Cada vez más se complica la posibilidad de que el gobierno federal pueda hacerse de los recursos suficientes para enfrentar sus compromisos, por lo que aumentan las posibilidades de un desequilibrio mayor en las finanzas públicas.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), ante el actual entorno de menores ingresos, prevé que al finalizar el año el déficit público será mayor a 1.8 por ciento del PIB fijado en el presupuesto.
“Además, si se considera la necesidad de ampliar el gasto para atender las necesidades emergentes, aumenta la posibilidad de que este desequilibrio de las finanzas públicas pudiese ser mayor”.
En su publicación Análisis económico ejecutivo, el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) expuso que los programas anticíclicos, anunciados por las autoridades, dependen en buena medida de los ingresos que pueda obtener el sector público.
Sin embargo, el entorno anticipa un deterioro de la economía de tal magnitud que se prevé que el PIB reporte una caída anual cercana a 2 por ciento, así como un tipo de cambio mayor al presupuestado y un precio del crudo de exportación muy por debajo de lo previsto.
Esto complica cada vez más la posibilidad de que la federación pueda hacerse de los recursos suficientes para enfrentar todos sus compromisos, sobre todo cuando el marco macroeconómico con el que se aprobó el Presupuesto 2009 ha cambiado radicalmente.
Refiere además que los efectos de esta coyuntura ya comienzan a hacerse presentes en los resultados del primer mes del año, cuando los ingresos presupuestales del sector público cayeron 9.9 por ciento en términos reales respecto a lo obtenido igual mes de 2008.
Notimex, Milenio, 9 de marzo.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), ante el actual entorno de menores ingresos, prevé que al finalizar el año el déficit público será mayor a 1.8 por ciento del PIB fijado en el presupuesto.
“Además, si se considera la necesidad de ampliar el gasto para atender las necesidades emergentes, aumenta la posibilidad de que este desequilibrio de las finanzas públicas pudiese ser mayor”.
En su publicación Análisis económico ejecutivo, el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) expuso que los programas anticíclicos, anunciados por las autoridades, dependen en buena medida de los ingresos que pueda obtener el sector público.
Sin embargo, el entorno anticipa un deterioro de la economía de tal magnitud que se prevé que el PIB reporte una caída anual cercana a 2 por ciento, así como un tipo de cambio mayor al presupuestado y un precio del crudo de exportación muy por debajo de lo previsto.
Esto complica cada vez más la posibilidad de que la federación pueda hacerse de los recursos suficientes para enfrentar todos sus compromisos, sobre todo cuando el marco macroeconómico con el que se aprobó el Presupuesto 2009 ha cambiado radicalmente.
Refiere además que los efectos de esta coyuntura ya comienzan a hacerse presentes en los resultados del primer mes del año, cuando los ingresos presupuestales del sector público cayeron 9.9 por ciento en términos reales respecto a lo obtenido igual mes de 2008.
Notimex, Milenio, 9 de marzo.
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