Tenejapa, Chis., 6 de abril. Apremiado por dirigentes indígenas a reconocer los acuerdos de San Andrés Larráinzar y ser tomados en cuenta para la designación del comisionado de los pueblos indígenas, que además deberá provenir de alguna etnia, el presidente Felipe Calderón Hinojosa los exhortó a que presentaran peticiones “concretas”, ir “más allá del rollo.
“También sé echar rollo, también sé darle vuelta, también sé hablar y ponerle muchas cosas a las palabras. Pero vamos a hablar de las cosas concretas, porque creo que son las que reclama el hambre de la gente y eso es lo que, con mucho gusto, lo podemos hacer”, expuso en este municipio.
En su primera visita a este territorio de influencia zapatista, el michoacano había recibido un listado de peticiones de parte de los representantes del consejo de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.
En un llamado “diálogo interactivo” con cerca de 70 líderes de etnias, Juan Sánchez Jiménez, indígena purépecha, le pidió de entrada una redefinición de las políticas públicas para que sean claras, eficaces y acordes a la diversidad cultural del país.
Isabel Gómez López se quejó que no tienen acceso a los más elementales servicios de salud y las instalaciones médicas “sólo permanecen como un adorno inútil”, y lo mismo ocurre en educación, donde las escuelas están deterioradas son insuficientes.
Fue ella quien planteó la necesidad de aplicar una serie de convenios como el 169 de Pueblos Indígenas y Tribales, las declaraciones Universal de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, y sobre la Diversidad Cultural, de la Organización de Naciones Unidas sobre los Pueblos Indígenas, así como los acuerdos de San Andrés de 1996.
En el contexto de la discusión sobre la reforma energética, Norma González preguntó que si se va a consultar a los pueblos indígenas sobre este tema de importancia nacional.
Además pidió que se considere a este consejo consultivo para la elección del titular del CDI y que éste sea indígena.
La ultima petición pesó más en el ánimo de la comitiva, porque precisamente en San Juan Chamula, unas horas antes, Calderón había dicho que no en balde había nombrado a Luis H. Álvarez comisionado de los pueblos indígenas, “porque don Luis es un hombre que quiere a Chiapas, es un hombre que quiere al indígena, y estoy seguro, porque lo conozco de hace muchos años, que es un hombre que sería capaz de dar la vida por los indígenas de México”.
Calderón ofreció mantener un diálogo con ellos, pero también les hizo una advertencia. “Si hubiera además cosas concretas, específicas, más directamente relacionadas con problemas de la gente, que más allá de las palabras, como bien señalaba Isabel, más allá del rollo, a veces muy elaborado, con mucha ideología, a veces con mucha política, yo lo veo es que los indígenas, más allá de todas las palabras, lo que necesitan es agua, es drenaje, es médico, es proyectos productivos, y eso es lo que yo quiero platicar con ustedes”.
Al final hizo una velada crítica a los gobiernos estatales, cuando dijo que “otros nomás se quedan con el dinero en medio y con eso nunca se puede arar mucho, y por eso tenemos que modificar las reglas, para que sean simples y a la vez nos aseguran que el dinero se ejerza debidamente”.
De ahí viajó a Ocosingo, donde convivió con niños de un albergue y durmió para continuar este lunes su gira.
“También sé echar rollo, también sé darle vuelta, también sé hablar y ponerle muchas cosas a las palabras. Pero vamos a hablar de las cosas concretas, porque creo que son las que reclama el hambre de la gente y eso es lo que, con mucho gusto, lo podemos hacer”, expuso en este municipio.
En su primera visita a este territorio de influencia zapatista, el michoacano había recibido un listado de peticiones de parte de los representantes del consejo de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.
En un llamado “diálogo interactivo” con cerca de 70 líderes de etnias, Juan Sánchez Jiménez, indígena purépecha, le pidió de entrada una redefinición de las políticas públicas para que sean claras, eficaces y acordes a la diversidad cultural del país.
Isabel Gómez López se quejó que no tienen acceso a los más elementales servicios de salud y las instalaciones médicas “sólo permanecen como un adorno inútil”, y lo mismo ocurre en educación, donde las escuelas están deterioradas son insuficientes.
Fue ella quien planteó la necesidad de aplicar una serie de convenios como el 169 de Pueblos Indígenas y Tribales, las declaraciones Universal de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, y sobre la Diversidad Cultural, de la Organización de Naciones Unidas sobre los Pueblos Indígenas, así como los acuerdos de San Andrés de 1996.
En el contexto de la discusión sobre la reforma energética, Norma González preguntó que si se va a consultar a los pueblos indígenas sobre este tema de importancia nacional.
Además pidió que se considere a este consejo consultivo para la elección del titular del CDI y que éste sea indígena.
La ultima petición pesó más en el ánimo de la comitiva, porque precisamente en San Juan Chamula, unas horas antes, Calderón había dicho que no en balde había nombrado a Luis H. Álvarez comisionado de los pueblos indígenas, “porque don Luis es un hombre que quiere a Chiapas, es un hombre que quiere al indígena, y estoy seguro, porque lo conozco de hace muchos años, que es un hombre que sería capaz de dar la vida por los indígenas de México”.
Calderón ofreció mantener un diálogo con ellos, pero también les hizo una advertencia. “Si hubiera además cosas concretas, específicas, más directamente relacionadas con problemas de la gente, que más allá de las palabras, como bien señalaba Isabel, más allá del rollo, a veces muy elaborado, con mucha ideología, a veces con mucha política, yo lo veo es que los indígenas, más allá de todas las palabras, lo que necesitan es agua, es drenaje, es médico, es proyectos productivos, y eso es lo que yo quiero platicar con ustedes”.
Al final hizo una velada crítica a los gobiernos estatales, cuando dijo que “otros nomás se quedan con el dinero en medio y con eso nunca se puede arar mucho, y por eso tenemos que modificar las reglas, para que sean simples y a la vez nos aseguran que el dinero se ejerza debidamente”.
De ahí viajó a Ocosingo, donde convivió con niños de un albergue y durmió para continuar este lunes su gira.
Nota de Claudia Herrera Beltrán, La jornada, 7 de abril.
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