¿Qué ganamos aquí sentados?

A las ocho de la mañana, el "sentón" convocado por el ex diputado Gerardo Fernández Noroña parecía más una fiesta de trasnochados, con melodías de Tijuana No y Enanitos Verdes sonando en la bocina, que una protesta contra la reforma laboral.

A esa hora, Daniela, estudiante de derecho de la Unitec, llegó cargada de energía para el reclamo colectivo, pero al ver a un grupo de treinta personas sentadas afuera de un acceso vehicular, no dudó en reprocharles.

"Los juniors están entrando por la puerta de al lado, ¿qué ganamos aquí sentados? Yo no vine a perder el tiempo en tonterías", le dijo al ex diputado y se fue a rodear la Cámara buscando a quién arrojar los jitomates que cargaba en su mochila.

Por ahí de las nueve, Noroña instruyó a sus seguidores: tomar algunas de las 15 puertas de acceso a la Cámara, sobre todo las del estacionamiento para evitar el ingreso de diputados, distribuirse en los accesos y permanecer sentados.

"Si quieren aprobar la reforma, que sean los primeros en recibir pago por hora y productividad, a ver cómo les va. Si Lozano quiere una reforma con café (dijo que se aprobaría descafeinada) que le paguen cinco pesos por hora, es un canalla, un desvergonzado", dijo en el micrófono el ex diputado.

Los activistas cerraron todos los accesos de la avenida Emiliano Zapata, fueron hasta Congreso de la Unión y Sidar y Rovirosa. Forcejearon con granaderos que estaban dentro de las instalaciones. Y hasta ahí quedó.

A las 10, trabajadores de la Cámara rodeaban las instalaciones en busca de un acceso libre para entrar a sus oficinas. Una hora más tarde, los legisladores llegaron a bordo de sus camionetas e ingresaron por una entrada custodiada por granaderos.

Cuando llegaron los del STUNAM, que con un camión y 20 bocinas montaron el escenario para su mitin, Noroña les pidió apoyo para bloquear los accesos, pues la Policía había cargado a los ex legisladores Agustín Guerrero y Rigoberto Salgado para que no obstruyeran la entrada. Pero los sindicalizados no apoyaron, pues tenían que firmar la lista de asistencia.

El mitin parecía kermés. Venta de tacos, tortas, tamales, hotdogs, hasta micheladas se ofrecían a 20 pesos.

Adentro del Palacio Legislativo, la discusión del dictamen de la reforma laboral ya había comenzado. Afuera se escuchaba el mismo discurso de rechazo a la reforma.

A las 14:00 horas los manifestantes se retiraron, pero advirtieron que el jueves llegarán más temprano e impedirán el ingreso a los "traidores a la patria".

Daniela Rea, Reforma, 26 de septiembre.

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