Propone Fariñas transición pacífica

LA HABANA.- El disidente cubano Guillermo Fariñas, quien el jueves puso fin a 135 días de huelga de hambre tras el anuncio de las próximas liberaciones de 52 presos políticos, dijo ayer ser el primer sorprendido por el gesto del Gobierno y declaró que desea que en la Isla haya una transición pacífica hacia la democracia.

"Queremos que esto sea como, por ejemplo, cuando en España terminó la dictadura del Generalísimo (Francisco) Franco, sin que hubiera derramamiento de sangre", afirmó en sus primeras declaraciones a la Radio Nacional de España.

"Es importante que aprendamos a perdonar y disculpar a quien ahora nos reprime", añadió el opositor, quien inició su protesta el 24 de febrero, un día después de la muerte del preso político Orlando Zapata tras 85 días sin comer.

Fariñas, periodista y sicólogo de 48 años, resaltó que dejó la huelga para "desatar las manos" de quienes están negociando con el Gobierno cubano.

El médico del disidente, Ismely Iglesias, advirtió que éste sigue grave y en peligro potencial de muerte hasta que no de- saparezca un coágulo que tiene en la yugular.

En medio de la expectativa de la Oposición por las liberaciones, familiares de cinco reos políticos que el Gobierno de Raúl Castro anunció que excarcelaría de inmediato esperaban noticias y algunos declararon estar listos para viajar a España, país que prometió acogerlos.

"No pude dormir ante la espera y las preocupaciones. Aún no tenemos noticias. Ya tengo todo listo: dos mudas de ropa y fotos de la familia", dijo Oleydis García, esposa de Pablo Pacheco, un reo político de 40 años y condenado a 20 en prisión.

"Agentes de Seguridad del Estado me dieron la información. Sólo me dijeron que mantuviera la calma, no me han dicho en qué momento (saldrá). Si va a venir a la casa o nos vamos a encontrar en el aeropuerto", expresó Lisandra Laffita, esposa del reo Luis Milán, también de 40 años y sentenciado a 13 en la cárcel.

Pacheco, Milán, así como José Luis García, Antonio Villareal y Lester González, son los cinco reos disidentes que el Gobierno prometió liberar de forma inminente como parte de un diálogo con la jerarquía católica cubana.

Algunos de los presos muy enfermos desean viajar a España para recibir tratamiento médico y luego regresar a Cuba, señaló en tanto el activista de derechos humanos Elizardo Sánchez.

El Arzobispado de la Habana indicó ayer que los reos podrían viajar a España y de ahí, si lo desean, trasladarse a terceros países.

El diálogo entre el Gobierno y la Iglesia católica contempla además la liberación de otros 47 detenidos en un plazo máximo de cuatro meses y el traslado de otros seis prisioneros a cárceles cercanas a sus hogares. El Arzobispado reveló ayer las provincias hacía donde éstos últimos serían llevados.

Nelson Moliten será trasladado de la prisión de Pinar del Río a La Habana; Claro Sánchez Altarriba de Camagüey a Santiago de Cuba; José Daniel Ferrer García de las Tunas a Santiago de Cuba; Marcelo Manuel Cano Rodríguez de Cienfuegos a La Habana; Ángel Juan Moya Acosta de La Habana a Matanzas y Luis Enrique Ferrer García de Santiago de Cuba a Las Tunas.

El País y agencias, Reforma, 10 de julio.

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