“A Raúl le queda muy poco”: Sigler

Al gobierno de Raúl Castro “le queda muy poco”, dijo ayer en Miami Ariel Sigler, de 47 años, el primero de los 21 disidentes cubanos puestos en libertad desde junio. Moviéndose en silla de ruedas, Sigler fue recibido con bombos y platillos en la ciudad de Florida, donde será sometido a tratamiento médico para recuperarse de las lesiones motoras generadas por siete años de prisión. Sigler aseguró que su salida de la isla será “temporal”.

Al desembarcar en la llamada capital del exilio cubano, el alcalde, Tomás Regalado —de origen isleño—, y representantes de organizaciones anticastristas le dieron una bulliciosa acogida al opositor, quien después se trasladó en ambulancia al hospital Jackson Memorial. Sigler es el primero de los opositores indultados este año que viaja a EU, con autorización del gobierno cubano. A diferencia de los 20 que se trasladaron a España con un centenar de familiares, Sigler lo hizo solo. Su esposa, Noelia Pedraza, realiza en estos momentos trámites para viajar también a EU, por considerar que el gobierno no aceptará el regreso del disidente a Cuba.

Sigler y los otros 20 opositores fueron indultados como resultado de las negociaciones abiertas el 19 de mayo entre el presidente Castro y el cardenal Jaime Ortega, quienes volvieron a reunirse el 7 de julio, pero esa vez con la participación del canciller de España, Miguel Ángel Moratinos.

Entonces, se anunció la excarcelación en 120 días de los 52 opositores que quedan en prisión desde los juicios sumarios de 2003. Otros 32 presos de ese total esperan por ser excarcelados y de ellos al menos una decena optaría por trasladarse también a EU, según sus familiares. Sigler fue sentenciado a 20 años en el proceso de 2003, junto con sus hermanos Guido —aún en la cárcel— y Miguel —excarcelado años antes y residente ahora en Miami—,y es uno de los “ 53 presos de conciencia” cubanos tipificados por Amnistía Internacional. El gobierno local considera a estos disidentes “mercenarios de Estados Unidos”.

En Madrid, el ex presidente del gobierno español, José María Aznar, acusó ayer al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de empujar a los disidentes cubanos liberados a “un destierro” en España y situarlos en un “limbo jurídico. La libertad no puede comprarse, ni la nuestra ni la vuestra. Y menos a un precio tan barato como una nueva condena a la expatriación en un limbo jurídico y vital. No es un gesto ni de misericordia ni de bondad ni de solidaridad. Haber encarcelado, para luego desterrar, a personas inocentes”, dijo Aznar, dirigiéndose a un grupo de 15 disidentes cubanos, miembros del grupo de 20 ex presos políticos de la llamada Primavera Negra de 2003 recientemente liberados, en la sede de la Fundación de Análisis y Estudios Sociales (FAES), el think tank del Partido Popular (PP) que él preside.

En su discurso, Aznar afirmó que la excarcelación de los presos supone una victoria de “su integridad frente al oportunismo de muchos, dentro y fuera de Cuba. No estáis solos. El pueblo español está con vosotros”, dijo Aznar. Aludiendo en todo momento al gobierno español, criticó que “para algunos, 50 años de dictadura y de opresión comunista parece que no son suficientes: la utopía socialista les importa más que la libertad de los cubanos”. Así, los acusó de “ser complacientes con quienes oprimen a los demás”.

Aznar no desaprovechó la ocasión para pedir a la Unión Europea no abandone su Posición Común (iniciativa de Aznar, en 1996, para cerrar el comecio) hacia Cuba, porque “la libertad y la dignidad no puede someterse a subasta”.

La Habana/ Madrid. Manuel J. Somoza / José Antonio López, Milenio, 29 de julio.

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