SIERRA DEL TOTONACAPAN.- Con el amanecer, los pobres bajaron de los cerros para votar.
Desde las siete de la mañana, una hora antes de que abrieran las casillas, una larga fila de hombres y mujeres en huarache o descalzos esperaban sufragar entre amenazas.
Les dijeron que si no ganaba el PRI, se armaban los golpes; si no ganaba el PAN, se esfumaban los programas sociales.
"La gente limpió sus fierros, por cualquier cosa. Dicen que ya prepararon palos y tubos y no se van a dejar", indicó Faustina Gómez, una indígena que, "como todos los de la fila", es del PRI.
El correr del día le dio la razón. "Los pelones", el grupo de choque del priismo, anduvieron por las comunidades en camionetas cargando palos, piedras y machetes para amedrentar a la gente, robar urnas y cerrar comunidades, como Zacate Limón.
María Juárez, otra indígena de Coxquihui, no teme a los golpes priistas, pero sí a que se vayan los apoyos federales. Ella se hizo del PAN hace un año cuando le echaron piso de cemento.
"Si gana el Yunes nos van a completar, nos va a tocar la lámina, el block para la casa. Con que me den la lámina está bien porque al techito le entra agua", dijo la mujer de 70 y tantos años, cuyo esposo ya no puede andar.
"El licenciado", como le dice al promotor de Sedesol, le dijo que si ganaba el PAN le completarían los apoyos de la vivienda y afiliarían a sus hijas al programa.
Por eso y porque está cansada de tanto robo y despilfarro del PRI, pintó de azul la fachada de su casa para evidenciar el apoyo al PAN. A eso atribuye que hace un mes le cortaran el agua.
En la sierra del Totonacapan siete de cada 10 personas viven en pobreza, seis de cada 10 adultos no saben leer ni escribir y la mitad no tiene agua entubada. Si la gente no muere de hambre es porque en estas tierras fértiles reverdecen hasta un palo de escoba.
Como han reverdecido los cacicazgos. El priista Reveriano Pérez, alcalde de Coxquihui, es líder de una flotilla de 170 taxis en la región y con el grupo de "Los pelones" anda amenazando aquí y allá para hacer su voluntad.
En Coyutla, la alcaldía está en manos de los Picazo; los hermanos Basilio y Benito fueron ediles y ahora buscan que el poder quede en manos de la mujer de Basilio, Dolores Gutiérrez.
El esposo de Faustina tiene la espalda quebrada, luego de caerse reparando las vigas de la casa. Sin hijos, sobreviven de limosnas que les dan los vecinos.
El par de ancianos debió esperar tres horas para votar. La casilla abrió tarde y un grupo de muchachos que llegó a bordo de una pick up se metió a la fila.
Con la joroba y el esposo a cuestas la mujer regresó a su vida diaria: rascarle a la tierra para comer. Ahí va, a pie pelón trepando por la sierra menos temerosa, porque si gana el PRI no se armarán los trancazos.
Mientras que María Juárez dio su voto al PAN. Porque le han dicho que si no gana "el Yunes" no le tocará apoyo de block y lámina para reparar su techo.
Desde las siete de la mañana, una hora antes de que abrieran las casillas, una larga fila de hombres y mujeres en huarache o descalzos esperaban sufragar entre amenazas.
Les dijeron que si no ganaba el PRI, se armaban los golpes; si no ganaba el PAN, se esfumaban los programas sociales.
"La gente limpió sus fierros, por cualquier cosa. Dicen que ya prepararon palos y tubos y no se van a dejar", indicó Faustina Gómez, una indígena que, "como todos los de la fila", es del PRI.
El correr del día le dio la razón. "Los pelones", el grupo de choque del priismo, anduvieron por las comunidades en camionetas cargando palos, piedras y machetes para amedrentar a la gente, robar urnas y cerrar comunidades, como Zacate Limón.
María Juárez, otra indígena de Coxquihui, no teme a los golpes priistas, pero sí a que se vayan los apoyos federales. Ella se hizo del PAN hace un año cuando le echaron piso de cemento.
"Si gana el Yunes nos van a completar, nos va a tocar la lámina, el block para la casa. Con que me den la lámina está bien porque al techito le entra agua", dijo la mujer de 70 y tantos años, cuyo esposo ya no puede andar.
"El licenciado", como le dice al promotor de Sedesol, le dijo que si ganaba el PAN le completarían los apoyos de la vivienda y afiliarían a sus hijas al programa.
Por eso y porque está cansada de tanto robo y despilfarro del PRI, pintó de azul la fachada de su casa para evidenciar el apoyo al PAN. A eso atribuye que hace un mes le cortaran el agua.
En la sierra del Totonacapan siete de cada 10 personas viven en pobreza, seis de cada 10 adultos no saben leer ni escribir y la mitad no tiene agua entubada. Si la gente no muere de hambre es porque en estas tierras fértiles reverdecen hasta un palo de escoba.
Como han reverdecido los cacicazgos. El priista Reveriano Pérez, alcalde de Coxquihui, es líder de una flotilla de 170 taxis en la región y con el grupo de "Los pelones" anda amenazando aquí y allá para hacer su voluntad.
En Coyutla, la alcaldía está en manos de los Picazo; los hermanos Basilio y Benito fueron ediles y ahora buscan que el poder quede en manos de la mujer de Basilio, Dolores Gutiérrez.
El esposo de Faustina tiene la espalda quebrada, luego de caerse reparando las vigas de la casa. Sin hijos, sobreviven de limosnas que les dan los vecinos.
El par de ancianos debió esperar tres horas para votar. La casilla abrió tarde y un grupo de muchachos que llegó a bordo de una pick up se metió a la fila.
Con la joroba y el esposo a cuestas la mujer regresó a su vida diaria: rascarle a la tierra para comer. Ahí va, a pie pelón trepando por la sierra menos temerosa, porque si gana el PRI no se armarán los trancazos.
Mientras que María Juárez dio su voto al PAN. Porque le han dicho que si no gana "el Yunes" no le tocará apoyo de block y lámina para reparar su techo.
Daniela Rea enviada, Reforma, 5 de julio.
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