Pasan la reforma sin tocar sindicatos

El reconocimiento del voto directo, libre y secreto en los estatutos de los sindicatos quedó enterrada ayer en la discusión de la reforma laboral.

Por un lado, la redacción que propuso el Presidente Felipe Calderón en su iniciativa preferente fue eliminada en el dictamen aprobado por el pleno de la Cámara de Diputados.

Por el otro, el PRI frenó la alianza del PAN y los partidos de izquierda, y que pretendía introducir el voto libre de los trabajadores en la elección de dirigencias sindicales.

El triunfo priista para desechar la democratización de los gremios fue conseguido gracias a la ayuda del diputado del PT, Adolfo Orive, quien traicionó acuerdos entre los partidos de izquierda.

Al final de las discusiones en la Comisión del Trabajo, la diputada panista Esther Quintana y el perredista Martí Batres propusieron, cada uno por su lado, establecer que los estatutos sindicales tendrán el voto directo, libre y secreto de los agremiados para elegir a sus dirigentes.

Quintana expuso que la legislación y los tratados de la Organización Internacional del Trabajo no impedían otorgar a los trabajadores el derecho de la democracia dentro de sus organizaciones.

Batres aclaró que no era una propuesta original del Calderón, sino que la izquierda tenía años impulsando la democratización y que era la oportunidad para acabar con el viejo régimen
"Sería dar un paso histórico hacia la democracia sindical", manifestó el legislador del sol azteca.

Al concluir la exposición de posturas, procedieron a la votación más esperada a lo largo de más de 12 horas en la comisión.

A favor de la propuesta de democratizar los gremios votaron siete diputados del PAN, seis del PRD y una de Movimiento Ciudadano, en total 14.

En contra votaron los 12 diputados del tricolor, dos del PVEM, uno del Panal y el petista Orive, quien aportó el voto 16 en una comisión de 30 integrantes.

 
Un empate clave
 
Si Adolfo Orive hubiera sufragado con el bloque PAN-PRD-MC, se hubiera dado un empate en la comisión. De acuerdo a la reglas de la Cámara, se puede votar hasta dos veces más si persiste el empate.

El tema de voto secreto hubiera pasado al pleno, sin ser parte del dictamen, para debatir el tema y definir una redacción.

El petista enfrentó una ola de reclamos de legisladores panistas al concluir la labor de la comisión.

La panista Quintana dijo que era un asco y una vergüenza la actitud del legislador.

Aunque por la tarde defendió el sentido de su voto, por la noche se dio a conocer un oficio de Orive enviado al presidente de la Comisión del Trabajo, Carlos Aceves, donde señala que su voto fue a título personal y no la de su fracción.

"Después de una reunión llevada a cabo en el seno del PT, le informo que se decidió que el voto de mi grupo parlamentario es en sentido favorable a la reserva", cita el documento.

Sin embargo, ante un hecho consumado, legalmente tal rectificación no tuvo valor, pues el dictamen ya se estaba discutiendo en el pleno.

Al cierre de esta edición, las reservas en el pleno sobre transparencia y democracia sindical aún no se abordaban y se mantenía la alianza del PRI, el PVEM y Panal para no dejarla pasar, aunque el PT se sumara, ahora sí, a la propuesta de meter el voto secreto en los sindicatos.

Claudia Salazar y Érika Hernández, Reforma, 29 de septiembre.

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