Pese al cáncer, Chávez va por otra reelección

BUENOS AIRES.— Cobijado por “la marea roja”, la multitud chavista, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se inscribió ayer oficialmente como candidato a la reelección, y prometió “reconocer los resultados electorales de los comicios del próximo 7 de octubre”.

Chávez salió del palacio de Miraflores en un camión, ataviado con una chamarra con los colores nacionales y una boina roja, seguido de una multitud de simpatizantes que desembocaron en la Plaza Caracas, frente a la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE), donde quedó oficialmente convertido en candidato para el periodo 2013-2019, después de meses de múltiples especulaciones.

“Éste papel que tengo en mis manos es muy importante. Representa el compromiso que asumimos con el país, dijo el presidente mostrando la cédula de su inscripción a los periodistas que cubrían el acto.

Con la formalización de su candidatura y con las encuestas a su favor, toda la atención se centrará en su estado de salud, que será determinante para saber si el presidente puede enfrentar un proceso electoral debido al cáncer con el que viene luchando hace un año y al que apenas el sábado se refirió, al decr que sus estdios han salido “absolutamente bien”.

Ayer refutó rumores de que “si a Chávez le quedan días de vida, que Chávez se muere en La Habana, que Chávez está en silla de rueda, que no va a poder inscribir la candidatura y no sé cuánto diagnóstico necrofílico que echaron a rodar” .

Tras la inscripción, el jefe de Estado encabezó un acto político detrás del edificio del CNE, donde las decenas de miles de seguidores que bloquearon las calles de Caracas, funcionarios y dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) lo aguardaron estoicamente durante varias horas, al grito ya tradicional de “¡¡¡Uhh, Ahhh, Chávez no se va!!!”.

Lo primero que hizo Chávez sobre la tarima fue cantar a dúo con un grupo de canciones sabaneras, que dedicó “a todos los orientales” y luego con otros artistas. Un Chávez animado y enérgico, volvió a presidir un acto después de varios meses; le cedió primero la palabra a José Vicente Rangel, que integra el consejo de Estado y que desde 1998, cuando Chávez llegó al poder, ha ocupado varios ministerios.

“Ayer, ellos (por la oposición) vinieron aquí a escuchar un discurso y no lo encontraron, vinieron a buscar un programa y no lo encontraron y vinieron a buscar un líder y no lo hallaron. Hoy aquí hay un pueblo, un proyecto y un líder, porque Chávez es el pueblo y la patria”, dijo Rangel.

Cantó mucho, como si la enfermedad no hiciera mella en su físico y elogió a las Fuerzas Armadas, que están consustanciadas con la patria”. Agradeció a todo el pueblo porque “las oraciones y las plegarias rezadas en los momentos difíciles que pasamos”. Ayer, 10 de junio, se cumplió un año de la primera operación hicieron en La Habana por un cáncer del que está convaleciente.

Cuestionó a la oposición al decir que en un año como el que pasó, que “fue muy difícil”, su gobierno debió enfrentar la guerra psicológica de los enemigos que decían que estaba buscando un reemplazante y muchas cosas más”. Chávez, acompañado de sus hijas Rosa y Rosaines, recordó el día que ganó su primera elección en 1997, cuando dijo que “me consumiré gustosamente en nombre del pueblo y de los más necesitados y gracias a ustedes aquí estoy. El 7 de octubre vamos a conseguir una victoria bolivariana y revolucionaria. Faltan cuatro meses y tenemos que trabajar mucho, con unidad y unidad de todo el pueblo”, puntualizó.

“Al majunchismo (como apoda a la oposición) ya se le acaba la gasolina y anda cantando Victoria ya”, acotó para resaltar luego que en los próximos comicios “nos estamos jugando el futuro de la patria” y Chávez aclaró que no está dispuesto a fallarle “ni al pasado ni al futuro, porque ganaremos con 10 millones de votos”. 

José Vales corresponsal, El Universal, 12 de junio.