, añadió el jefe de la diplomacia de Bogotá, que dijo no tener “muchas expectativas de la reunión” de Quito. A su lado, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, apostilló que “ha llegado la hora para retomar los caminos de la paz en Colombia” y de “construir el camino para una paz justa, necesaria, que anhela toda nuestra hermana Colombia y que anhelamos nosotros, los países sudamericanos, particularmente los países vecinos”. Maduro rechazó la versión colombiana de que en territorio venezolano se refugian guerrilleros colombianos y calificó esas insinuaciones como “mentiras” y un “ataque” del gobierno de Uribe. Además, el venezolano dijo que presentará a la Unasur “un conjunto de ideas para que se tome el camino de la paz, puesto que la última guerra que queda en la región es la de Colombia”.
De su lado, el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, dijo que el interés de la Unión es crear un ambiente de confianza entre los dos países, que permita solucionar las diferencias entre Caracas y Bogotá. Patiño remarcó que el objetivo de la cita es encontrar mecanismos indispensables para que Venezuela y Colombia “puedan sentarse a la mesa a conversar, con el apoyo de los países sudamericanos”.
Adelantó que en conversaciones previas con algunos de sus colegas de la región se insinuó “la posibilidad de constituir un grupo de países que acompañen el diálogo político” entre Caracas y Bogotá, en las próximas semanas, para “crear medidas de confianza” entre ellos.
La Unasur “es una mesa de hermanos” donde es posible “recuperar los niveles de confianza” y encontrar “una salida que pueda ser aceptable” para todos. La reunión privada ha provocado cierta desesperación en los alrededor de 250 periodistas de Sudamérica que se han concentrado en Quito, entre los cuales también se ha podido sentir la tensión de la crisis, sobre todo entre los colombianos y venezolanos. En los momentos de espera sin información, un desconocido distribuyó copias de unas caricaturas contra Uribe y contra el embajador de Colombia en la OEA, Luis Hoyos, que han causado cierto alboroto en la sala de prensa. La Unasur está formada por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guayana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
Mientras, el portavoz del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó ayer que el mandatario se abstendrá de responder al pronunciamiento de su par colombiano, Álvaro Uribe, que lo cuestionó por supuestamente referirse a la actual crisis entre Colombia y Venezuela como “un caso de asuntos personales”. El jefe de Estado de Brasil “ya tomó conocimiento de las declaraciones (de Uribe) y no considera apropiado que se respondan”, dijo Marcelo Baumbach, portavoz de la Presidencia brasileña, en una rueda de prensa. Baumbach se refirió así al comunicado divulgado ayer por la Presidencia de Colombia, donde Uribe se pronunció sobre lo dicho por Lula la víspera.
En el mensaje, Uribe “deplora” que Lula, “con quien hemos cultivado las mejores relaciones” se refiera a la situación con Venezuela como si fuese un caso de asuntos personales”. Añade Uribe que Brasil ignora la “amenaza que para Colombia y el continente representa la presencia de los terroristas de las FARC” en Venezuela, y subraya que Lula “desconoce” los esfuerzos del gobierno de Uribe “para buscar soluciones a través del diálogo” con su país vecino.
EFE. Quito, Milenio, 30 de julio.
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