Van camino a la alternancia

El PRI perdió Puebla luego de 70 años de hegemonía política, pero cortaría de tajo la aspiración del PRD de mantener Zacatecas y desbancaría al PAN del gobierno de Aguascalientes, tras dos sexenios de alternancia en ambas entidades.

El panista Rafael Moreno Valle Rosas y el priísta Javier López Zavala mantuvieron un cerrado escrutinio en los inicios del recuento de las casillas, pero el abanderado de Compromiso por Puebla (PAN-PRD-Panal-Convergencia) repuntó cuando el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) registraba 49% del cómputo, con una diferencia de casi 15 puntos.

El PRI recuperó el gobierno de Zacatecas luego de que en 1998 el priísta Arturo Romo Gutiérrez entregó el cargo al perredista Ricardo Monreal Ávila —ahora petista—, quien después lo heredó a su entonces compañera de partido Amalia García Medina, la actual titular del Poder Ejecutivo estatal.

Aunque las dirigencias estatales de los partidos Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática coincidieron en esperar los resultados oficiales, los priístas aseguraron que el voto favoreció al aspirante a gobernador Miguel Alonso Reyes de la alianza Primero Zacatecas (PRI-PVEM-Panal), sobre Antonio Mejía, de Zacatecas Nos Une (PRD-Convergencia).

En Aguascalientes, el candidato Carlos Lozano de la Torre, de Aliados por tu Bienestar (PRI-PVEM-Panal), se habría adjudicado la gubernatura, para poner fin a 12 años de gobiernos panistas al derrotar a Martín Orozco Sandoval. En estrecho margen, el PREP mantenía apenas cinco puntos de ventaja.

En 1998 el priísta Otto Granados Roldán entregó la gubernatura al panista Felipe González, quien fue sucedido por Luis Armando Reynoso Femat.

Aumenta la ventaja

En Puebla, el aliancista Rafael Moreno Valle Rosas no sólo contó con el apoyo del PAN, PRD y Convergencia, sino del Panal, que encabeza la dirigente magisterial Elba Esther Gordillo Morales.

Con este triunfo de la oposición se pone fin a siete décadas de administraciones emanadas del PRI, desde la fundación del partido.

Moreno Valle se proclamó “el gran ganador” de la contienda y prometió un gobierno distinto al de Mario Marín Torres (PRI). Aunque no proporcionó porcentajes concretos sobre su ventaja, el senador con licencia presumió su victoria ante la militancia blanquiazul.

Incidentes menores

En general, la jornada dominical se resolvió con incidentes menores. En Zacatecas, donde llovió continuamente, se reportaron casos de equivocación de boletas, la presencia de gente armada, simpatizantes petistas golpeados y llamadas telefónicas para inducir el voto.

En la catedral zacatecana, el obispo Carlos Cabrero Romero pidió a los feligreses acudir a votar, pues el sufragio es “una obra de justicia y caridad”.

Aguascalientes ‘reportó’ enfrentamientos verbales entre panista y priístas representados en el Instituto Estatal Electoral —que sesionó estrechamente resguardado por agentes estatales y municipales—, debido a que la semana pasada fue lanzada una granada contra sus instalaciones, sin víctimas.

Hubo denuncias de proselitismo telefónico y se reportó la detención de Lucila del Carmen Gallegos Castorena, diputada federal panista por Guanajuato, al parecer por conducir un vehículo con reporte de robo, aunque después fue liberada por la Policía Estatal.

“Campañas negras”

La jornada en Puebla estuvo salpicada por los actos de “guerra sucia” que caracterizaron la campaña proselitista, ya que cientos de personas recorrieron las calles de la capital del estado coreando consignas contra Moreno Valle, agredieron a observadores electorales, rompieron ventanas y puertas de un hotel y dañaron varios vehículos.

Un aspirante petista a la alcaldía de Puebla denunció un ataque a balazos contra la fachada de su casa. Tres lesionados en un ataque con tubos contra panistas que estaban en la casa de campaña de un aspirante a diputado local.

Festejos con reserva

Entre festejos “con reserva”, el PRI mostró el júbilo por las tendencias que favorecían al abanderado de la alianza Primero Zacatecas, Miguel Alonso Reyes, además de avizorar la alternancia en Zacatecas, después de 12 años de gobierno del PRD, ejercido en dos sexenios a manos de Ricardo Monreal y Amalia García Medina.

El revés para el sol azteca se anunciaba desde que inició la jornada, con las reiteradas denuncias hechas por las dirigencias que conforman la coalición Zacatecas Nos Une (PRD-Convergencia), al señalar una presunta “elección de estados priístas” que intervinieron para la supuesta coacción del voto.

Este domingo, la postura de los priístas cambió respecto a los últimos días, cuando aseguraban “una elección de estado” por parte de la gobernadora Amalia García y optaron por mantenerse en un aparente silencio.
Irma Mejía, Xóchitl Rangel y Luigi RIvera, El Universal, 5 de julio.

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