Oaxaca, Oax., 30 de junio. Gabino Cué Monteagudo, candidato de la coalición Unidos por la Paz y el Progreso a la gubernatura, cerró su campaña con la promesa de sancionar a “quien haya robado o matado”.
El abanderado de los partidos de la Revolución Democrática (PRD), Acción Nacional (PAN), del Trabajo (PT) y Convergencia afirmó que él forma parte de un movimiento progresista que “no le puede fallar al pueblo”. Por eso, su administración será “de participación democrática, un gobierno que maneje los recursos con transparencia y que combata frontalmente la corrupción, que no promueva la impunidad”.
Además, dijo, generará condiciones de paz para que regresen las inversiones al estado, y la política social será el eje de su gobierno. “Vamos a regresar al pueblo lo que es del pueblo.”
Ante miles de personas que llenaron la calle Derechos Humanos y que estuvieron a punto de derribar las vallas que las separaban del templete, Gabino Cué estuvo acompañado por legisladores locales y federales, candidatos a diputados y presidentes municipales y dirigentes estatales y nacionales de los partidos que forman la coalición.
El líder panista, César Nava, pidió al gobernador Ulises Ruiz Ortiz no intervenir más en el proceso y dejar que los oaxaqueños voten con libertad el 4 de julio. “No te equivoques: el pueblo ya decidió y Gabino ya ganó”, arengó.
Miles de asistentes empezaron a corear la vieja consigna de la Alianza Popular de los Pueblos de Oaxaca: “¡Ya cayó, ya cayó, Ulises ya cayó!”, voz a la que se unieron Nava, Josefina Vázquez Mota, Manuel Camacho Solís, el propio Gabino Cué y todos los políticos que los rodeaban, incluida Irma Piñeyro Arias, quien en días pasados declinó la candidatura de Nueva Alianza al gobierno estatal.
Camacho Solís, dirigente de Diálogo por la Reconstrucción de México (Dia), pidió a los ciudadanos no confiarse y estar atentos para asegurar el triunfo de Cué.
Luis Walton, dirigente nacional de Convergencia, dijo que se equivocaron quienes vaticinaban el fracaso de las alianzas.
El abanderado de los partidos de la Revolución Democrática (PRD), Acción Nacional (PAN), del Trabajo (PT) y Convergencia afirmó que él forma parte de un movimiento progresista que “no le puede fallar al pueblo”. Por eso, su administración será “de participación democrática, un gobierno que maneje los recursos con transparencia y que combata frontalmente la corrupción, que no promueva la impunidad”.
Además, dijo, generará condiciones de paz para que regresen las inversiones al estado, y la política social será el eje de su gobierno. “Vamos a regresar al pueblo lo que es del pueblo.”
Ante miles de personas que llenaron la calle Derechos Humanos y que estuvieron a punto de derribar las vallas que las separaban del templete, Gabino Cué estuvo acompañado por legisladores locales y federales, candidatos a diputados y presidentes municipales y dirigentes estatales y nacionales de los partidos que forman la coalición.
El líder panista, César Nava, pidió al gobernador Ulises Ruiz Ortiz no intervenir más en el proceso y dejar que los oaxaqueños voten con libertad el 4 de julio. “No te equivoques: el pueblo ya decidió y Gabino ya ganó”, arengó.
Miles de asistentes empezaron a corear la vieja consigna de la Alianza Popular de los Pueblos de Oaxaca: “¡Ya cayó, ya cayó, Ulises ya cayó!”, voz a la que se unieron Nava, Josefina Vázquez Mota, Manuel Camacho Solís, el propio Gabino Cué y todos los políticos que los rodeaban, incluida Irma Piñeyro Arias, quien en días pasados declinó la candidatura de Nueva Alianza al gobierno estatal.
Camacho Solís, dirigente de Diálogo por la Reconstrucción de México (Dia), pidió a los ciudadanos no confiarse y estar atentos para asegurar el triunfo de Cué.
Luis Walton, dirigente nacional de Convergencia, dijo que se equivocaron quienes vaticinaban el fracaso de las alianzas.
Agustín Galo Samario corresponsal, La Jornada, 1º de julio.
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