TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis.— Contrario a lo que establece la tradición de los usos y costumbres indígenas, que prohíbe la participación de las mujeres en la vida pública, una joven tzotzil encabezó en esta capital la resistencia pacífica y las protestas para liberar a 15 reos de diferentes etnias que permanecieron en huelga de hambre por más de un mes en dos penales de Chiapas.
Tabita Sánchez, originaria de Busiljá, municipio de Ocosingo, por dos semanas fue el rostro visible del plantón, que cesó el sábado, en las afueras del palacio del gobierno, para exigir la excarcelación de ocho internos del penal 14 de El Amate, municipio de Cintalapa y de siete más del Centro de Readaptación Social 5 de San Cristóbal de las Casas, debido a su grave estado de salud.
La joven, única mujer que habla español entre quienes estuvieron en plantón y con estudios de preparatoria, aseguró que seguirán luchando.
Inicialmente, el gobierno de Chiapas declaró cerrada la revisión jurídica de los expedientes penales, pero el sábado, tras el levantamiento de la huelga de hambre de los 15 reos no liberados, el gobierno se comprometió a realizar una segunda revisión.
El gobierno liberó la semana pasada a 146 reos autoproclamados políticos, de una solicitud de 360 expedientes presentados por organizaciones sociales y campesinas, pero advirtió que de los 15 ayunantes, algunos no serán liberados.
No nos intimidan
Sánchez, de 24 años, afirma que a los indígenas no les intimidan las amenazas del gobierno, acostumbrados como están a “resistir las mentiras, las injusticias, la explotación de las autoridades y a los caciques que se juntan para meternos a la cárcel”.
Narra que ella y su familia fueron víctimas de la corrupción del gobierno y de las arbitrariedades del presunto grupo paramilitar Organización para la Defensa de los Derechos Indígenas Campesinos (OPDIC) y de uno de sus dirigentes, el ex diputado local priísta Pedro Chulín Jiménez, en 1997.
Luego de un mes de huelga de hambre, movilizaciones y protestas, el pasado lunes 31 de marzo el gobierno estatal liberó a sus familiares.
Sin embargo, Tabita permaneció en plantón hasta que el gobierno del estado de Chiapas se comprometió a revisar los expedientes de 15 reos en ayuno.
La joven indígena es una mujer de mirada resuelta y serena. Su voz se matiza cuando habla de su futuro inmediato.
“Ahora, seguiré con mis luchas personales, señaló.
Tabita Sánchez, originaria de Busiljá, municipio de Ocosingo, por dos semanas fue el rostro visible del plantón, que cesó el sábado, en las afueras del palacio del gobierno, para exigir la excarcelación de ocho internos del penal 14 de El Amate, municipio de Cintalapa y de siete más del Centro de Readaptación Social 5 de San Cristóbal de las Casas, debido a su grave estado de salud.
La joven, única mujer que habla español entre quienes estuvieron en plantón y con estudios de preparatoria, aseguró que seguirán luchando.
Inicialmente, el gobierno de Chiapas declaró cerrada la revisión jurídica de los expedientes penales, pero el sábado, tras el levantamiento de la huelga de hambre de los 15 reos no liberados, el gobierno se comprometió a realizar una segunda revisión.
El gobierno liberó la semana pasada a 146 reos autoproclamados políticos, de una solicitud de 360 expedientes presentados por organizaciones sociales y campesinas, pero advirtió que de los 15 ayunantes, algunos no serán liberados.
No nos intimidan
Sánchez, de 24 años, afirma que a los indígenas no les intimidan las amenazas del gobierno, acostumbrados como están a “resistir las mentiras, las injusticias, la explotación de las autoridades y a los caciques que se juntan para meternos a la cárcel”.
Narra que ella y su familia fueron víctimas de la corrupción del gobierno y de las arbitrariedades del presunto grupo paramilitar Organización para la Defensa de los Derechos Indígenas Campesinos (OPDIC) y de uno de sus dirigentes, el ex diputado local priísta Pedro Chulín Jiménez, en 1997.
Luego de un mes de huelga de hambre, movilizaciones y protestas, el pasado lunes 31 de marzo el gobierno estatal liberó a sus familiares.
Sin embargo, Tabita permaneció en plantón hasta que el gobierno del estado de Chiapas se comprometió a revisar los expedientes de 15 reos en ayuno.
La joven indígena es una mujer de mirada resuelta y serena. Su voz se matiza cuando habla de su futuro inmediato.
“Ahora, seguiré con mis luchas personales, señaló.
Nota de Oscar Gutiérrez, corresponsal, El Universal, 7 de abril.
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