Dispersa la lluvia protesta sindical

Luego de los insultos de sindicalistas a granaderos, ambos grupos convivieron codo a codo, durante el aguacero que azotó ayer parte de la Ciudad de México.

"Acá hay lugar, de este lado", decían los granaderos a unas señoras del STUNAM, afuera de la Cámara de Diputados.

Bajo el puente vehicular de la calle de Sidar y Rovirosa, uniformados e inconformes con sus mantas, rieron divertidos ante el aguacero que cayó por momentos con granizo.

Antes, al arribo de miles de agremiados de decenas de sindicatos, organizaciones civiles y estudiantiles que marcharon del Monumento a la Revolución a San Lázaro, lanzaron consignas a granaderos y federales.

"El pueblo uniformado también es explotado", "Represores", "Ustedes son los que desaparecen a la nación", "Malditos los policías que agreden a su pueblo", entre otros reclamos.

Con el aguacero vino la tregua. La tromba dispersó al grueso de los manifestantes y rodearon a los policías capitalinos en busca de refugio.

Los escudos sirvieron para proteger a un sector de mujeres y niños del diluvio, en tiempos de protesta por la reforma laboral.

Unidad y huelga
Lo más emocionante de los discursos pronunciados por los líderes sindicales fue la tormenta y granizada que cayó sobre ellos.

Ya sin la presencia del líder telefonista Francisco Hernández Juárez, que se fue en cuanto empezó la lluvia, los líderes del SME y del STUNAM, Martín Esparza y Agustín Rodríguez, reiteraron el llamado a la unidad sindical y la posibilidad de una "huelga nacional" en caso de aprobarse la reforma, algo que han manifestado sin contundencia desde el pasado viernes.

"Necesitamos la resistencia de todos los trabajadores del País, como lo han hecho los mineros, los electricistas, los de aviación. Unirnos en el Frente Sindical, como lo planteó nuestro compañero Agustín Rodríguez y la UNT, para una reunión urgente de organizaciones democráticas independientes para evitar que los diputados aprueben la reforma laboral, que esperarán el desgaste de los trabajadores para hacerlo.

"Se prevé que el sábado o la madrugada del domingo salga la reforma. Tenemos que coordinarnos para tener presencia en el Congreso y darle seguimiento al voto de cada diputado del PRI y del PAN que voten a favor de ella", dijo Esparza.

El líder de los electricistas denunció que hay una alianza entre el Presidente Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, Mandatario electo, para "consumar la entrega de los derechos de los trabajadores a la burguesía".

El templete estaba adornado con una fotografía gigante de la cara de Calderón, montada en photoshop en el cuerpo de un detenido por dos marinos.

En las movilizaciones participaron también integrantes del movimiento #YoSoy132, de las asambleas de Filosofía y Letras, la Acampada Revolución y el Frente Interbrigadista, quienes se pronunciaron por llevar a cabo "acciones contundentes".

 
 
 
Más radicales
 
Luego de seis horas de protesta y de discursos eternos, los más jóvenes estallaron en contra de los sindicalistas.

"Los adultos llevan seis horas en el discurso haciéndose pendejos, necesitamos acciones más radicales", gritó alguien entre un grupo con paliacates en la cara.

"Prudencia, prudencia", pedían los oradores.

Los chavos lanzaron cohetes y palomas al recinto y prendieron una fogata sobre la entrada principal, la cual utilizaron después integrantes del SME que iban con los rostros pintados.

Al final, la lluvia apagó sus mechas.

 
 
 
ASÍ LO DIJO
 
"Necesitamos unirnos en el Frente Sindical... para una reunión urgente de organizaciones democráticas independientes para evitar que los diputados aprueben la reforma laboral".

Martín Esparza Dirigente del SME 

Benito Jiménez, Daniela Rea y Silvia Garduño, Reforma, 28 de septiembre.

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