CARACAS.- El Presidente Hugo Chávez y la Iglesia católica venezolana se han enfrascado en una guerra de declaraciones.
La semana pasada, Chávez dijo que Jesucristo azotaría a los líderes de la Iglesia, mientras que el Cardenal Jorge Urosa le contestó que tuvo razón al advertirle al Vaticano que el Presidente limita las libertades civiles.
Algunos fieles están molestos por la creciente tensión entre Chávez y los sacerdotes conservadores, quienes se han manifestado contra lo que perciben como un aumento del autoritarismo del Mandatario.
La mayoría de los venezolanos son católicos y las encuestas muestran que la Iglesia es una de las instituciones más respetadas del país, pero tampoco les gusta que opine en temas políticos.
"No me parecen nada bien estos insultos que Chávez ha lanzando contra el Cardenal, pero tampoco me gusta ver a la Iglesia meterse en la política'', dijo Amanda Ortiz, una ama de casa de 47 años, después de acudir a misa en el este de Caracas.
En un discurso reciente, Chávez acusó a Urosa de engañar al Vaticano cuando le advirtió que Venezuela estaba yendo hacia una dictadura. Luego, le pidió a la Iglesia que reemplazara al Cardenal, elogió a una cura que simpatiza con el Gobierno e indicó que éste debería suplir al jerarca religioso.
"Que Dios lo perdone porque él sabe que está mintiendo. Ese Cardenal que me acusa a mí de pisotear la Constitución'', expresó Chávez.
El Mandatario niega que su Gobierno reprime las libertades y señala que está convencido de que Jesucristo castigaría a la jerarquía de la Iglesia si estuviera vivo.
"Si Cristo apareciera físicamente ¿qué haría con ellos? No tengo dudas que los latiguearía'', dijo durante un acto la semana pasada en el Patio de Honor de la Academia Militar de Venezuela.
"Aquí avanzamos hacia una democratización plena que bien hemos llamado socialismo bolivariano'', añadió ayer en su columna, "Las Líneas de Chávez''.
Urosa, por su parte, es apoyado por la Conferencia Episcopal Venezolana.
"Desafortunadamente, al señor Presidente le parece que todo lo que no va acorde a su modo de pensar lo considera un ataque personal'', aseveró, por otra parte, Monseñor Jesús González de Zárate, quien criticó a Chávez de intentar dividir a la Iglesia.
Urosa argumenta que Chávez busca copiar el modelo comunista de Cuba. El Cardenal se ha mostrado preocupado porque el Presidente esté tomando tácticas usadas por los hermanos Castro para acallar a la disidencia y echar a un lado a sus adversarios.
En tanto, la Oposición utiliza el pleito para criticar al Gobierno. El líder de este sector Julio Borges respaldó ayer las acusaciones de Urosa al declarar que el Mandatario, aunque "pretenda disfrazarlo", está tratando de reproducir la línea económica y política de Cuba.
La semana pasada, Chávez dijo que Jesucristo azotaría a los líderes de la Iglesia, mientras que el Cardenal Jorge Urosa le contestó que tuvo razón al advertirle al Vaticano que el Presidente limita las libertades civiles.
Algunos fieles están molestos por la creciente tensión entre Chávez y los sacerdotes conservadores, quienes se han manifestado contra lo que perciben como un aumento del autoritarismo del Mandatario.
La mayoría de los venezolanos son católicos y las encuestas muestran que la Iglesia es una de las instituciones más respetadas del país, pero tampoco les gusta que opine en temas políticos.
"No me parecen nada bien estos insultos que Chávez ha lanzando contra el Cardenal, pero tampoco me gusta ver a la Iglesia meterse en la política'', dijo Amanda Ortiz, una ama de casa de 47 años, después de acudir a misa en el este de Caracas.
En un discurso reciente, Chávez acusó a Urosa de engañar al Vaticano cuando le advirtió que Venezuela estaba yendo hacia una dictadura. Luego, le pidió a la Iglesia que reemplazara al Cardenal, elogió a una cura que simpatiza con el Gobierno e indicó que éste debería suplir al jerarca religioso.
"Que Dios lo perdone porque él sabe que está mintiendo. Ese Cardenal que me acusa a mí de pisotear la Constitución'', expresó Chávez.
El Mandatario niega que su Gobierno reprime las libertades y señala que está convencido de que Jesucristo castigaría a la jerarquía de la Iglesia si estuviera vivo.
"Si Cristo apareciera físicamente ¿qué haría con ellos? No tengo dudas que los latiguearía'', dijo durante un acto la semana pasada en el Patio de Honor de la Academia Militar de Venezuela.
"Aquí avanzamos hacia una democratización plena que bien hemos llamado socialismo bolivariano'', añadió ayer en su columna, "Las Líneas de Chávez''.
Urosa, por su parte, es apoyado por la Conferencia Episcopal Venezolana.
"Desafortunadamente, al señor Presidente le parece que todo lo que no va acorde a su modo de pensar lo considera un ataque personal'', aseveró, por otra parte, Monseñor Jesús González de Zárate, quien criticó a Chávez de intentar dividir a la Iglesia.
Urosa argumenta que Chávez busca copiar el modelo comunista de Cuba. El Cardenal se ha mostrado preocupado porque el Presidente esté tomando tácticas usadas por los hermanos Castro para acallar a la disidencia y echar a un lado a sus adversarios.
En tanto, la Oposición utiliza el pleito para criticar al Gobierno. El líder de este sector Julio Borges respaldó ayer las acusaciones de Urosa al declarar que el Mandatario, aunque "pretenda disfrazarlo", está tratando de reproducir la línea económica y política de Cuba.
Reforma, 12 de julio.
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