La Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP16) es una oportunidad para recuperar la confianza en el sistema de cooperación internacional, y en ella deben alcanzarse acuerdos ambiciosos y vinculantes que pongan sobre la mesa la necesidad de que los países industrializados compensen a los subdesarrollados sus altos niveles de contaminación.
Así lo afirmó el ex presidente chileno, Ricardo Lagos, durante la conferencia de prensa en la que la Internacional Socialista (IS) –organización que agrupa a 170 partidos políticos socialdemócratas y laboristas de todo el mundo– presentó las conclusiones de un análisis realizado por sus integrantes sobre el tema del calentamiento global, y que presentarán en la cumbre de Cancún.
Luego de que el cónclave realizado en Copenhague en 2009 estuviera por debajo de las expectativas, la cita de este año debe ser una llamada para concretar lo que se quedó pendiente, y enfrentar con seriedad un problema global que, por primera vez en la historia, ningún país puede ignorar.
Por ello, Lagos presentó un documento de 10 puntos en el que la IS resume sus propuestas sobre cambio climático, y mediante el cual exige, en primer lugar, que las delegaciones asistentes a Cancún firmen de manera urgente un acuerdo “ambicioso, realista y vinculante”, que defina con plazos claros cuáles son las acciones a tomar sobre este tema.
El ex mandatario chileno subrayó la exigencia de que se promuevan esquemas de compensación, en los que los países ricos financien la mitigación y adaptación de las naciones pobres contra el cambio climático, fenómeno que fue causado en gran medida por el desarrollo económico insustentable de los primeros.
Lagos también demandó intensificar los programas contra la deforestación –responsable de 20 por ciento de los GEI— y transparentar la entrega de recursos a los países subdesarrollados para la lucha contra el calentamiento global.
La delegación de la IS, que se reunió ayer con el presidente Felipe Calderón, buscará que la COP16 no sea simplemente una nueva cumbre de buenas intenciones, puntualizó.
Así lo afirmó el ex presidente chileno, Ricardo Lagos, durante la conferencia de prensa en la que la Internacional Socialista (IS) –organización que agrupa a 170 partidos políticos socialdemócratas y laboristas de todo el mundo– presentó las conclusiones de un análisis realizado por sus integrantes sobre el tema del calentamiento global, y que presentarán en la cumbre de Cancún.
Luego de que el cónclave realizado en Copenhague en 2009 estuviera por debajo de las expectativas, la cita de este año debe ser una llamada para concretar lo que se quedó pendiente, y enfrentar con seriedad un problema global que, por primera vez en la historia, ningún país puede ignorar.
Por ello, Lagos presentó un documento de 10 puntos en el que la IS resume sus propuestas sobre cambio climático, y mediante el cual exige, en primer lugar, que las delegaciones asistentes a Cancún firmen de manera urgente un acuerdo “ambicioso, realista y vinculante”, que defina con plazos claros cuáles son las acciones a tomar sobre este tema.
El ex mandatario chileno subrayó la exigencia de que se promuevan esquemas de compensación, en los que los países ricos financien la mitigación y adaptación de las naciones pobres contra el cambio climático, fenómeno que fue causado en gran medida por el desarrollo económico insustentable de los primeros.
Lagos también demandó intensificar los programas contra la deforestación –responsable de 20 por ciento de los GEI— y transparentar la entrega de recursos a los países subdesarrollados para la lucha contra el calentamiento global.
La delegación de la IS, que se reunió ayer con el presidente Felipe Calderón, buscará que la COP16 no sea simplemente una nueva cumbre de buenas intenciones, puntualizó.
Fernando Camacho Servín, La Jornada. 28 de noviembre.
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