Quadri: la política educativa es una responsabilidad de los gobiernos

Gabriel Quadri salió al paso de los cuestionamientos de que Elba Esther Gordillo se encuentra detrás de su candidatura y sostuvo que él se manda solo, y “nadie está detrás” de él. 

“Yo me mando solo, nadie está detrás de mí, aparte de mi esposa, mi hijo y mis amigos”, aseveró en su cuenta de Twitter.

Más tarde durante un encuentro con estudiantes de la Universidad La Salle, Quadri negó que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) sea el que impida la evaluación universal de maestros y que se eleve la calidad de la educación en México y reviró que la política educativa es responsabilidad de los gobiernos federal y estatales, no del gremio de maestros.

“Es muy fácil culpar a sutanito o menganito” y aclaró que no exonera a nadie, pero aseguró que “los responsables de la calidad y de la política educativa son los gobiernos federal y estatales, y hay algunos locales que lo han hecho bien y otros de manera fatal”, aseveró.

Sostuvo que hay algunas entidades en donde las organizaciones de maestros están dedicadas a la subversión y al radicalismo, como Oaxaca y Guerrero, y aprovechó para cuestionar: “¿Qué podemos esperar en estos estados?” en materia educativa.

De hecho, aseveró que ambos estados son de los más atrasados en América Latina en materia educativa.

En esas entidades —dijo— las organizaciones radicales de maestros, incluidas varias normales públicas, impiden un avance de la educación, ya que sólo se dedican a la subversión y a sacar rentas para financiar sus movimientos.

En ese sentido, subrayó la importancia de elevar la calidad educativa y dijo que para ello se requiere de un interlocutor gubernamental “fuerte”, y no lo que ha pasado en esta administración con la Secretaría de Educación Pública.

INTERNET. Quadri recalcó su planteamiento de elevar a derecho constitucional el acceso a Internet y banda ancha para potenciar el desarrollo, crecimiento del país y la utilización de la tecnología con este fin.


Alejandro Páez, La Crónica, 9 de mayo.