La Paz, BCS, 27 de enero. Armando Suárez Martínez, editor de la revista local Puerto Viejo, fue golpeado y amenazado de muerte por funcionarios del ayuntamiento de Loreto, encabezados por el alcalde perredista Yuan Yee Cunningham, para que no escriba en contra de la administración municipal.
Según el periodista, la agresión ocurrió el 21 de enero. Los primeros golpes se los propinaron dos funcionarios, uno de ellos el tesorero Óscar Yee Aguilar, luego que el alcalde lo insultó y retó a golpes en el palacio municipal.
Después, relató, Yuan Yee Cunningham ordenó al director de la policía municipal, Flavio Amador Hernández, que llamara a un comandante de la policía ministerial para que lo obligaran a hablar fuera del edificio, pero éste no quiso involucrarse.
No obstante, dijo, funcionarios municipales lo subieron a la patrulla 018 de la dirección de seguridad pública y tránsito municipal y lo trasladaron a un sitio aislado, camino a San Javier.
Una hora más tarde, el alcalde de Loreto llegó para volver a insultarlo, al tiempo que su chofer sacó una pistola y le disparó a los pies. “Envalentonado, el alcalde me señaló que tenía la capacidad de desaparecerme si quería, que ya estábamos en el lugar adecuado y nadie me iba a encontrar.
“Dijo a los presentes que me podían golpear y si fuera posible que me muriera de los golpes, al fin y al cabo nadie se iba a dar cuenta de la falta de una rata de basurero como yo”, narró. Incluso, agregó, el tesorero ordenó que sacarán las palas, porque “me iban a enterrar vivo”.
Suárez Martínez relató que, tras varias horas, los agresores lo obligaron a pedir disculpas y a prometer que no volvería a escribir en contra de la administración municipal de Loreto, ni denunciar lo sucedido esa tarde.
El alcalde Yee Cunningham, agregó, le advirtió que si hacía alguna revelación ordenaría matarlo “sin ningún problema”, pues ya sabe todo sobre su vida.
El también ex reportero del diario El Peninsular responsabilizó al alcalde de Loreto, al director de sistema de agua potable y alcantarillado, Pedro Sotelo, y al director del tránsito, Flavio Amador Hernández, de lo que pudiera sucederle a él o a su familia.
En Los Mochis, cabecera municipal de Ahome, Sinaloa, desconocidos incendiaron un automóvil fuera de las oficinas de la cadena Organización Impulsora de Radio (OIR) y dejaron un mensaje amenazante en contra de los reporteros. El vehículo, al parecer asignado a Rosa Morales, gerente de la empresa, se consumió por completo.
El recado, escrito a mano, decía: “Esto les va a pasar a los reporteros. Los quemaremos. Atentamente La Mochomera”.
A mediados de este mes, también en Los Mochis, fue encontrado el cadáver del reportero José Luis Romero, del noticiario radiofónico Línea Directa, quien fue levantado el 30 de diciembre pasado.
Según el periodista, la agresión ocurrió el 21 de enero. Los primeros golpes se los propinaron dos funcionarios, uno de ellos el tesorero Óscar Yee Aguilar, luego que el alcalde lo insultó y retó a golpes en el palacio municipal.
Después, relató, Yuan Yee Cunningham ordenó al director de la policía municipal, Flavio Amador Hernández, que llamara a un comandante de la policía ministerial para que lo obligaran a hablar fuera del edificio, pero éste no quiso involucrarse.
No obstante, dijo, funcionarios municipales lo subieron a la patrulla 018 de la dirección de seguridad pública y tránsito municipal y lo trasladaron a un sitio aislado, camino a San Javier.
Una hora más tarde, el alcalde de Loreto llegó para volver a insultarlo, al tiempo que su chofer sacó una pistola y le disparó a los pies. “Envalentonado, el alcalde me señaló que tenía la capacidad de desaparecerme si quería, que ya estábamos en el lugar adecuado y nadie me iba a encontrar.
“Dijo a los presentes que me podían golpear y si fuera posible que me muriera de los golpes, al fin y al cabo nadie se iba a dar cuenta de la falta de una rata de basurero como yo”, narró. Incluso, agregó, el tesorero ordenó que sacarán las palas, porque “me iban a enterrar vivo”.
Suárez Martínez relató que, tras varias horas, los agresores lo obligaron a pedir disculpas y a prometer que no volvería a escribir en contra de la administración municipal de Loreto, ni denunciar lo sucedido esa tarde.
El alcalde Yee Cunningham, agregó, le advirtió que si hacía alguna revelación ordenaría matarlo “sin ningún problema”, pues ya sabe todo sobre su vida.
El también ex reportero del diario El Peninsular responsabilizó al alcalde de Loreto, al director de sistema de agua potable y alcantarillado, Pedro Sotelo, y al director del tránsito, Flavio Amador Hernández, de lo que pudiera sucederle a él o a su familia.
En Los Mochis, cabecera municipal de Ahome, Sinaloa, desconocidos incendiaron un automóvil fuera de las oficinas de la cadena Organización Impulsora de Radio (OIR) y dejaron un mensaje amenazante en contra de los reporteros. El vehículo, al parecer asignado a Rosa Morales, gerente de la empresa, se consumió por completo.
El recado, escrito a mano, decía: “Esto les va a pasar a los reporteros. Los quemaremos. Atentamente La Mochomera”.
A mediados de este mes, también en Los Mochis, fue encontrado el cadáver del reportero José Luis Romero, del noticiario radiofónico Línea Directa, quien fue levantado el 30 de diciembre pasado.
Raymundo León, La Jornada, 28 de enero.
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