“La reforma electoral no es capricho”: Villarreal

Luis Alberto Villarreal, jefe de la bancada del PAN en la Cámara de Diputados, afirmó que “la reforma electoral no es capricho de políticos, sino demanda de los ciudadanos; si no democratizamos a México desde lo local, perderemos poco a poco el terreno ganado al autoritarismo en las últimas décadas a nivel nacional”.

Después de confirmarse que habrá un segundo periodo extraordinario donde se discutirá, entre otros temas, la reforma electoral, Villarreal afirmó que, “en democracia no caben los virreyes”.

Dijo que el camino democrático que ha recorrido México ha sido largo y se han obtenido logros importantes, pero la democracia “no es un sitio al que se llega de una buena vez y para siempre.

“Es un camino siempre susceptible a las regresiones. Cuidemos, con la reforma electoral, la apertura y las libertades ganadas a pulso de los ecos antidemocráticos que aún resuenan a nivel local”, subrayó.

Villarreal pidió no esperar al próximo ciclo electoral para frenar los vicios que se vieron en los comicios del pasado 7 de julio en 14 estados: “Es momento de convertir los compromisos en materia electoral del Pacto por México en leyes”, insistió al asegurar que la Cámara baja está lista para procesar la reforma electoral como una prioridad parlamentaria.

Recordó que su partido propone la creación de un Instituto Nacional de Elecciones como autoridad electoral única en el país, que concentraría la función del poder electoral en un solo órgano constitucional.

Por esa razón, insistió, “el Instituto Nacional de Elecciones es el mecanismo de diseño institucional más eficaz que podemos aprobar para terminar con la simulación y que el voto del ciudadano no sólo se cuente, sino que verdaderamente cuente”.

Por último, Villarreal agregó que independientemente de aprobar otras reformas como la fiscal y la energética, “lo que debemos comprender en el presente debate es que no podemos construir la economía del presente siglo sobre un andamiaje político del siglo pasado”.

Luciano Franco, La Crónica, 5 de agosto.