Hubo 9 mil 154 homicidios en Michoacán durante los sexenios de Fox y Calderón

Durante los dos gobiernos panistas, encabezados por los presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, en Michoacán se registraron 9 mil 154 homicidios, equivalente a la población total de dos de sus municipios, Aporo y Lagunillas, con 3 mil 218 y 5 mil 506 habitantes, respectivamente.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), durante el sexenio de Vicente Fox fueron 3 mil 601 homicidios, cifra que llegó a los 5 mil 553 durante el periodo que encabezó Felipe Calderón Hinojosa.

En el primer sexenio panista, el año con menos homicidios fue el 2003 con 562, mientras que el 2005 fue el que registró más muertes en esa entidad con 681.

El año con más muertes en esa entidad fue el 2006, precisamente cuando el entonces presidente Felipe Calderón anunció la llamada guerra contra el narcotráfico con la puesta en marcha del Operativo Conjunto Michoacán.

En ese mismo año surgió la organización de La Familia Michoacana que se dio a conocer en un manifiesto público difundido en los principales periódicos de Michoacán. Ese mismo día, seis personas decapitadas fueron encontradas en el municipio de Uruapan.

Datos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) señalan que durante el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), y en el marco de la lucha contra el crimen organizado en Michoacán, 31 militares murieron, un centenar resultó herido y cinco fueron reportados como desaparecidos.

La Policía Federal, que durante los últimos días del 2013 ha sufrido siete emboscadas, reportó la muerte de 40 de sus elementos, mientras que la Armada de México, que también en los últimos días del año en curso sufrió una baja importante con la muerte del vicealmirante Carlos Miguel Salazar Ramonet al ser interceptado por integrantes de Los Caballeros Templarios, reportó tres bajas.

En el reporte de la Sedena se informa que durante la guerra contra el narcotráfico en Michoacán, 197 integrantes de la organización delictiva fueron abatidos.

Ante la fuerza que cobraba La Familia Michoacana, fundada por Jesús Méndez Vargas El Chango; Nazario Moreno González, El Chayo, Rafael Cedeño Hernández El Cede y Servando Gómez La tuta, el despliegue de las Fuerzas Armadas y elementos de la Policía Federal fue en aumento.

La fuerza de combate llegó a ser de hasta 6 mil 500 elementos para hacerle frente a la organización criminal.

La respuesta no se hizo esperar. El 15 de septiembre de 2008, en plena celebración de las fiestas patrias fueron arrojadas unas granadas en la plaza pública de Morelia con un saldo de ocho muertos y 132 heridos.

Los enfrentamientos entre las fuerzas federales y los criminales continuaron. El 11 de julio de 2009, Arnoldo Rueda Medina, La Minsa, jefe operativo de la organización fue detenido.

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Al día siguiente, 12 cuerpos fueron encontrados sobre la carretera Siglo XXI, escenario de las últimas siete emboscadas a la fuerza del Estado. Se trataba de 12 policías federales.

Ante tales hechos, el entonces presidente Felipe Calderón anunció el envío de más refuerzos. Mil 500 policías federales, 2 mil 500 militares y mil 500 marinos, apoyados con helicópteros y vehículos tácticos de incursión.

Para 2010, una serie de enfrentamientos y narcobloqueos se registraron en el mes de diciembre luego que se informara de la muerte de Nazario Moreno El Chayo. Fueron 24 horas de combate en el que fueron incendiados alrededor de 50 vehículos.

La supuesta muerte que anunció el gobierno federal del máximo líder de La Familia Michoacana provocó la ruptura al interior de la organización y conforman Los Caballeros Templarios a principios de 2011. Enrique Plancarte Solís Kike Plancarte y Servando Gómez La Tuta son los líderes y su principal ingreso es la producción de drogas sintéticas.

Cuerpos con el tiro de gracias, amordazados, mutilados, fueron la constante. Para mayo del 2012 en los municipios de Uruapan, Lázaro Cárdenas y Apatzingán fueron incendiadas tres bodegas y unas camionetas de la empresa Sabritas.

DESAPARECE PF. —¿Ahora pa´ dónde mijo? —preguntó Margarita Santizo Martínez.

—Me mandaron para Arteaga, Michoacán, y está pesado, dijo Esteban Morales.

En el año 2009, cuando el gobierno federal anunció el envío de refuerzos a Michoacán, Esteban Morales Santizo fue uno de los mil 500 Policías Federales que le tocó apoyar en la guerra contra el narcotráfico.

Próximo a cumplir 32 años, (20 de agosto) no se sabe del paradero de Esteban.

Primero llegó al municipio de Arteaga y luego fue enviado a reforzar los operativos en Lázaro Cárdenas, sin embargo, el 3 de diciembre, la señora Margarita se enteró que su hijo y dos de sus compañeros habían sido desaparecidos.

A la fecha, ella reclama a las autoridades que investiguen y se lo entreguen con vida, y advierte que no descansará hasta encontrarlo.

"El último día que lo vio fue el 2 de diciembre, dijo que venía a la base para pedir refuerzos y pasó a verme, me pidió una parrilla para preparar de comer ahí donde lo tenían, agarró su carro y se fue", cuenta Margarita.

Su último mensaje fue ¿Qué hace mamá?, pero ya no le pude contestar porque no tenía saldo. Al día siguiente (3 de diciembre) ya no supe de él, me avisó la esposa de uno de sus compañeros que habían desaparecido.

Desde entonces, Margarita acude a las oficinas de la Policía Federal y le dicen que lo están buscando, pero que por el momento no hay rastros de él. Días después de su desaparición, ella fue a Lázaro Cárdenas en busca de su hijo.

"Las autoridades me dicen que mi hijo se había ido de parranda y que luego iba a regresar, pero no es verdad, mi hijo es responsable", menciona.

No pierde la esperanza de encontrarlo y advierte: "No voy a descansar hasta encontrarlo".

Dennis A. García, La Crónica, 4 de agosto.