Alteran Los Zetas flujos migratorios

La presencia de la delincuencia organizada, en particular de Los Zetas, ha contribuido a una disminución del flujo de migrantes indocumentados centroamericanos que se dirigen por tierra a Estados Unidos y ha provocado cambios en las rutas que siguen.

De acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), el número de guatemaltecos, salvadoreños y hondureños detenidos por las autoridades migratorias mexicanas en 2011 fue el más bajo en 40 años.

La reducción, plantea en el informe Delincuencia Organizada Transnacional en Centroamérica es al menos parcialmente atribuible a los peligros que conlleva el viaje al norte.

"Estos peligros han aumentado por la creciente participación de los grupos de delincuencia organizada de tipo territorial", apunta.

"Los maras son una preocupación, pero el grupo más temido por los migrantes irregulares son Los Zetas. En el norte de México, la gravitación de los migrantes irregulares hacia puestos de control relativamente débiles en la frontera con Texas también les sitúa en el territorio del Cártel del Golfo, que podría convertirse en territorio de Los Zetas".

El reporte indica que los migrantes han comenzado a cambiar su ruta tradicional de Texas hacia Arizona y a alejarse de Río Grande Valley donde hay mayor presencia del cártel.

El rango de capturas evidencia el temor. De 2005 a 2010 las detenciones de salvadoreños disminuyeron de 40 mil a 10 mil; en el caso de hondureños de 80 mil a poco más de 20 mil y respecto de guatemaltecos fue de 100 mil a unos 30 mil, en dicho periodo.

Uno de los hechos de violencia contra migrantes que generó mayor conmoción, recuerda, fue la masacre de San Fernando, Tamaulipas, en 2010, cuando 58 hombres y 14 mujeres fueron asesinados por Los Zetas.

La UNODC advierte, por otra parte, sobre la creciente presencia del crimen organizado en el tráfico de indocumentados.

"El tráfico de migrantes comprende los intereses de los grupos de delincuencia organizada territoriales situados a lo largo de las áreas de cruce fronterizo. Estos grupos pueden gravar el ingreso de los traficantes profesionales, cargarles con tasas de protección o simplemente asumir el control de toda la operación", señala.

Los grupos pueden garantizar el paso libre, alerta, pero también pueden victimizar a los migrantes con impunidad.

Henia Prado, Reforma, 28 de septiembre.