El gobierno del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sustituyó las redadas contra los inmigrantes indocumentados por auditorías en empresas para verificar documentos mediante las cuales se obliga a las compañías a despedir a ilegales, denunció ayer el influyente periódico estadunidense The New York Times.
En un año ha llevado a cabo auditorías a 2 mil 900 empresas, ha impuesto 3 millones de dólares en multas, un volumen récord, y ha provocado el despido de miles de trabajadores ilegales, de acuerdo con el rotativo neoyorquino.
Los patrones ahora llaman a esas auditorías ‘’redadas silenciosas’’ que obligan a despedir personal, imponen multas y dificultan recontratar a inmigrantes.
Las “redadas silenciosas” por lo general no terminan en deportaciones, sino que los inmigrantes ilegales quedan desempleados y con dificultades para encontrar un nuevo trabajo.
La medida impacta en especial a algunos sectores como la agricultura, en el que la Federación Laboral reconoce que por lo menos el 60 por ciento de los campesinos son indocumentados mexicanos.
PÉRDIDAS. John Morton, jefe de la Oficina de Inmigración y Aduanas de EU, dijo a The New York Times que el objetivo de la estrategia es crear “una cultura de cumplimiento” de la ley entre las empresas, de forma que verifiquen los documentos de sus empleados de forma rutinaria.
El anterior gobierno, presidido por George W. Bush, enviaba por sorpresa a cientos de agentes a fábricas y granjas, que detenían a los trabajadores sin papeles e iniciaban el proceso de deportación.
La política adoptada por el gobierno de Obama afecta a más inmigrantes porque las auditorías fuerzan a los empresarios a despedir a todas las personas ilegales en sus plantillas y no sólo a las que estaban en el trabajo en el momento de la redada, como antes, según el periódico.
The New York Times citó como ejemplo que en el estado de Washington, en la agroindustria Gebbers Farms, una auditoría encontró que 500 trabajadores eran indocumentados, el patrón los despidió y luego no encontró campesinos con visa para sustituirlos, por lo que la zona se quedó sin trabajadores.
Algunas ‘’redadas silenciosas’’ como esa repercuten en las comunidades locales donde se aplican, señaló el diario.
CRISIS. A seis meses de realizada la auditoría en Gebbers Farms, la empresa tiene déficit de trabajadores para la cosecha de manzana y los inmigrantes siguen en el poblado sin trabajo.
Pronto la cosecha del año de esa agroindustria podría perderse y no hay estadunidenses que la recojan. Sin la cosecha también quedan desempleados los empacadores de la manzana.
El rotativo neoyorquino refirió que son trabajos que realizan en 80 por ciento empleados latinos o hispanos. Los dueños de Gebbers Farms tuvieron que solicitar a la administración Obama visas para contratar a mil 200 campesinos, 900 en México y 300 en Jamaica, pero los que fueron despedidos siguen sin trabajo.
Sobre el asunto, empresarios aseguran que la política de Obama reduce la fuerza laboral de empleados poco cualificados para trabajos que los estadunidenses no quieren hacer, pese a la crisis, como por ejemplo las labores agrícolas.
En un año ha llevado a cabo auditorías a 2 mil 900 empresas, ha impuesto 3 millones de dólares en multas, un volumen récord, y ha provocado el despido de miles de trabajadores ilegales, de acuerdo con el rotativo neoyorquino.
Los patrones ahora llaman a esas auditorías ‘’redadas silenciosas’’ que obligan a despedir personal, imponen multas y dificultan recontratar a inmigrantes.
Las “redadas silenciosas” por lo general no terminan en deportaciones, sino que los inmigrantes ilegales quedan desempleados y con dificultades para encontrar un nuevo trabajo.
La medida impacta en especial a algunos sectores como la agricultura, en el que la Federación Laboral reconoce que por lo menos el 60 por ciento de los campesinos son indocumentados mexicanos.
PÉRDIDAS. John Morton, jefe de la Oficina de Inmigración y Aduanas de EU, dijo a The New York Times que el objetivo de la estrategia es crear “una cultura de cumplimiento” de la ley entre las empresas, de forma que verifiquen los documentos de sus empleados de forma rutinaria.
El anterior gobierno, presidido por George W. Bush, enviaba por sorpresa a cientos de agentes a fábricas y granjas, que detenían a los trabajadores sin papeles e iniciaban el proceso de deportación.
La política adoptada por el gobierno de Obama afecta a más inmigrantes porque las auditorías fuerzan a los empresarios a despedir a todas las personas ilegales en sus plantillas y no sólo a las que estaban en el trabajo en el momento de la redada, como antes, según el periódico.
The New York Times citó como ejemplo que en el estado de Washington, en la agroindustria Gebbers Farms, una auditoría encontró que 500 trabajadores eran indocumentados, el patrón los despidió y luego no encontró campesinos con visa para sustituirlos, por lo que la zona se quedó sin trabajadores.
Algunas ‘’redadas silenciosas’’ como esa repercuten en las comunidades locales donde se aplican, señaló el diario.
CRISIS. A seis meses de realizada la auditoría en Gebbers Farms, la empresa tiene déficit de trabajadores para la cosecha de manzana y los inmigrantes siguen en el poblado sin trabajo.
Pronto la cosecha del año de esa agroindustria podría perderse y no hay estadunidenses que la recojan. Sin la cosecha también quedan desempleados los empacadores de la manzana.
El rotativo neoyorquino refirió que son trabajos que realizan en 80 por ciento empleados latinos o hispanos. Los dueños de Gebbers Farms tuvieron que solicitar a la administración Obama visas para contratar a mil 200 campesinos, 900 en México y 300 en Jamaica, pero los que fueron despedidos siguen sin trabajo.
Sobre el asunto, empresarios aseguran que la política de Obama reduce la fuerza laboral de empleados poco cualificados para trabajos que los estadunidenses no quieren hacer, pese a la crisis, como por ejemplo las labores agrícolas.
La Crónica, 11 de julio.
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