El ex preso político cubano Ariel Sigler Amaya, gravemente enfermo luego de pasar siete años en cárceles cubanas, llegó ayer a Estados Unidos, para recibir tratamiento médico. A su llegada al aeropuerto de Miami, Sigler, quien agradeció la hospitalidad de EU, fue recibido por decenas de personas que le recibieron como un héroe.
Sigler fue liberado el pasado 12 de junio por el gobierno cubano como parte de un acuerdo alcanzado entre éste y la Iglesia católica —con la mediación diplomática adicional de varios países, entre ellos España— para liberar a 52 presos políticos cubanos.
“Seguiré luchando contra la dictadura castrista. Los hermanos Castro intentaron derrotarme, pero no pudieron”, aseguró Sigler a su llegada entre los gritos de ánimo de decenas de exiliados cubanos, que le recibieron ondeando banderas cubanas y blandiendo guantes de boxeo con la bandera de la isla impresa —antes de su entrada en prisión, Sigler se ganaba la vida como boxeador y profesor de educación física—.
ATENCIÓN. Sigler, de 48 años y que en la actualidad sólo se puede mover en silla de ruedas, fue uno de los primeros presos liberados como resultado de la negociación entre el gobierno cubano y la Iglesia católica.
En Miami, donde viven algunos de sus familiares, Sigler recibirá tratamiento médico para las múltiples lesiones y enfermedades que padece.
Sigler fue liberado el pasado 12 de junio por el gobierno cubano como parte de un acuerdo alcanzado entre éste y la Iglesia católica —con la mediación diplomática adicional de varios países, entre ellos España— para liberar a 52 presos políticos cubanos.
“Seguiré luchando contra la dictadura castrista. Los hermanos Castro intentaron derrotarme, pero no pudieron”, aseguró Sigler a su llegada entre los gritos de ánimo de decenas de exiliados cubanos, que le recibieron ondeando banderas cubanas y blandiendo guantes de boxeo con la bandera de la isla impresa —antes de su entrada en prisión, Sigler se ganaba la vida como boxeador y profesor de educación física—.
ATENCIÓN. Sigler, de 48 años y que en la actualidad sólo se puede mover en silla de ruedas, fue uno de los primeros presos liberados como resultado de la negociación entre el gobierno cubano y la Iglesia católica.
En Miami, donde viven algunos de sus familiares, Sigler recibirá tratamiento médico para las múltiples lesiones y enfermedades que padece.
La Crónica, 29 de julio.
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