Cuatro grandes acuerdos se pueden alcanzar en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que empieza hoy en Cancún, según la opinión de negociadores de la Unión Europea, Estados Unidos y México, entrevistados por Crónica a lo largo de los últimos tres meses.
María Kokkonen, vocera de la Comisión Europea para el tema; Reno Harnish, asesor de la Casa Blanca y director del Centro para el Medio Ambiente y Seguridad Nacional, del Instituto Scripps de Oceanografía; y el secretario de Medio Ambiente, Juan Rafael Elvira Quesada, dijeron que aunque esta conferencia empieza con expectativas cautelosas, se pueden alcanzar buenos acuerdos para acciones rápidas y efectivas.
Los negociadores reconocen que no se aprobará un Acuerdo Vinculatorio de Cancún que obligue a los países más industrializados a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, pero aclaran que son optimistas porque sí existe la confianza de que se aprobará un “Paquete de Cancún”, con cuatro consensos:
Uno, frenar la deforestación; dos, transferir tecnologías verdes de países ricos a países en desarrollo; tres, la arquitectura financiera para integrar un fondo verde de 30 mil millones de dólares antes de 2012; cuatro, el convenio para extender la vigencia del Protocolo de Kioto, cuya vigencia original vence en 2012.
Del 29 de noviembre al 10 de diciembre, el puerto turístico de Cancún recibirá a más de 20 mil representantes de los 194 países miembros de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, quienes buscarán un acuerdo para continuar con la primera fase de aplicación del Protocolo de Kyoto a partir de enero de 2013, en el que deberán establecerse esquemas de financiamiento global para la adaptación y la mitigación al cambio climático.
Fondo Verde. Hace un año, en diciembre de 2009, representantes de los países miembros de Naciones Unidas se reunieron en Copenhague, Dinamarca, durante la COP-15. Ahí acordaron invertir juntos 30 mil millones de dólares para ayudar a los países más vulnerables a los efectos negativos del calentamiento global.
El tema se mantuvo en suspenso hasta el pasado 16 de noviembre, cuando los 27 ministros de finanzas y hacienda de la Unión Europea dieron la primera buena noticia al anunciar que esa región aportará el 33 % del fondo acordado en Copenhague. La manera de hacer esa contribución será a través del desembolso de 7 mil 200 millones de euros en tres años, que equivalen a 10 mil millones de dólares. Estos fondos serán destinados para la cooperación internacional entre 2010 y 2012.
La aportación económica de la UE será una de las cartas fuertes que presentará ese bloque de 27 países en la Cumbre de Cambio Climático COP-16.
“Para la Unión Europea este fondo es considerado como un detonador para que otros países industrializados también inviertan en el fondo global prometido en Copenhague. Nosotros le llamamos a este fondo el fast-start o inicio rápido, con el cual queremos decir que no podemos tardar más en poner manos a la obra”, explicó en entrevista María Kokkonen, vocera de la Comisión de Cambio Climático de la Unión Europea.
Prolongar el Protocolo de Kyoto. Antes de la reunión de Cancún se realizaron cinco reuniones de preparación o Pre-COP, en las cuales México puso todas las facilidades para que existan las condiciones para llegar a acuerdos. En la última reunión, realizada en Japón, el secretario de Medio Ambiente de México, Juan Rafael Elvira Quesada, reiteró lo que había explicado a Crónica en la reunión de expertos en meteorología realizada en la ciudad de México.
“En 2009, en Dinamarca, había un optimismo desbordado sin fundamentos, hoy no hay optimismo desbordado sin fundamentos; hoy hay metas claras, realistas y ambiciosas”.
Detalló que una de las preocupaciones centrales de esta cumbre será dar respuesta a lo que ocurrirá después del año 2012, cuando termine la vigencia de la primera etapa del Protocolo de Kyoto, que es el único instrumento legal para regular el cambio climático. Sobre este tema, dijo que es difícil que se presenten países que vayan a hacer volar una prolongación de ese acuerdo.
“Hoy los países cuidan más la imagen de no ser los causantes de una no solución mundial. Hoy México cuida muchos detalles de organización del evento, pero más importante aún para recuperar la confianza para que los países del mundo vayan a Cancún sabiendo que todos somos partes de la solución”, dijo.
Freno a deforestación y tecnología compartida. En La Jolla, California, el director del Centro para el Medio Ambiente y Seguridad Nacional, del Instituto Scripps de Oceanografía, Reno Harnish, dijo a Crónica que el primer gran avance de esta nueva cumbre es no llegar locos de optimismo pues, irónicamente, ese es el mejor modo de generar buenas noticias.
“Entre las noticias positivas que esperamos de Cancún está un acuerdo global para frenar la deforestación y un programa muy robusto de transferencia de tecnología para que los países en desarrollo. Pero no esperemos un acuerdo global para controlar emisiones de los países más industrializados porque no hay las condiciones políticas”, dijo Harnish.
María Kokkonen, vocera de la Comisión Europea para el tema; Reno Harnish, asesor de la Casa Blanca y director del Centro para el Medio Ambiente y Seguridad Nacional, del Instituto Scripps de Oceanografía; y el secretario de Medio Ambiente, Juan Rafael Elvira Quesada, dijeron que aunque esta conferencia empieza con expectativas cautelosas, se pueden alcanzar buenos acuerdos para acciones rápidas y efectivas.
Los negociadores reconocen que no se aprobará un Acuerdo Vinculatorio de Cancún que obligue a los países más industrializados a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, pero aclaran que son optimistas porque sí existe la confianza de que se aprobará un “Paquete de Cancún”, con cuatro consensos:
Uno, frenar la deforestación; dos, transferir tecnologías verdes de países ricos a países en desarrollo; tres, la arquitectura financiera para integrar un fondo verde de 30 mil millones de dólares antes de 2012; cuatro, el convenio para extender la vigencia del Protocolo de Kioto, cuya vigencia original vence en 2012.
Del 29 de noviembre al 10 de diciembre, el puerto turístico de Cancún recibirá a más de 20 mil representantes de los 194 países miembros de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, quienes buscarán un acuerdo para continuar con la primera fase de aplicación del Protocolo de Kyoto a partir de enero de 2013, en el que deberán establecerse esquemas de financiamiento global para la adaptación y la mitigación al cambio climático.
Fondo Verde. Hace un año, en diciembre de 2009, representantes de los países miembros de Naciones Unidas se reunieron en Copenhague, Dinamarca, durante la COP-15. Ahí acordaron invertir juntos 30 mil millones de dólares para ayudar a los países más vulnerables a los efectos negativos del calentamiento global.
El tema se mantuvo en suspenso hasta el pasado 16 de noviembre, cuando los 27 ministros de finanzas y hacienda de la Unión Europea dieron la primera buena noticia al anunciar que esa región aportará el 33 % del fondo acordado en Copenhague. La manera de hacer esa contribución será a través del desembolso de 7 mil 200 millones de euros en tres años, que equivalen a 10 mil millones de dólares. Estos fondos serán destinados para la cooperación internacional entre 2010 y 2012.
La aportación económica de la UE será una de las cartas fuertes que presentará ese bloque de 27 países en la Cumbre de Cambio Climático COP-16.
“Para la Unión Europea este fondo es considerado como un detonador para que otros países industrializados también inviertan en el fondo global prometido en Copenhague. Nosotros le llamamos a este fondo el fast-start o inicio rápido, con el cual queremos decir que no podemos tardar más en poner manos a la obra”, explicó en entrevista María Kokkonen, vocera de la Comisión de Cambio Climático de la Unión Europea.
Prolongar el Protocolo de Kyoto. Antes de la reunión de Cancún se realizaron cinco reuniones de preparación o Pre-COP, en las cuales México puso todas las facilidades para que existan las condiciones para llegar a acuerdos. En la última reunión, realizada en Japón, el secretario de Medio Ambiente de México, Juan Rafael Elvira Quesada, reiteró lo que había explicado a Crónica en la reunión de expertos en meteorología realizada en la ciudad de México.
“En 2009, en Dinamarca, había un optimismo desbordado sin fundamentos, hoy no hay optimismo desbordado sin fundamentos; hoy hay metas claras, realistas y ambiciosas”.
Detalló que una de las preocupaciones centrales de esta cumbre será dar respuesta a lo que ocurrirá después del año 2012, cuando termine la vigencia de la primera etapa del Protocolo de Kyoto, que es el único instrumento legal para regular el cambio climático. Sobre este tema, dijo que es difícil que se presenten países que vayan a hacer volar una prolongación de ese acuerdo.
“Hoy los países cuidan más la imagen de no ser los causantes de una no solución mundial. Hoy México cuida muchos detalles de organización del evento, pero más importante aún para recuperar la confianza para que los países del mundo vayan a Cancún sabiendo que todos somos partes de la solución”, dijo.
Freno a deforestación y tecnología compartida. En La Jolla, California, el director del Centro para el Medio Ambiente y Seguridad Nacional, del Instituto Scripps de Oceanografía, Reno Harnish, dijo a Crónica que el primer gran avance de esta nueva cumbre es no llegar locos de optimismo pues, irónicamente, ese es el mejor modo de generar buenas noticias.
“Entre las noticias positivas que esperamos de Cancún está un acuerdo global para frenar la deforestación y un programa muy robusto de transferencia de tecnología para que los países en desarrollo. Pero no esperemos un acuerdo global para controlar emisiones de los países más industrializados porque no hay las condiciones políticas”, dijo Harnish.
Antimio Cruz, La Crónica, 29 de noviembre.
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