Para Pedro Joaquín Coldwell está claro que si la reforma energética no transforma y revitaliza a Petróleos Mexicanos (Pemex), simplemente habrá fracasado.
“Lo que necesitamos es liberar a Pemex de las ataduras regulatorias que lo limitan. Pemex necesita una reforma libertaria para asociarse y para ganar capital, tecnología y compartir riesgos, y tener libertad de acción y libertad de decisión”, enfatiza el titular de Energía en entrevista con EL UNIVERSAL.
Afirma que de lograrse ese objetivo será posible ver a Pemex, “como la petrolera de clase mundial que es”, realizando operaciones fuera de territorio nacional, además de que se podría abrir el sector de gasolinas a otras marcas, lo que “beneficiaría al consumidor”.
Aclara que la propuesta gubernamental no permitirá que las reservas petroleras de México sean registradas como activos de petroleras privadas, “porque eso sería una forma de privatización”. Lo que sí puede permitirse, dice, es que registren expectativas de utilidad para atraer la inversión al país.
Acotó que los contratos de utilidad compartida sólo deben ser usados en aguas profundas, ya que en otras sería un error, y descartó crear un órgano regulador para este tipo de convenios.
Califica de “positivo” el hecho de que tanto PAN como PRD hayan presentado sus propuestas, pues asegura que enriquece las posibilidades de acuerdo y da márgenes para construir una mejor reforma. En este sentido, confía en que el diálogo permita alcanzar los votos necesarios para los cambios legales.
“Encuentro en los legisladores, obviamente diferencias, pero también sentido de responsabilidad, de que necesitamos una reforma energética de fondo porque sin energía en cantidades adecuadas y a precios competitivos la economía mexicana no se va a mover”, señala Coldwell.
A pregunta expresa de sí es viable ir con un partido para la reforma constitucional y con el otro para las leyes secundarias, admitió que no sólo es viable sino “es necesario”. Y serán las “leyes secundarias las que van a acabar de definir el rostro de la reforma y su profundidad”, reconoció el titular.
Admite que la corrupción al interior de la paraestatal debe combatirse con transparencia, por lo que propone que en la legislación secundaria se establezca que todos los contratos estén sujetos a un régimen de máxima publicidad. Adicionalmente, advierte que en el campo correctivo, “no deben dejarse faltas sin castigo”.
¿Con esta reforma se busca recuperar la producción petrolera que se tenía o incrementarla?
Se busca recuperar lo perdido en los últimos 8 años, cuando la producción petrolera declinó en casi 800 mil barriles diarios. Gran parte de esta baja se debe al agotamiento del yacimiento Cantarell que daba 2 millones y medio de barriles diarios, casi la totalidad de la producción actual.
La recuperación se tiene que lograr en condiciones mucho más difíciles, no va a haber otro yacimiento como Cantarell, quedan algunos buenos yacimientos en aguas someras, pero el reto está en alcanzar esa producción en campos no convencionales: las aguas profundas del Golfo de México, los campos de lutitas de aceite y gas en el norte del país, y campos complicados como aceite terciario del golfo en Chicontepec y campos maduros.
Se habla de cuantiosos volúmenes de recursos prospectivos, ¿qué porcentaje se puede calcular que se va a obtener?
El promedio mundial está en 30%. Noruega que es el país que más extrae anda en 60%. Pemex deberá andar en un lugar medio entre el promedio y lo que logran los noruegos. Las ventajas del nuevo esquema que se propone con la reforma es lograr índices de extracción más altos de los pozos al acceder a mejores tecnologías.
¿En qué tipo de yacimientos aplicarán los contratos de utilidad compartida?
Lo ideal es utilizar estos contratos en yacimientos no convencionales. El aplicar el régimen actual de contratos de servicios en aguas profundas conlleva a que todos los riegos estén a cargo del Estado mexicano.
¿Descarta utilizar contratos de utilidad compartida para los campos no convencionales?
Sería un error el utilizarlos. Lo ideal es abrir una ronda cero, donde Pemex escoja aquellos campos que considera pueden ser los más accesibles a su tecnología y a su capacidad de exploración. El Estado tiene mano.
¿Propone realizar un mapa por zonas?
Así es, ya que es un elemento de política petrolera decidir dónde puede ir Pemex solo con los mejores rendimientos, y dónde requiere asociarse con otras empresas.
¿Se podrá ver a Pemex convertida en una empresa con operaciones de exploración y explotación a nivel internacional?
Sí, esa es una aspiración, si vemos el efecto en otros países que tuvieron las reformas energéticas parecidas a la que queremos instrumentar en México, fue que sus empresas petroleras se potenciaron. Hoy empresas latinoamericanas están participando en extracción no solamente en los territorios y las aguas de sus respectivos países, sino también están asociadas con petroleras en otras partes del mundo.
Le repito lo que me dijo el primer director de Petrobras después de la primera reforma energética de Brasil: “si tu reforma energética no te produce la transformación y la revitalización de la empresa estatal la reforma habrá fracasado”.
Podríamos ver a Pemex asociado en territorio nacional y también en zonas internacionales, siendo una petrolera de clase mundial. Lo que necesitamos es liberar a Pemex de las ataduras regulatorias que lo limitan. Pemex necesita una reforma libertaria para asociarse y para ganar capital, tecnología y compartir riesgos, y tener libertad de acción y de decisión.
¿Se verá la creación de nuevas refinerías con capital privado al 100% o en asociación con Pemex?
Pemex gana como compañía extractora de petróleo y tiene pérdidas en la fase industrial. En los últimos 9 años en refinación se han perdido 155 mil millones de pesos, por eso la propuesta del gobierno federal es abrir a la inversión privada en refinación y petroquímica. Esto puede disminuir la importación de gasolinas que alcanza casi la mitad de lo que consumimos.
¿Por ello, veremos refinerías con el 100% de capital privado?
Podrían establecerse, el marco regulatorio que se está proponiendo sí las permitiría.
Uno de los mayores problemas se encuentra en la red de distribuidores de gasolinas, el 99% está en manos de particulares, quienes en muchas ocasiones incumplen. ¿Se puede aspirar a una red de gasolineras distinta a la de Pemex?
Sería saludable la competencia en este renglón. Si la reforma es aprobada en sus términos sí se podría. Pero esa decisión estará finalmente en manos de los legisladores.
¿Afectará que en los contratos de utilidad compartida no se registren reservas por parte de las compañías extranjeras?
La propuesta del gobierno federal no permitirá que las reservas petroleras de México sean registradas como activos de petroleras privadas porque eso sería una forma de privatización, lo que sí puede permitirse es que registren las expectativas de utilidad económica haciendo la inversión en nuestro país.
En este tema concretamente, la posición es que se podrán registrar las expectativas de utilidad económica con una nota de pie de página que señale que los hidrocarburos a explotar son propiedad de la nación mexicana.
¿Cómo lo han percibido las empresas privadas?
No hemos tenido comunicación con empresas petroleras en este sentido. Hemos consultado a analistas financieros y a especialistas en contratos que lo ven de forma viable.
El tipo de contratos que se está proponiendo existen en los mercados internacionales, que se están aplicando en el mundo, no vemos razón para la cual los inversionistas no pudieran estar interesados para venir a México bajo estas condiciones.
La propuesta de reforma constitucional que se ha presentado al Congreso, de parte del gobierno federal, no solamente establece que Pemex se pueda asociar con terceros sino también el gobierno federal lo pueda hacer de manera directa, sin participación de Pemex.
¿Cómo se haría la administración de todos estos contratos?
En la administración de estos contratos, dependiendo de quienes lo suscriban, van a estar supervisados por la Comisión Nacional de Hidrocarburos, la Secretaría de Energía y la Secretaría de Hacienda.
¿Se planea crear un nuevo órgano regulador para estos contratos?
No, creemos que a través de la Comisión Nacional de Hidrocarburos y las entidades del gobierno se pueden lograr esta administración de forma adecuada y transparente.
¿Los vacíos que existen en la propuesta de reforma se clarificarán cuándo se defina la ley secundaria?
Sí, las leyes secundarias van a acabar de definir el rostro de la reforma y su profundidad.
En el caso de la ley secundaria ¿cómo están previendo su conformación?
Trabajamos un marco de coincidencias a partir de las tres propuestas que se han presentado. Esto puede facilitar mucho los acuerdos, para dar paso a tratar de procesar las diferencias. Este es un ejercicio que tendrá que hacerse en el Consejo rector del Pacto por México y en el Congreso.
¿El gobierno federal siente presión ante la expectativa en torno a la ley secundaria?
No, presiones no sentimos.
El éxito de la reforma al final del día depende de dos factores fuera de las manos del gobierno, uno es, la aceptación de los inversionistas, y el segundo, la conformación del cambio constitucional ¿Con acuerdos entre el PRI y la oposición se les puede aminorar?
La propuesta del presidente Peña Nieto de debatir el futuro de la energía en México ha cuajado y las fuerzas políticas han respondido con propuestas. Esto enriquece las posibilidades de acuerdo y da márgenes para construir una mejor reforma. Encuentro en los legisladores, diferencias, pero también sentido de responsabilidad, y de la necesidad de una reforma energética de fondo.
Cuando Pemex logre ser rentable, ¿se van a reactivar los bonos ciudadanos?
Esa es una decisión que en su momento tendrán que tomar las autoridades hacendarias.
En el caso del cambio en el esquema fiscal de Pemex, ¿se ha tocado a nivel federal cómo se va a compensar esa baja de recursos?
El cambio de régimen fiscal de Pemex tiene que pasar por una etapa de transición, no puede hacerse de la noche a la mañana. La posibilidad de que en extracción hagamos contratos de utilidades compartidas con terceros va a multiplicar la capacidad de ejecución del gobierno mexicano y vamos a tener mayores volúmenes de extracción y un incremento en la renta petrolera que va a significar mayores ingresos para el fisco mexicano.
¿Quiere decir que con una mayor rentabilidad y producción se puede superar ese hueco?
Así es. Si multiplicamos la capacidad de ejecución podemos hacerlo. Le pongo un ejemplo: en la pérdida de 800 mil barriles diarios que hemos tenido en los últimos 8 años no se reflejó en ajustes en el presupuesto de egresos porque vino acompañada de un incremento de los precios de petróleo, de 30 dólares que valía en 2004 a 103 que tenemos hoy en día, sin embargo si evaluamos los ingresos que dejó de percibir el Estado mexicano son de casi 22 mil millones de dólares por la declinación de nuestra producción petrolera. Entonces sí podemos recuperar estas caídas pues va a haber un incremento importante en la recaudación.
¿Cómo se va a combatir el problema de la corrupción en Pemex?
De manera preventiva con mucha transparencia, y de manera correctiva sin impunidad. En el campo de la transparencia en la legislación secundaria hay que establecer que todo tipo de contratos que lleve a cabo Pemex, tienen que estar sujetos a un régimen de máxima publicidad. Y en el campo correctivo, no deben dejarse faltas sin castigo.
En el corto plazo ¿cómo mejorar la transparencia?
Un cambio importante será la posibilidad de poner a disposición del público el acceso a la información que actualmente permanece en un régimen de opacidad.
¿Cómo ve las coincidencias que tienen las propuestas del PAN y el PRD con la que presentó el PRI?
Me parece que es muy positivo que el PRD haya presentado su propuesta como también el PAN, la energía es vital para el futuro del país y se requiere un debate de fondo para lograr la mejor reforma energética. Con la propuesta de la izquierda coincidimos en la necesidad de modificar el régimen fiscal, cambiar la integración del Consejo de Administración de Pemex y en darle más autonomía de gestión a la empresa.
Nuestras diferencias están en dos rubros, nosotros consideramos que debe cambiarse la constitución porque requerimos un nuevo modelo de. Y la otra está en el campo industrial, nosotros estimamos que las inversiones que tiene que hacer el gobierno mexicano en este campo en construcción y modernización de refinerías son cuantiosas, y requerimos que la inversión pública sea complementada con la inversión privada.
El PRI tendrá que ir con uno de los dos partidos de oposición para aprobar la reforma. ¿Se irá con un partido para la parte constitucional y con el otro para la ley secundaria?
Ciertamente, el PRI por sí solo no puede sacar la reforma constitucional y se requiere de dos terceras partes de los legisladores de ambas cámaras del Congreso de la Unión, por eso las tres propuestas estarán en el consejo rector del pacto y en las cámaras, construyendo los acuerdos que se necesitan para construir estas mayorías legislativas, tenemos mucha confianza en que el diálogo nos va a llevar a alcanzar el número de votos necesario para los cambios legales.
El que con un partido se hagan las reformas constitucionales y con el otro la secundaria ¿es viable?
Sí es algo viable, no sólo es viable, es necesario. Porque ya vivimos la experiencia de 2008 cuando partimos de la premisa de no hacer cambios constitucionales, y vemos que una reforma tan solo a las leyes secundarias no es suficiente para revertir las tendencias de declinación que tenemos de nuestra producción.
Rogelio Cárdenas Estandía, El Universal, 21 de agosto.
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