Pide la Cancillería repatriación segura

 Luego de que la Oficina en Washington para América Latina (WOLA, por sus siglas en inglés) denunciara prácticas de alto riesgo en las deportaciones de indocumentados que realizan autoridades de Estados Unidos, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) afirmó que el Gobierno mexicano tiene como prioridad que todas las repatriaciones se realicen de manera segura.

Aunque los consulados mexicanos procuran cooperar en los procesos de repatriación, indicó, la manera como se lleven a cabo corresponden a la política interna de EU.

"Los procesos de repatriación son resultado de la aplicación de las leyes de Estados Unidos y producto de decisiones de autoridades estadounidenses", subrayó.

En respuesta a una solicitud de información, la Cancillería explicó que los consulados de México en EU buscan coordinar a nivel operativo con las autoridades correspondientes los procesos de repatriación de nacionales mexicanos, cuando todavía se encuentran en territorio de ese país, por medio de arreglos locales.

Detalló que a través de entrevistas consulares se detectan posibles abusos o separación de familias y se brinda apoyo ante necesidades inmediatas de vestimenta, alimentación o servicios médicos.

Precisó que en territorio mexicano corresponde al Instituto Nacional de Migración operar diversos esquemas de apoyo a los nacionales que son repatriados.

Mediante los procedimientos de repatriación al interior de México, sostuvo, se busca evitar que mexicanos queden en condición vulnerable, al tener horarios programados, brindarse apoyo para regresar a sus comunidades y vincularlos con programas de retorno.

"El Gobierno de México seguirá trabajando en apoyo de los mexicanos que son repatriados, promoviendo la coordinación con Estados Unidos para que cada proceso se realice de manera humana y digna", señaló.

WOLA presentó el pasado martes un informe en el que asegura que EU incurre en prácticas de deportación de alto riesgo al repatriar a los migrantes mexicanos a ciudades fronterizas con niveles extremos de violencia, además de hacerlo a media noche, cuando generalmente los albergues y otros servicios de atención al migrante están cerrados.

Silvia Garduño, Reforma, 1º de agosto.