Acuerdan panistas ir por reforma política

El líder nacional del PAN, Gustavo Madero, cedió ayer en su postura de impulsar sólo una reforma electoral y acordó con senadores de su partido pugnar por una reforma política profunda.

La reforma política abarca temas como los gobiernos de coalición, la segunda vuelta en la elección presidencial, la reelección de legisladores y alcaldes, así como la posibilidad de que el Congreso ratifique al gabinete, vote el Plan Nacional de Desarrollo y la estrategia de seguridad.

En cambio, la electoral se circunscribe a la discusión de un instituto nacional encargado de las elecciones federales y las locales, la inclusión de nuevas causales de nulidad de los comicios -como rebasar topes de campaña-, la revisión de los tiempos oficiales, el endurecimiento de penas por delitos electorales y la reducción de los gastos para proselitismo.

El acuerdo se tomó en una reunión con alrededor de 30 senadores, quienes junto con otra treintena de diputados, el lunes le enviaron a Madero una carta para pedirle no ceder ante el Gobierno ni aceptar una reforma que no abarque el sistema político.

"No debemos ceder frente al argumento de que sólo una de esas reformas es socialmente útil y necesaria dado el entorno económico que enfrenta el País", se indica en la misiva.

Los legisladores advierten que una reforma electoral no es suficiente y que aceptar mínimos y posponer los máximos es una rendición histórica y moral.

"Nuestro deber no es salvaguardar las reglas con las que funciona el régimen actual. Mucho menos cuidar los intereses de la Presidencia en turno.

"Para eso, el Presidente tiene a su propio partido. Nosotros debemos representar la causa ciudadana que anhela romper los monopolios de la política", añade.

En respuesta a la carta, Madero aceptó entrevistarse con los senadores y, según el coordinador, Jorge Luis Preciado, el dirigente convino en que el PAN irá por esa reforma en el próximo periodo ordinario, para apoyar luego la reforma energética.

"(El PAN) va por una reforma integral. La diferencia está en cómo se frasee. Para nosotros una reforma político-electoral es que contemple no solamente un cambio a las reglas de los códigos electorales, sino un cambio de fondo".

¿La instrucción de Madero es la reforma político-electoral y luego la energética?, se le preguntó.

"Es un acuerdo del grupo parlamentario con el presidente del partido y, por supuesto, con diputados y obviamente la dirigencia nacional", sostuvo Preciado.

Madero se había pronunciado por impulsar primero una reforma electoral que aplicara en los comicios de 2015, y hasta después la política, que podría aplicar hasta el cambio sexenal, en 2018.

Mariel Ibarra y Mayolo López, Reforma, 8 de agosto.