El titular de la Secretaría de Gobernación (SG), Fernando Gómez Mont, insistió en que sus declaraciones en torno a que los defensores de derechos humanos no deben ser “tontos útiles” de la delincuencia organizada fueron sacadas de contexto. “Jamás busqué ofender a nadie”, aseveró. En tanto, los integrantes del consejo consultivo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) expresaron su más “enérgica protesta” ante estas expresiones, en una misiva enviada al funcionario federal.
Gómez Mont también hizo llegar una carta al presidente de la CNDH, Raúl Plascencia Villanueva, en la que señala:
“He leído con cuidado el texto del mensaje cuya versión estenográfica te anexo. En él no encuentro haber inferido ofensa ni a la Comisión Nacional ni a las estatales de Derechos Humanos. Sin perjuicio de lo anterior, reconozco que la expresión de ‘tontos útiles’, referida en dicho discurso, ha sido utilizada en el pasado por izquierdas y derechas con un tufo autoritario. Nada más lejos de mi formación y de las prácticas y principios a los que he sometido mi vida.”
En la misiva el secretario afirma estar sorprendido por los comentarios de Plascencia –vertidos también en una carta– y le dice que “ante los destellos de mordacidad de que hace gala” es necesario aclarar que él es parte de la generación que durante más de 30 años ha participado en la construcción de instituciones que promueven y fortalecen el respeto de los derechos fundamentales.
Pide al titular de la CNDH que le diga qué parte del discurso, pronunciado en el Archivo General de la Nación, le parece ofensiva, con el objetivo de “valorar si éstas (afirmaciones) merecen una disculpa o ratificación de mi parte”. “Me temo –agrega Gómez Mont– que no es a mí a quien debes reclamar, sino a quienes han hecho interpretaciones de lo que yo dije frente a ti.”
El viernes pasado Gómez Mont expresó ante ombudsman de todo el país: “ésta es la difícil tarea que hoy nos congrega: ni ser cómplices, ni encubridores de las anomalías que puedan existir dentro de las instituciones de seguridad, ni ser tontos útiles de una delincuencia a la que le sirve deslegitimar, perseguir, contener, condicionar, debilitar la acción de esa autoridad”.
El pleno del consejo consultivo de la CNDH consideró “desafortunadas y graves” las declaraciones en la misiva enviada al funcionario. Lamentó que el encargado de dirigir la política interna del país “haya utilizado calificativos ajenos a la realidad, muy distantes a la labor que realizan los organismos públicos de protección y defensa de los derechos humanos en México”.
Las expresiones, señala, atentan contra de la dignidad de quienes prestan sus servicios en dichas instituciones, incluyendo las personas que tienen cargos honoríficos, “como es el caso de nosotros, integrantes de este consejo por designación del Senado”.
El consejo está integrado por Fernando Serrano Migallón, Miguel Carbonell Sánchez, Andrés Roemer, Ricardo Sepúlveda Iguíniz, Patricia Kurczyn Villalobos, Graciela Rodríguez Ortega, Eugenia del Carmen Diez Hidalgo y Miriam Cárdenas Cantú.
Gómez Mont también hizo llegar una carta al presidente de la CNDH, Raúl Plascencia Villanueva, en la que señala:
“He leído con cuidado el texto del mensaje cuya versión estenográfica te anexo. En él no encuentro haber inferido ofensa ni a la Comisión Nacional ni a las estatales de Derechos Humanos. Sin perjuicio de lo anterior, reconozco que la expresión de ‘tontos útiles’, referida en dicho discurso, ha sido utilizada en el pasado por izquierdas y derechas con un tufo autoritario. Nada más lejos de mi formación y de las prácticas y principios a los que he sometido mi vida.”
En la misiva el secretario afirma estar sorprendido por los comentarios de Plascencia –vertidos también en una carta– y le dice que “ante los destellos de mordacidad de que hace gala” es necesario aclarar que él es parte de la generación que durante más de 30 años ha participado en la construcción de instituciones que promueven y fortalecen el respeto de los derechos fundamentales.
Pide al titular de la CNDH que le diga qué parte del discurso, pronunciado en el Archivo General de la Nación, le parece ofensiva, con el objetivo de “valorar si éstas (afirmaciones) merecen una disculpa o ratificación de mi parte”. “Me temo –agrega Gómez Mont– que no es a mí a quien debes reclamar, sino a quienes han hecho interpretaciones de lo que yo dije frente a ti.”
El viernes pasado Gómez Mont expresó ante ombudsman de todo el país: “ésta es la difícil tarea que hoy nos congrega: ni ser cómplices, ni encubridores de las anomalías que puedan existir dentro de las instituciones de seguridad, ni ser tontos útiles de una delincuencia a la que le sirve deslegitimar, perseguir, contener, condicionar, debilitar la acción de esa autoridad”.
El pleno del consejo consultivo de la CNDH consideró “desafortunadas y graves” las declaraciones en la misiva enviada al funcionario. Lamentó que el encargado de dirigir la política interna del país “haya utilizado calificativos ajenos a la realidad, muy distantes a la labor que realizan los organismos públicos de protección y defensa de los derechos humanos en México”.
Las expresiones, señala, atentan contra de la dignidad de quienes prestan sus servicios en dichas instituciones, incluyendo las personas que tienen cargos honoríficos, “como es el caso de nosotros, integrantes de este consejo por designación del Senado”.
El consejo está integrado por Fernando Serrano Migallón, Miguel Carbonell Sánchez, Andrés Roemer, Ricardo Sepúlveda Iguíniz, Patricia Kurczyn Villalobos, Graciela Rodríguez Ortega, Eugenia del Carmen Diez Hidalgo y Miriam Cárdenas Cantú.
Fabiola Martínez y Vïctor Ballinas, La Jornada, 1º de julio.
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