Las ausencias se hicieron más evidentes

Les queda alguna duda? Preguntó sonriente Alberto Anaya apenas bajó del templete al término del mitin que encabezó Andrés Manuel López Obrador, donde el telón de fondo fue la palabra “vamos”, en letras gigantes con los colores patrios.

Muchos fueron los mensajes que hubo en el maratónico acto político —casi tres horas— que dio el banderazo oficial a la precampaña del tabasqueño. No sólo por los discursos —36 en total—, sino por todos los simbolismos y las notables ausencias, que aunque no son novedad, reflejan que la izquierda no está unida.

Las dirigencias en pleno del PT y Convergencia, encabezadas por Alberto Anaya y Luis Walton, así como sus coordinadores en el Congreso, entre ellos, Ricardo Monreal, respaldaron a López Obrador, cuya convocatoria logró que el Zócalo capitalino luciera abarrotado.

Por el PRD sólo Alejandro Encinas y tres secretarios del gobierno de Marcelo Ebrard, Armando Quintero, Martí Batres y Laura Velázquez. De la dirigencia nacional sólo el encinista Ricardo Ruiz y Dolores Padierna con la representación de la corriente bejaranista del partido y la estructura corporativa del perredismo capitalino. Clara Brugada, un puñado de senadores, Arturo Núñez, Salomón Jara, Lázaro Mazón, Rosalinda López, Alfonso Sánchez Anaya, Carlos Sotelo y Yeidkcol Polevnsky, quien como siempre se fue recorriendo de lugar hasta que encontró el mejor sitio para las tomas de televisión y fotografías, justo atrás de donde se coloca el micrófono desde el sitio en que López Obrador dirige sus mensajes. Algunos diputados federales y asambleístas y un par de líderes estatales, el capitalino Manuel Oropeza y la michoacana Fabiola Alanís, nadie más.

Eran los mismos de siempre, pero esta ocasión, justo cuando la proclama es que la izquierda irá unida en 2012, las ausencias fueron más evidentes.

Ningún chucho, ningún amalio y tampoco los perredistas mexiquenses. Las tres corrientes que juntas tienen mayoría en los órganos de dirección del partido.

Los Chuchos se llevaron su abucheada, les salió barato porque sólo fue una, aunque bastante sonora, después de que el representante de los comités municipales en Tlaxcala, Rémulo Carro, llamó a terminar con “la izquierda chuchista servil al poder”.

El templete, más grande que de costumbre, le dio la espalda a la Catedral Metropolitana y permitió que el tañer de las campanas prácticamente se diluyera frente a la potencia del sonido de las bocinas colocadas en lo alto en cada esquina de la plancha del Zócalo.

El escenario se ubicó en el mismo lugar que aquel 7 de abril de 2005, cuando López Obrador dirigió un discurso en el que esbozó su propuesta de nación, justo el día que la Cámara de Diputados se erigió en jurado de procedencia y lo desaforó.

Hasta el gafete de invitados VIP tenía la leyenda “Voy por la Presidencia en 2012: AMLO”. El mensaje fue muy claro. El líder del movimiento social no se confrontó con nadie, pero sí dejó ver el músculo de su movimiento. Las palabras salieron sobrando.

Paredes no le entra al debate

••• Al conocer las intenciones de Andrés Manuel López Obrador de contender por la Presidencia en las elecciones de 2012 la presidenta nacional del PRI, Beatriz Paredes, dijo: “No lo sé, no sé que partido lo postule”, y adelantó que no entrará al debate con el tabasqueño. Luego de la ceremonia en la que le tomó protesta a Fernando Pérez como nuevo presidente del PRI potosino, Paredes, al ser cuestionada en tono a que si su partido espera una alianza de todos contra ellos, señaló que “2012 está muy lejos, nosotros estamos trabajando, lo que nos importa es que nuestros representantes en los gobiernos estatales y municipales cumplan.

“Lo que nosotros esperamos es que se fortalezca nuestra estructura y nuestra organización, 2012 está muy lejos.” (San Luis Potosí • Antonio González)

México • Liliana Padilla, Milenio, 26 de julio.

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