BOGOTÁ.- El vicepresidente colombiano, Francisco Santos, sugirió ayer acabar con el Plan Colombia de lucha antidrogas, financiado por Estados Unidos, por valorar que ya cumplió con su función.
Santos considera que el Gobierno colombiano está en capacidad de asumir los costos del Plan, que a sus ojos se presta para un chantaje de las autoridades estadounidenses, en detrimento de la dignidad del país.
"El Plan Colombia, que nos ayudó mucho y fue muy importante en un momento crítico, desde lo político hasta lo policíaco y militar contra el narcotráfico, ya no se necesita", dijo Santos en entrevista con el diario El Tiempo.
"Sé que el Presidente (Álvaro Uribe) y el Ministro de Defensa (su primo Juan Manuel Santos) me van a jalar las orejas, pero el costo para la dignidad del país es demasiado grande.
"Un pequeño sector político que ha dominado con una imagen negativa la visión de Colombia en el Congreso (estadounidense) nos pide sometimiento silencioso al atropello e inclinación reverencial o, si no, amenazan con no dar el Plan Colombia", afirmó.
El Plan Colombia es un paquete de ayuda que hasta ahora suma más de 6 mil millones de dólares desde el inicio de su ejecución en 2000. Hasta la fecha, es visto por el Presidente Uribe como un apoyo fundamental que ha ayudado a golpear a guerrillas como las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El vicepresidente explicó que la tercera parte del dinero que aporta el Plan Colombia es destinado a operadores.
"Nos quedan 400 millones. El 50 por ciento va a proyectos sociales, que podríamos asumir nosotros, y la otra mitad, unos 200 millones, sí va al Plan Colombia. Gran parte de este dinero se gasta en gasolina y transporte", desglosó.
Santos sugirió evaluar la efectividad del Plan contra su costo político, en busca de un trato equitativo por parte de Estados Unidos.
"Es el momento de evolucionar nuestras relaciones, donde el Plan Colombia ya no esté, y diseñar una política distinta con Estados Unidos", sostuvo.
Las declaraciones de Santos generaron polémica en Colombia.
Mientras el Ministerio del Exterior del país sudamericano emitió un comunicado defendiendo el Plan, miembros de la Oposición calificaron las palabras del funcionario como el reconocimiento de la Administración de Uribe de que la política antidrogas diseñada por Washington en Colombia fracasó.
"Hay que continuar con el Plan Colombia. Este Plan se necesita para poder consolidar los buenos resultados de la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo", sostuvo la declaración firmada por el Canciller Jaime Bermúdez, en la cual no se hace referencia directa a Santos.
En cambio, el senador opositor Gustavo Petro, valoró positivamente las declaraciones realizadas por el funcionario a El Tiempo.
"El señor vicepresidente dijo una verdad que no puede hacer pública ni Uribe, ni su Canciller ni el Ministro de Defensa. Esa estrategia antidrogas fracasó. No se puede combatir el narcotráfico sólo a punta de balas y bombas teledirigidas", aseguró el legislador perteneciente al izquierdista Polo Democrático Alternativo.
Santos considera que el Gobierno colombiano está en capacidad de asumir los costos del Plan, que a sus ojos se presta para un chantaje de las autoridades estadounidenses, en detrimento de la dignidad del país.
"El Plan Colombia, que nos ayudó mucho y fue muy importante en un momento crítico, desde lo político hasta lo policíaco y militar contra el narcotráfico, ya no se necesita", dijo Santos en entrevista con el diario El Tiempo.
"Sé que el Presidente (Álvaro Uribe) y el Ministro de Defensa (su primo Juan Manuel Santos) me van a jalar las orejas, pero el costo para la dignidad del país es demasiado grande.
"Un pequeño sector político que ha dominado con una imagen negativa la visión de Colombia en el Congreso (estadounidense) nos pide sometimiento silencioso al atropello e inclinación reverencial o, si no, amenazan con no dar el Plan Colombia", afirmó.
El Plan Colombia es un paquete de ayuda que hasta ahora suma más de 6 mil millones de dólares desde el inicio de su ejecución en 2000. Hasta la fecha, es visto por el Presidente Uribe como un apoyo fundamental que ha ayudado a golpear a guerrillas como las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El vicepresidente explicó que la tercera parte del dinero que aporta el Plan Colombia es destinado a operadores.
"Nos quedan 400 millones. El 50 por ciento va a proyectos sociales, que podríamos asumir nosotros, y la otra mitad, unos 200 millones, sí va al Plan Colombia. Gran parte de este dinero se gasta en gasolina y transporte", desglosó.
Santos sugirió evaluar la efectividad del Plan contra su costo político, en busca de un trato equitativo por parte de Estados Unidos.
"Es el momento de evolucionar nuestras relaciones, donde el Plan Colombia ya no esté, y diseñar una política distinta con Estados Unidos", sostuvo.
Las declaraciones de Santos generaron polémica en Colombia.
Mientras el Ministerio del Exterior del país sudamericano emitió un comunicado defendiendo el Plan, miembros de la Oposición calificaron las palabras del funcionario como el reconocimiento de la Administración de Uribe de que la política antidrogas diseñada por Washington en Colombia fracasó.
"Hay que continuar con el Plan Colombia. Este Plan se necesita para poder consolidar los buenos resultados de la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo", sostuvo la declaración firmada por el Canciller Jaime Bermúdez, en la cual no se hace referencia directa a Santos.
En cambio, el senador opositor Gustavo Petro, valoró positivamente las declaraciones realizadas por el funcionario a El Tiempo.
"El señor vicepresidente dijo una verdad que no puede hacer pública ni Uribe, ni su Canciller ni el Ministro de Defensa. Esa estrategia antidrogas fracasó. No se puede combatir el narcotráfico sólo a punta de balas y bombas teledirigidas", aseguró el legislador perteneciente al izquierdista Polo Democrático Alternativo.
Octavio Pineda corresponsal, Reforma, 16 de marzo.
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