Recomiendan al País despolitizar petróleo

CARACAS.- El éxito de la reforma energética propuesta por el Presidente Enrique Peña Nieto dependerá de la despolitización del petróleo, como se hizo en Colombia, afirmó Carlos Caballero Argáez, ex Ministro de Minas y Energía del país sudamericano.

"A principios de esta década, el Gobierno colombiano se insertó en el debate de cómo financiar la exploración de nuevas fuentes de crudo para aumentar la producción", explicó Caballero, quien encabezó la cartera entre 1999 y 2001.

"Se optó por separar la gestión de la empresa de manejos políticos y promover su rentabilidad por medio de las reglas del mercado y la innovación que aporta el capital privado en un entorno de competitividad", abundó.

Para lograrlo, señaló, se fundó la Agencia Nacional de Hidrocarburos, una instancia independiente que asigna y administra el uso de las fuentes hidrocarburíferas en la nación sudamericana.

La medida zanjó la dualidad que obligaba a Ecopetrol a fungir como ente regulador de políticas petroleras del Estado colombiano, y a ser sujeto al mismo tiempo de ese control como la principal empresa de crudo y gas.

El especialista en temas energéticos consideró que México afronta hoy un desafío similar al que ocupaba a las autoridades colombianas cuando se emprendió la reforma de Ecopetrol en 2003: encontrar mecanismos para refinanciar las costosas actividades de exploración y producción de crudo, sin perder el control estatal sobre los recursos.

"La reestructuración de la industria petrolera colombiana Ecopetrol dejó una lección que puede aplicarse para el caso mexicano. La clave es que Pemex deje de ser una fuente de financiamiento del gasto público y su gestión responda a criterios gerenciales", dijo.

La reforma del sector energético colombiano, impulsada por el entonces Presidente Álvaro Uribe, convirtió a Ecopetrol en una sociedad pública por acciones, cuyo capital es controlado en 90 por ciento por el Estado y 10 por ciento cotiza en bolsa y depende de inversionistas privados.

Valentina Oropeza, Reforma, 16 de agosto.