OAXACA.- A tres días de las elecciones, las movilizaciones, protestas y bloqueos carreteros del magisterio escalaron en Oaxaca.
En Guelatao, unos 200 profesores de la Sección 22 del SNTE bloquearon la carretera Oaxaca-Ixtlán, para inspeccionar los vehículos y evitar el traslado de propaganda política. Incluso, despegaban las calcomanías pegadas en los automóviles.
El "operativo" también se llevó a cabo en las regiones del Istmo, la Costa y la Cuenca.
El retén magisterial consistió en detener a los vehículos, en ambos sentidos de la carretera, para inspeccionar cajuelas y debajo de los asientos. Más de tres autos traían propaganda del priista Eviel Pérez Magaña, quien cerraría su campaña en Tuxtepec.
Cientos de playeras, gorras, cantimploras, mantas, pulseras y llaveros fueron "asegurados" y luego, destruidos por los maestros a la orilla de la carretera.
"Estas cosas compran conciencias y no es más que basura electoral", gritaba una maestra mientras cortaba con una navaja playeras y gorras.
Los cortes a la circulación vehicular tenían una duración de 20 minutos, pese al reclamo de los automovilistas.
Aquel que aceleraba o tocaba el claxón era rodeado por maestros con cara retadora. "¿Qué traes loco, llevas prisa? Vete caminando, aquí no vas a pasar pendejo, este es un movimiento democrático", gritaba un profesor.
Otro lo interrumpía. "Qué le explicas a este pendejo, no sabe ni madres, que se chingue ahí parado", espetó, mientras insultaba al resto de conductores varados.
El retén en Guelatao, donde Eviel Pérez Magaña jamás pudo realizar un mitin, duró de las 7:00 a las 16:00 horas.
En tanto, en San Pablo Huitzo, los maestros permitieron el paso libre a los vehículos en la caseta federal, único acceso de cuota de la carretera procedente de Puebla a la capital oaxaqueña.
Además, impidieron los trabajos del Gobierno oaxaqueño para techar el auditorio Guelaguetza, donde los últimos dos lunes de julio se realizan las festividades con bailables típicos del estado. De paso, volvieron a bloquear los dos complejos más importantes de la burocracia oaxaqueña: Ciudad Administrativa y Ciudad Judicial.
Ambos edificios aglutinan más de 30 dependencias estatales.
Por si fuera poco, en el Zócalo oaxaqueño, los profesores mantienen un paro indefinido desde el 31 de mayo y ayer extendió el perímetro del plantón.
Los líderes de la Sección 22 advirtieron que durante los comicios del 4 de julio distintas brigadas vigilarán el proceso electoral para evitar un fraude que, dicen, podría provenir del Gobierno estatal.
"Somos la única organización que puede inmovilizar el estado", presumió el secretario general de la Sección 22, Azael Santiago Chepi, quien dice que cuenta con una planilla de más de 70 mil maestros y sus familias.
En uno de sus acuerdos para evitar un fraude, los maestros llaman a una "insurrección civil", que contempla acciones de las que son expertos: cierre de calles y carreteras, bloqueos a oficinas públicas y tiendas departamentales, así como el boicot a La Guelaguetza.
Benito Jiménez, Reforma, 1º de julio.
En Guelatao, unos 200 profesores de la Sección 22 del SNTE bloquearon la carretera Oaxaca-Ixtlán, para inspeccionar los vehículos y evitar el traslado de propaganda política. Incluso, despegaban las calcomanías pegadas en los automóviles.
El "operativo" también se llevó a cabo en las regiones del Istmo, la Costa y la Cuenca.
El retén magisterial consistió en detener a los vehículos, en ambos sentidos de la carretera, para inspeccionar cajuelas y debajo de los asientos. Más de tres autos traían propaganda del priista Eviel Pérez Magaña, quien cerraría su campaña en Tuxtepec.
Cientos de playeras, gorras, cantimploras, mantas, pulseras y llaveros fueron "asegurados" y luego, destruidos por los maestros a la orilla de la carretera.
"Estas cosas compran conciencias y no es más que basura electoral", gritaba una maestra mientras cortaba con una navaja playeras y gorras.
Los cortes a la circulación vehicular tenían una duración de 20 minutos, pese al reclamo de los automovilistas.
Aquel que aceleraba o tocaba el claxón era rodeado por maestros con cara retadora. "¿Qué traes loco, llevas prisa? Vete caminando, aquí no vas a pasar pendejo, este es un movimiento democrático", gritaba un profesor.
Otro lo interrumpía. "Qué le explicas a este pendejo, no sabe ni madres, que se chingue ahí parado", espetó, mientras insultaba al resto de conductores varados.
El retén en Guelatao, donde Eviel Pérez Magaña jamás pudo realizar un mitin, duró de las 7:00 a las 16:00 horas.
En tanto, en San Pablo Huitzo, los maestros permitieron el paso libre a los vehículos en la caseta federal, único acceso de cuota de la carretera procedente de Puebla a la capital oaxaqueña.
Además, impidieron los trabajos del Gobierno oaxaqueño para techar el auditorio Guelaguetza, donde los últimos dos lunes de julio se realizan las festividades con bailables típicos del estado. De paso, volvieron a bloquear los dos complejos más importantes de la burocracia oaxaqueña: Ciudad Administrativa y Ciudad Judicial.
Ambos edificios aglutinan más de 30 dependencias estatales.
Por si fuera poco, en el Zócalo oaxaqueño, los profesores mantienen un paro indefinido desde el 31 de mayo y ayer extendió el perímetro del plantón.
Los líderes de la Sección 22 advirtieron que durante los comicios del 4 de julio distintas brigadas vigilarán el proceso electoral para evitar un fraude que, dicen, podría provenir del Gobierno estatal.
"Somos la única organización que puede inmovilizar el estado", presumió el secretario general de la Sección 22, Azael Santiago Chepi, quien dice que cuenta con una planilla de más de 70 mil maestros y sus familias.
En uno de sus acuerdos para evitar un fraude, los maestros llaman a una "insurrección civil", que contempla acciones de las que son expertos: cierre de calles y carreteras, bloqueos a oficinas públicas y tiendas departamentales, así como el boicot a La Guelaguetza.
Benito Jiménez, Reforma, 1º de julio.
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