La Habana, 8 de julio. El arzobispado de La Habana confirmó hoy los nombres de cinco opositores presos que serán liberados y “podrán salir rumbo a España en los próximos días”, así como los de otros seis que serán reubicados en cárceles de sus provincias, mientras Guillermo Fariñas anunció desde un hospital de Santa Clara que ha suspendido su ayuno de protesta.
Tras la decisión oficial de excarcelar a todos los opositores sentenciados en 2003, “todo el mundo tiene que reaccionar”, incluyendo Estados Unidos y la Unión Europea (UE), consideró el canciller español, Miguel Ángel Moratinos. “Espero que ahora mis colegas europeos respondan a lo que era el compromiso”, añadió, aludiendo al pacto de eliminar la Posición Común, tras resolverse el asunto de los presos.
Poco antes de regresar a Madrid, el miércoles, el ministro español relató ante periodistas que Raúl Castro le confirmó su voluntad de “avanzar en el proceso de reformas económicas, financieras y agrícolas”, con “más autonomía e independencia de los factores” locales.
Intenso día de trabajo
Contó que el intenso y largo miércoles arrancó cuando su colega cubano, Bruno Rodríguez, lo recogió a media mañana en la residencia del embajador Manuel Cacho.
El ministro español desapareció hasta bien entrada la tarde. Hubo reuniones sucesivas en el Palacio de las Convenciones y la decisión de anunciar las liberaciones se tomó cuando estaban juntos Castro, Moratinos, Rodríguez y el cardenal Jaime Ortega.
Resuelto el punto, Raúl se llevó a comer a su casa a Moratinos y al cardenal. Ahí siguieron el partido de futbol España-Alemania, en un ambiente íntimo, con fotos y recuerdos españoles, y con el presidente cubano entusiasmado con el equipo rojo.
Los medios locales divulgaron dos textos: un comunicado oficial, sobre la reunión de Castro y Moratinos, y la nota del arzobispado, que anunció las liberaciones. Los dos diarios nacionales publicaron dos fotos, tomadas en el mismo lugar. En una aparecen el presidente y el canciller español y en otra ambos, con Ortega.
Era una tácita recordación de un esquema ya descrito: la Iglesia católica como actora en una zona del escenario interno, España como país cercano y coadyuvante y el gobierno como interlocutor de las dos partes.
En un correo electrónico a La Jornada, el investigador de la Universidad de Denver y cubano de origen Arturo López-Levy, interpretó el gesto de La Habana como un hecho “en la dirección de lo que el presidente Obama llamó abrir el puño para dialogar”. Washington debía corresponder, mostrando que “está dispuesto a un nuevo enfoque hacia una Cuba que se reforma”, agregó el especialista.
Coincidiendo con estas novedades, el Ministerio del Interior informó el jueves que el salvadoreño Francisco Antonio Chávez Abarca, acusado aquí de actos terroristas, y deportado en la víspera desde Caracas, será investigado y procesado.
Movimiento de presos
Los primeros excarcelados serán Antonio Villarreal Acosta, Léster González Pentón, Luis Milán Fernández, José Luis García Paneque y Pablo Pacheco Ávila, según el informe de la oficina del cardenal.
Cuatro de ellos están entre los disidentes prisioneros más enfermos. Según un reporte de la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, entre otros males, Villarreal padece retención de líquido en las piernas y trastornos nerviosos; González, soplo cardiaco y gastritis crónica; Milán, enfisema pulmonar y hepatomegalia (aumento patológico del hígado); García, cólicos nefríticos y trastornos siquiátricos agudos, y todos son hipertensos.
El arzobispado informó también que, conforme a los datos oficiales que ha recibido, en cuestión de horas serían reubicados en sus provincias de origen los presos Nelson Molinet Espino, Marcelo Manuel Cano Rodríguez, Ángel Juan Moya Acosta, Claro Sánchez Altarriba, José Daniel Ferrer García y Luis Enrique Ferrer García.
Esta tarde el activista Fariñas volvió a contestar el teléfono en el hospital Arnaldo Milián y así transmitió a La Jornada su mensaje principal: “Aquí no hubo vencedores ni vencidos; aquí ganó Cuba y quedó demostrado que los cubanos que no están de acuerdo con el gobierno ni con el sistema, también tienen derecho a ser cubanos”.
Contó que este mediodía tuvo una “presión benigna” de más de 70 opositores –Héctor Palacios, Francisco Chaviano, René Gómez Manzano y Laura Pollán, entre ellos–, que fueron a pedirle que cesara el ayuno, con el que pedía la liberación de los opositores presos más enfermos.
Fariñas se lanzó a una huelga de hambre y sed el 24 de febrero. A la semana sufrió un shock y fue reanimado por los médicos, pero recayó y desde el 11 de marzo está en terapia intensiva, sin ingerir sólidos ni líquidos, alimentado artificialmente a través de catéteres.
Con voz firme y fluida, confirmó que, bajo el cuidado del médico Mauro López Ortega, empezó a tomar sorbos de agua y seguirá progresivamente con líquidos de mayor densidad durante unas cinco semanas.
Esperará cuatro meses a que salgan los 52 presos, tal como ha ofrecido el gobierno, pero reanudará la protesta con más gente, si la oferta no se cumple. Ahora, su preocupación y la de sus médicos es el trombo que tiene entre la yugular izquierda y la subclavia, en la base del cuello.
Tras la decisión oficial de excarcelar a todos los opositores sentenciados en 2003, “todo el mundo tiene que reaccionar”, incluyendo Estados Unidos y la Unión Europea (UE), consideró el canciller español, Miguel Ángel Moratinos. “Espero que ahora mis colegas europeos respondan a lo que era el compromiso”, añadió, aludiendo al pacto de eliminar la Posición Común, tras resolverse el asunto de los presos.
Poco antes de regresar a Madrid, el miércoles, el ministro español relató ante periodistas que Raúl Castro le confirmó su voluntad de “avanzar en el proceso de reformas económicas, financieras y agrícolas”, con “más autonomía e independencia de los factores” locales.
Intenso día de trabajo
Contó que el intenso y largo miércoles arrancó cuando su colega cubano, Bruno Rodríguez, lo recogió a media mañana en la residencia del embajador Manuel Cacho.
El ministro español desapareció hasta bien entrada la tarde. Hubo reuniones sucesivas en el Palacio de las Convenciones y la decisión de anunciar las liberaciones se tomó cuando estaban juntos Castro, Moratinos, Rodríguez y el cardenal Jaime Ortega.
Resuelto el punto, Raúl se llevó a comer a su casa a Moratinos y al cardenal. Ahí siguieron el partido de futbol España-Alemania, en un ambiente íntimo, con fotos y recuerdos españoles, y con el presidente cubano entusiasmado con el equipo rojo.
Los medios locales divulgaron dos textos: un comunicado oficial, sobre la reunión de Castro y Moratinos, y la nota del arzobispado, que anunció las liberaciones. Los dos diarios nacionales publicaron dos fotos, tomadas en el mismo lugar. En una aparecen el presidente y el canciller español y en otra ambos, con Ortega.
Era una tácita recordación de un esquema ya descrito: la Iglesia católica como actora en una zona del escenario interno, España como país cercano y coadyuvante y el gobierno como interlocutor de las dos partes.
En un correo electrónico a La Jornada, el investigador de la Universidad de Denver y cubano de origen Arturo López-Levy, interpretó el gesto de La Habana como un hecho “en la dirección de lo que el presidente Obama llamó abrir el puño para dialogar”. Washington debía corresponder, mostrando que “está dispuesto a un nuevo enfoque hacia una Cuba que se reforma”, agregó el especialista.
Coincidiendo con estas novedades, el Ministerio del Interior informó el jueves que el salvadoreño Francisco Antonio Chávez Abarca, acusado aquí de actos terroristas, y deportado en la víspera desde Caracas, será investigado y procesado.
Movimiento de presos
Los primeros excarcelados serán Antonio Villarreal Acosta, Léster González Pentón, Luis Milán Fernández, José Luis García Paneque y Pablo Pacheco Ávila, según el informe de la oficina del cardenal.
Cuatro de ellos están entre los disidentes prisioneros más enfermos. Según un reporte de la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, entre otros males, Villarreal padece retención de líquido en las piernas y trastornos nerviosos; González, soplo cardiaco y gastritis crónica; Milán, enfisema pulmonar y hepatomegalia (aumento patológico del hígado); García, cólicos nefríticos y trastornos siquiátricos agudos, y todos son hipertensos.
El arzobispado informó también que, conforme a los datos oficiales que ha recibido, en cuestión de horas serían reubicados en sus provincias de origen los presos Nelson Molinet Espino, Marcelo Manuel Cano Rodríguez, Ángel Juan Moya Acosta, Claro Sánchez Altarriba, José Daniel Ferrer García y Luis Enrique Ferrer García.
Esta tarde el activista Fariñas volvió a contestar el teléfono en el hospital Arnaldo Milián y así transmitió a La Jornada su mensaje principal: “Aquí no hubo vencedores ni vencidos; aquí ganó Cuba y quedó demostrado que los cubanos que no están de acuerdo con el gobierno ni con el sistema, también tienen derecho a ser cubanos”.
Contó que este mediodía tuvo una “presión benigna” de más de 70 opositores –Héctor Palacios, Francisco Chaviano, René Gómez Manzano y Laura Pollán, entre ellos–, que fueron a pedirle que cesara el ayuno, con el que pedía la liberación de los opositores presos más enfermos.
Fariñas se lanzó a una huelga de hambre y sed el 24 de febrero. A la semana sufrió un shock y fue reanimado por los médicos, pero recayó y desde el 11 de marzo está en terapia intensiva, sin ingerir sólidos ni líquidos, alimentado artificialmente a través de catéteres.
Con voz firme y fluida, confirmó que, bajo el cuidado del médico Mauro López Ortega, empezó a tomar sorbos de agua y seguirá progresivamente con líquidos de mayor densidad durante unas cinco semanas.
Esperará cuatro meses a que salgan los 52 presos, tal como ha ofrecido el gobierno, pero reanudará la protesta con más gente, si la oferta no se cumple. Ahora, su preocupación y la de sus médicos es el trombo que tiene entre la yugular izquierda y la subclavia, en la base del cuello.
Gerardo Arreola, La Jornada, 9 de julio.
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