La crisis económica mundial que ha generado en España su máximo histórico de desempleo, frustró la contratación, prevista para estas fechas, de trabajadores temporales mexicanos, en el marco del programa piloto firmado con México.
Hace unos días, la única empresa española dedicada al montaje y soldadura de estructura que había solicitado mano de obra mexicana bajo el auspicio del programa piloto de trabajadores temporales, retiró su oferta de 60 plazas para técnicos especializados en estas áreas.
La preselección de mexicanos para la empresa española ya había sido hecha por el Servicio Nacional de Empleo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Se esperaba que a principios de febrero de 2009 viajarían a España los trabajadores mexicanos beneficiados por este programa, contenido en el memorándum de entendimiento firmado por ambas naciones en junio de 2008.
El nivel de capacitación requerido fue técnico, o bien personas con los conocimientos y habilidades necesarias para ocupar dichas plazas y que pudiesen demostrar, de manera práctica, que están en condiciones de desempeñar los trabajos.
De acuerdo con la STPS, hace apenas unos días los españoles retiraron la oferta de empleos, argumentando que la economía española les había provocado modificar sus planes de contratación. Señalaron que cuando las condiciones se restablecieran podrían emprender una vez más esta solicitud.
Desde el sexenio anterior, las intenciones de México de buscar que sus ciudadanos trabajen de manera legal en países como Estados Unidos y España se han visto frustradas. En el primer caso, por los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y una discusión en el Legislativo, que dio prioridad a temas de seguridad. Hoy la crisis mundial ha postergado los planes que México tenía con España.
El de España, se convierte en el segundo acuerdo que se ve alterado por la crisis, pues, de acuerdo con información oficial, se tenía previsto que el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales con Canadá ampliara su cobertura a sectores como el de la construcción y, en consecuencia, el número de migrantes beneficiados aumentara a más de 15 mil 700 personas. Pero a principios de este año se dio a conocer que la mano de obra está siendo cubierta por los propios ciudadanos canadienses.
Hace unos días, la única empresa española dedicada al montaje y soldadura de estructura que había solicitado mano de obra mexicana bajo el auspicio del programa piloto de trabajadores temporales, retiró su oferta de 60 plazas para técnicos especializados en estas áreas.
La preselección de mexicanos para la empresa española ya había sido hecha por el Servicio Nacional de Empleo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Se esperaba que a principios de febrero de 2009 viajarían a España los trabajadores mexicanos beneficiados por este programa, contenido en el memorándum de entendimiento firmado por ambas naciones en junio de 2008.
El nivel de capacitación requerido fue técnico, o bien personas con los conocimientos y habilidades necesarias para ocupar dichas plazas y que pudiesen demostrar, de manera práctica, que están en condiciones de desempeñar los trabajos.
De acuerdo con la STPS, hace apenas unos días los españoles retiraron la oferta de empleos, argumentando que la economía española les había provocado modificar sus planes de contratación. Señalaron que cuando las condiciones se restablecieran podrían emprender una vez más esta solicitud.
Desde el sexenio anterior, las intenciones de México de buscar que sus ciudadanos trabajen de manera legal en países como Estados Unidos y España se han visto frustradas. En el primer caso, por los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y una discusión en el Legislativo, que dio prioridad a temas de seguridad. Hoy la crisis mundial ha postergado los planes que México tenía con España.
El de España, se convierte en el segundo acuerdo que se ve alterado por la crisis, pues, de acuerdo con información oficial, se tenía previsto que el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales con Canadá ampliara su cobertura a sectores como el de la construcción y, en consecuencia, el número de migrantes beneficiados aumentara a más de 15 mil 700 personas. Pero a principios de este año se dio a conocer que la mano de obra está siendo cubierta por los propios ciudadanos canadienses.
Natalia Gómez Quintero, El Universal, 7 de marzo.
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