Frena plan migratorio escándalo de espionaje

WASHINGTON.- El escándalo de espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) está frustrando los planes del Presidente Barack Obama de que el país contara con una reforma migratoria integral.

El Mandatario estadounidense esperaba que el proceso de aprobación en ambas Cámaras concluyera en este mes de modo que él pudiera rubricarla para su entrada en vigor.

La reforma migratoria quedó virtualmente varada en la Cámara baja, donde la mayoría republicana se niega a debatir el documento aprobado previamente por el Senado.

Los congresistas conservadores han ido proponiendo iniciativas que plantean reformar aspectos migratorios por partes, con enfoques punitivos y de refuerzo de la seguridad fronteriza.

Varios republicanos están incluso en contra de cualquier mecanismo que otorgue la ciudadanía a los 11 millones de indocumentados que están en el país.

El jefe de Estado se encuentra asediado por el escándalo desatado tras la revelación del ex contratista Edward Snowden sobre los programas secretos de espionaje del Gobierno.

El viernes, durante una conferencia de prensa, Obama dedicó una hora al tema y anunció que trabajará con el Congreso para modificar los programas de vigilancia de la NSA.

No obstante, también dejó claro que no tiene intención de detener la recolección diaria de los registros telefónicos de los estadounidenses.

"Está bien hacer preguntas en torno a la vigilancia en especial en momentos en que la tecnología está dando una nueva forma a cada aspecto de nuestra vida", afirmó el Presidente.

Obama tenía esperanzas de que, además de la reforma migratoria, los legisladores lograran avances sobre cómo manejar el déficit del gasto público, pero sus planes se han visto menguados.

Cualquier Gobierno se enfrenta a la realidad de que puedan surgir desafíos inesperados que sacudan planes cuidadosamente elaborados.

Sin embargo, la magnitud de los programas de espionaje convierte esto en un asunto que probablemente será más que una distracción temporal.

Los índices de aprobación de Obama en las encuestas han disminuido desde que se supo de estos programas, y eso podría obstaculizar sus ventajas políticas.

Las revelaciones son especialmente problemáticas para él debido a que el asunto no puede ser minimizado simplemente como algo promovido por el partido rival.

Incluso sin las revelaciones sobre la NSA, aún así el Mandatario enfrentaría la misma dinámica política con los republicanos del Congreso, que estancaron los avances de la reforma migratoria.

Antes de partir de vacaciones a Martha's Vineyard, en las costas de Massachusetts, el Presidente reconoció que podría haber subestimado las preocupaciones del público respecto al espionaje.

Además, dijo que buscará incrementar la confianza de la población en los programas.

Para ello, se encargará de nombrar a un fiscal independiente con el fin de que argumente contra el Gobierno durante audiencias secretas de la Corte de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera.

Este tribunal revisa solicitudes de vigilancia dentro de Estados Unidos. Asimismo, está formando un panel asesor externo para que revise los poderes estadounidenses de vigilancia.

"No hay duda alguna de que las filtraciones del señor Snowden desataron una respuesta mucho más rápida y apasionada de la que hubiera habido en condiciones normales", indicó Obama.

Reforma, 11 de agosto.