Cancún, Q. Roo, 29 de noviembre. El mundo espera que en la reunión de Cancún, los representantes de 194 países ofrezcan alternativas reales para cerrar simultáneamente las brechas entre el hombre y la naturaleza; entre países ricos y pobres, y demostrar que ésta no fue sólo una reunión más en la que se cubrieron desacuerdos y simulaciones, advirtió el presidente Felipe Calderón.
El cambio climático no respeta fronteras ni ideologías políticas, sería una tragedia que la “incapacidad de ver más allá de los intereses personales, de grupo e incluso nacionales nos hicieran fallar”.
Al inaugurar la 16 Conferencia de las Partes (COP-16) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), Calderón confió en que al final el encuentro sea recordado porque conjuntamente se logró una nueva etapa de acción frente al cambio climático. “Es una oportunidad para avanzar en este sentido, de lograr un paquete amplio de decisiones significativas; trabajar en la vía diplomática con acuerdos y tratados entre naciones; en el área científica, comprendiendo datos; profundizar en la tecnología verde y la transferencia a países necesitados, y en el aspecto humano, con la movilización de personas y el cambio de conductas”, indicó.
Más tarde, dijo que la cumbre podrá no ser “el parto de los montes”, pero es posible establecer medidas que redunden en una transformación radical para la reducción de las emisiones de carbono. Esto fue al reunirse con presidentes y directores generales de Coca-Cola, Dow Chemical Company y Duke Energy.
Ante la plenaria a la que asisten delegados de 194 naciones, Calderón admitió que si lograr acuerdos entre dos naciones es difícil, conseguirlo entre cerca de 200 lo es aún más, pero entre todos debe prevalecer la idea de que “tenemos un solo reto, que hay una especie humana y una sola tierra”. Propuso a los asistentes “ser más eficientes en la manera de transmitir y comunicar los efectos del cambio climático y llamar a la acción colectiva; sólo así se podrá movilizar el poder de la gente”, única capaz de hacer el cambio. El mundo espera una respuesta responsable de nosotros, señaló.
“Nuestra relación con la naturaleza está llegando a un punto crítico: o modificamos nuestra forma de vida para detener el cambio climático o el cambio climático va a alterar de manera permanente la forma de vida de esta civilización, y no será para bien. Las pruebas científicas de lo que está ocurriendo son concluyentes”, advirtió ante centenas de asistentes reunidos en el hotel sede, entre los que estaban como invitados legisladores y empresarios.
Calderón consideró que la falta de acuerdos sobre un tema que exige acción inmediata es el falso dilema que dice que las naciones tienen que escoger entre crecimiento económico o preservación del medio ambiente; combatir el cambio climático o combatir la pobreza.
“Es perfectamente posible lograr un crecimiento sustentable y, al mismo tiempo, combatir la pobreza; es perfectamente posible reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y al mismo tiempo no sólo sostener el crecimiento económico, sino incluso encontrar nuevas formas de productividad, de crecimiento en generación de empleos en el desarrollo verde”, añadió
El mundo “espera una respuesta responsable de todos nosotros. A nosotros nos toca demostrar si en Cancún fuimos sólo capaces de cubrir un expediente de desacuerdos o simulaciones, o si pudimos iniciar verdaderamente una nueva etapa de acción frente al cambio climático”.
Tejer acuerdos
Antes, Mario Molina, premio Nobel de Química, urgió a los participantes –quienes en su mayoría son funcionarios de ministerios de medio ambiente o áreas similares, ya que la llegada de los ministros está prevista para la semana próxima–, que se acerquen a propuestas efectivas que contribuyan a terminar con las altas emisiones de GEI. Señaló que hay grupos poderosos de intereses económicos que tratan de desacreditar el tema, y los retó a un diálogo civilizado para probar los diferentes puntos de vista.
En el mismo sentido, Rajendra Pachauri, del panel científico, pidió a los asistentes a las negociaciones recordar que el retraso de la mitigación elevará costos y de manera injusta para varias zonas del mundo, “los impactos del cambio climático serán mayores y más graves de lo que hemos sufrido hasta ahora. Serán más graves para las regiones más pobres del mundo. La mayoría de esas comunidades apenas han contribuido a las emisiones”.
A su vez, Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la CMNUCC, señaló que es necesario “tejer un acuerdo, porque las concentraciones de GEI alcanzaron sus niveles máximos. Los más pobres y vulnerables requieren asistencia suficiente para afrontar un problema que ellos no provocaron”.
Llamó a los países desarrollados para que cumplan con las promesas de Copenhague y dijo que es posible lograr “un resultado concreto en Cancún, firme y confiable”.
El cambio climático no respeta fronteras ni ideologías políticas, sería una tragedia que la “incapacidad de ver más allá de los intereses personales, de grupo e incluso nacionales nos hicieran fallar”.
Al inaugurar la 16 Conferencia de las Partes (COP-16) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), Calderón confió en que al final el encuentro sea recordado porque conjuntamente se logró una nueva etapa de acción frente al cambio climático. “Es una oportunidad para avanzar en este sentido, de lograr un paquete amplio de decisiones significativas; trabajar en la vía diplomática con acuerdos y tratados entre naciones; en el área científica, comprendiendo datos; profundizar en la tecnología verde y la transferencia a países necesitados, y en el aspecto humano, con la movilización de personas y el cambio de conductas”, indicó.
Más tarde, dijo que la cumbre podrá no ser “el parto de los montes”, pero es posible establecer medidas que redunden en una transformación radical para la reducción de las emisiones de carbono. Esto fue al reunirse con presidentes y directores generales de Coca-Cola, Dow Chemical Company y Duke Energy.
Ante la plenaria a la que asisten delegados de 194 naciones, Calderón admitió que si lograr acuerdos entre dos naciones es difícil, conseguirlo entre cerca de 200 lo es aún más, pero entre todos debe prevalecer la idea de que “tenemos un solo reto, que hay una especie humana y una sola tierra”. Propuso a los asistentes “ser más eficientes en la manera de transmitir y comunicar los efectos del cambio climático y llamar a la acción colectiva; sólo así se podrá movilizar el poder de la gente”, única capaz de hacer el cambio. El mundo espera una respuesta responsable de nosotros, señaló.
“Nuestra relación con la naturaleza está llegando a un punto crítico: o modificamos nuestra forma de vida para detener el cambio climático o el cambio climático va a alterar de manera permanente la forma de vida de esta civilización, y no será para bien. Las pruebas científicas de lo que está ocurriendo son concluyentes”, advirtió ante centenas de asistentes reunidos en el hotel sede, entre los que estaban como invitados legisladores y empresarios.
Calderón consideró que la falta de acuerdos sobre un tema que exige acción inmediata es el falso dilema que dice que las naciones tienen que escoger entre crecimiento económico o preservación del medio ambiente; combatir el cambio climático o combatir la pobreza.
“Es perfectamente posible lograr un crecimiento sustentable y, al mismo tiempo, combatir la pobreza; es perfectamente posible reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y al mismo tiempo no sólo sostener el crecimiento económico, sino incluso encontrar nuevas formas de productividad, de crecimiento en generación de empleos en el desarrollo verde”, añadió
El mundo “espera una respuesta responsable de todos nosotros. A nosotros nos toca demostrar si en Cancún fuimos sólo capaces de cubrir un expediente de desacuerdos o simulaciones, o si pudimos iniciar verdaderamente una nueva etapa de acción frente al cambio climático”.
Tejer acuerdos
Antes, Mario Molina, premio Nobel de Química, urgió a los participantes –quienes en su mayoría son funcionarios de ministerios de medio ambiente o áreas similares, ya que la llegada de los ministros está prevista para la semana próxima–, que se acerquen a propuestas efectivas que contribuyan a terminar con las altas emisiones de GEI. Señaló que hay grupos poderosos de intereses económicos que tratan de desacreditar el tema, y los retó a un diálogo civilizado para probar los diferentes puntos de vista.
En el mismo sentido, Rajendra Pachauri, del panel científico, pidió a los asistentes a las negociaciones recordar que el retraso de la mitigación elevará costos y de manera injusta para varias zonas del mundo, “los impactos del cambio climático serán mayores y más graves de lo que hemos sufrido hasta ahora. Serán más graves para las regiones más pobres del mundo. La mayoría de esas comunidades apenas han contribuido a las emisiones”.
A su vez, Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la CMNUCC, señaló que es necesario “tejer un acuerdo, porque las concentraciones de GEI alcanzaron sus niveles máximos. Los más pobres y vulnerables requieren asistencia suficiente para afrontar un problema que ellos no provocaron”.
Llamó a los países desarrollados para que cumplan con las promesas de Copenhague y dijo que es posible lograr “un resultado concreto en Cancún, firme y confiable”.
Angélica Enciso y Ciro Pérez Silva, La Jornada, 30 de noviemrbe.
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