Doblan a diputados

Los legisladores no pudieron entrar a su recinto parlamentario, tuvieron que sesionar en una sede alterna y, al final del día, cedieron a las presiones de los maestros y de la izquierda, por lo que decidieron no aprobar la ley para evaluar a los docentes.

La Cámara de Diputados amaneció cercada en su totalidad por los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

Desde las 4:00 horas, los profesores arribaron al inmueble y se apostaron en todos los accesos para impedir que se instalara ahí la sesión de Congreso general con la que se abriría el periodo extraordinario de sesiones.

Desde la noche del martes, se estableció una interlocución directa entre el líder del PRD, Jesús Zambrano, y la Presidencia de la República.

Se acordó que el dictamen de la ley para que los maestros sean evaluados (del Servicio Profesional Docente) fuera retirado de la discusión que se llevaría a cabo en la sesión.

Pero la CNTE condicionó el retiro del cerco al Palacio Legislativo de San Lázaro a que tampoco se aprobaran la Ley del Instituto Nacional de Evaluación Educativa y las reformas a la Ley General de Educación.

Al mediodía, a instancias del perredista Silvano Aureoles, el coordinador de los diputados del PRI, Manlio Fabio Beltrones, accedió a un encuentro con los dirigentes del magisterio en un hotel cercano a la Cámara baja.

Ahí Beltrones les propuso mantener el compromiso de no aprobar la ley de evaluación si ellos retiraban el cerco. No hubo acuerdo.

Ambas partes se dieron tres horas, hasta las 17:30 horas, para que la CNTE respondiera, pero ésta se sostuvo en los mismos términos: la exigencia de que ninguna ley educativa fuera aprobada.

Ante su negativa, la sesión de Congreso general se instaló en tan sólo 7 minutos en el Senado; a ésta no fueron invitados los diputados del PRD.

Horas más tarde, la Cámara de Diputados sesionó en el Centro Banamex, que funcionó como sede alterna.

Ahí, a gritos, la bancada del PAN exigió al presidente del órgano legislativo, el priista Francisco Arroyo, que fuese incorporado a la agenda del día el dictamen de la ley para la evaluación de los maestros que el propio Arroyo había retirado de la gaceta parlamentaria con el visto bueno de su partido.

Pero la propuesta no fue atendida y en votación económica, con el aval de priistas y perredistas, se acordó no discutir esta ley, sólo las otras dos.

Mayolo López, Claudia Salazar y Antonio Baranda, Reforma, 22 de agosto.